15 de septiembre de 2006

Al despuntar la primera luz, desde las tiendas de campaña se oye la voz de Salvador que contabiliza porteadores y movimientos de bultos: si veinte porteadores fuertes suben al campo base avanzado y 15 menos fuertes suben al campo base, y …….

Atravesamos el pintoresco pueblo de Ghunsa, poblado de banderas de oración y de “Manis” pintados de colores y, caminando por cómodo sendero ascendente, logramos ver de vez en cuando las primeras cumbres con nieves y glaciares colgantes, resplandecientes al sol entre masas de niebla que se mueve sin cesar.

En Kambachen (4.050 m.), instalados en una pequeña pradera recién segada, se celebra una multitudinaria consulta médica, con pacientes nativos y porteadores: hay que pensar en las distancias……. La niebla abre por unos instantes una ventana que permite una visión emocionante y casi fantasmagórica de las paredes y cumbre del Jannu.

Poblado de pastoreo estival, al atardecer la impresión apabullante es la de cientos de primitivos Yaks cruzando ríos y torrenteras, arreados por silbidos de unos pocos nativos. (Yaks: véase tintín en el Tibet)