18 de septiembre de 2006

Jornada intensa. Ascenso lento y continuado sobre la morrena derecha del glaciar del Kanchenjunga, bajo la constante del Wedge Peak a nuestra derecha, con su apabullante pared vertical de 1700 m. desplomándose sobre el glaciar. En Pangpema (5140 m.) último emplazamiento de pastoreo estival, ya abandonado, se efectúa a mediodía un cambio apenas perceptible: desaparecen las sandalias de los pies de los porteadores, al igual que los pantalones cortos, y los porteadores se vuelven a sus pueblos inferiores. En su lugar levantan las cargas unos hombres cuyas caras sugieren más dureza y resistencia: son los porteadores más fuertes.

Allá en el cielo relucen los mitos en todo su esplendor: cimas y laderas del Kanchenjunga y Yalung, lejanos o cercanos pero mitos. Se hace recuento e historia de vías y conquistas, pero se reanuda la marcha con fuerte ascenso para salvar un gran derrumbe (perdón: ¿deslizamiento?, ¿deposito de ladera?). La altitud y el esfuerzo hace que el grupo se estire mas de lo habitual, y comienzan a aparecer nauseas o cefaleas por aquí o por allá. Se oyen cañoneos ocasionados por gigantescas caídas de piedras en lugares imprecisos.

Tras repetidas subidas y bajadas aparece el campo base: “un balcón sobrecogedor entre las montañas más impresionantes del mundo” sentencia Benito. A pesar de la fatiga la actividad no decrece, y el campo base tal perece un zoco: estas cuerdas en aquella cuba; ¿dónde están las baterías?; que los porteadores suban mañana esta comida; no se donde esta la cuba 9; ¿Muktu?; Muktu: to morrow morning is very important that two porters…….

Nieva.