Diario de Expedición

EL TRINEO DE VIENTO CULMINA LA CIRCUNNAVEGACIÓN DE GROENLANDIA: 4.300 KILÓMETROS EN 49 DÍAS

  • Bate récord de distancia recorrida en una sola etapa con el vehículo eólico: 427 kilómetros
  • Los cinco expedicionarios llegaron el lunes por la tarde cerca del punto donde iniciaron la ruta, el pasado 3 de mayo
  • Ramón Larramendi, líder de la expedición, “muy satisfecho” por las posibilidades del Trineo de viajar por territorios polares

24 de Junio.  –La Primera Circunnavegación de Groenlandia por el hielo a bordo de un vehículo eólico acaba de culminar su trayectoria y ha alcanzado con éxito el punto del que partieron, cerca de Kangerlussuaq, al suroeste de la isla, después de recorrer 4.300 kilómetros en 49 días.

Los cinco expedicionarios, liderados por el explorador polar español Ramón Larramendi, han batido el récord de distancia recorrida con el Trineo de Viento, al  lograr realizar 427 kilómetros en una sola etapa. En el viaje, el equipo de Larramendi ha puesto a prueba un nuevo prototipo de este ‘eco-laboratorio móvil’ que ha demostrado que es posible viajar e investigar en los territorios polares con ‘cero emisiones’.

A bordo de este vehículo han viajado con Larramendi, los ingenieros españoles Manuel Olivera y Eusebio Beamonte, la danesa Karin Moe Bojsen y el groenlandés Hugo Svenson, que han logrado llegar a la meta sin ningún problema físico, salvo el cansancio propio de una expedición tan exigente como ha sido esta.

La penúltima etapa de la expedición, pionera a nivel mundial, estuvo precedida de dos jornadas en las que el viento no les fue favorable. Desde el viernes, estaban en el punto más al sur del recorrido, en el 63ª 55’ Norte, y durante el fin de semana no hubo forma de girar hacia el oeste, para coger el domo de vuelta hacia el norte, camino de las cercanías de Kangerlussuaq, donde habían sido depositados por una avioneta el pasado 3 de mayo.

ÚLTIMAS JORNADAS

“Esos tres días fueron los más desesperantes porque ya estás cerca del final, la comida comienza a escasear y,  pese a ello, no puedes moverte porque las condiciones meteorológicas no son favorables. La paciencia es la mayor de las cualidades para los exploradores, pero después de casi dos meses sobre el hielo, es inevitable querer llegar al destino y esos parones estando a las puertas, son más desesperantes”, reconoce Larramendi.

Sin embargo, en la tarde del domingo la situación cambió y un viento fuerte, estable y en la buena dirección fue inflando su cometa más grande, de 80 metros cuadrados, hasta que alcanzaron los 30 kms/hora. Pese a que luego la cambiaron por otra más pequeña, de 60 metros cuadrados, el Trineo de Viento siguió a buen ritmo, con velocidades de 35 kms/h y 45 kms/h, pese a que la visibilidades era escasa. En algunos momentos llegaron a los 54 kms/hora.

“Teníamos un viento muy potente y el terreno era plano, un llano infinito, así que se movía menos el trineo a esa velocidad que otros días yendo a 12 kms/hora. Ha sido realmente espectacular. Al final, incluso nos hemos pasado seis kilómetros del punto de partida, y podíamos haber seguido, pero la nieve estaba muy pesada, con agua por debajo debido al deshielo, y se ha roto una cuerda, así que hemos decidido parar”, explica el líder de la expedición. “Estamos muy contentos porque hemos demostrado las posibilidades del Trineo de Viento para viajar por los territorios polares”, ha asegurado.

En total, esa última jornada de la expedición han navegado 21 horas sin descanso, siguiendo los turnos que habían establecido en todo el viaje. El último piloto en coger los mandos ha sido Manuel Olivera.

En el punto donde pararon la tarde del lunes, situado en 67º Norte, han sido recogidos hoy martes, por la tarde, por un helicóptero de la compañía Greenland.net, que les ha devuelto sanos y salvos a Kangerlussuaq, donde iniciaron la aventura.

“Estamos todos muy contentos. Ha sido duro, sobre todo porque pensábamos tener mejor terreno y mejor viento y hemos sufrido muchos días de poco avance, pero al final hemos conseguido el objetivo y hemos demostrado que el Trineo de Viento, aunque necesita algunas adaptaciones aún, es una gran alternativa para hacer ciencia en los polos”, ha señalado Larramendi nada más tomar tierra.

LA EXPEDICIÓN

La expedición partió de Kangerlussuaq y, subiendo por el oeste, el pasado 2 de junio alcanzaron los 75º norte, el punto más cercano al Polo Norte al que han llegado. En ese punto, giraron al este para luego bajar, por el Parque Nacional de Groenlandia, una de las zonas más inexploradas del planeta, hasta llegar al sur.

En todo este tiempo no se han cruzado con ningún ser vivo, salvo algún ave ártica que ha revoloteado junto a la cometa. Tan sólo en el sureste, el 15 de junio, encontraron huellas de otros campamentos expedicionarios, y tres días más tarde, el día 18, visitaron la estación radar de la Guerra Fría Dye-3, abandonada hace 25 años.

 

RECOGIDA DE DATOS CIENTÍFICOS

A lo largo de los 49 días, cuatro más de los previstos en un principio, los expedicionarios han realizado periódicamente una recogida de datos de la nieve para el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC). El día 16 de junio, por vez primera, detectaron 1ºC, cuando habían estado hasta 25ºC bajo cero en el norte. “Hemos tenido temperaturas más altas de lo que esperábamos”, reconocen.

Su misión era tomar datos cada 100 kilómetros introduciendo una varilla en el hielo y cada 400 kilómetros, con un perforador, haciendo zanjas de un metro de profundidad, de las que han hecho una decena. “Los datos los tendrá que analizar el geógrafo Juan Ignacio López, del IPE, pero si se puede decir que hay variaciones interesantes entre los datos recogidos en el norte y en el sur”, ha señalado Olivera, responsable científico de la expedición.

 

 

Día 21 de Junio O kilómetros. TOTAL 3.493 kms

Latitud: N 63º 55′ Longitud:  W  43º 25  Altitud:2.592 m.

Segundo día que el viento nos sopla en contra y que hemos permanecido completamente parados. Es una sensación de cierta impotencia, porque casi vemos, olemos, estamos al final del viaje, pero no tocamos esa última etapa de esta circunnavegación a Groenlandia. Hemos reparado todo lo que había que reparar, hemos colocado todo lo que había que colocar, tomado muestras de todo lo que hemos podido, pero el viento que nos lleve hacia el Oeste para cerrar el círculo sigue sin soplar. Por más que nos turnamos en las guardias por si se alza una ligera brisa, nada.

Va a hacer 50 días que estamos en Groenlandia y el viento en general nos ha sido siempre favorable. Pero ahora no, y nada se puede hacer. Para qué negar la frustración que a uno le produce estar tan cerca, a tan poquitos días y no avanzar ni un metro. Estar parados aquí, en medio de la nieve que hoy nos ha nevado mientras estábamos a 12º bajo cero, nos tiene desconcertados. Estamos impacientes por movernos. Por llegar a la ducha final.

Pero bueno, estamos oyendo música y leyendo. Unos sus ebook y otros papel. Y como además de la noche de San Juan hoy es el Día Nacional de Groenlandia, pues hemos sacado una comida especial que traíamos preparada: pulpo y calamares en su tinta. Acompañado todo ello de unas latas de Coca-Cola que encontramos en las ruinas del Dye-3. Unas latas que llevaban allí 25 años congeladas y que dudábamos si probarlas, por si estaban malas. Y en fin, malas no estaban, pero no tenían ni una burbuja.

Y hablando de la noche de San Juan, ya estamos lo suficientemente al Sur como para tener noches aquí. Las noches apenas duran 3 horas y cuarto, pero es impresionante ver atardecer sobre el horizonte helado y al ratito ver amanecer de nuevo. Un verdadero espectáculo. Nos hemos hartado de hacer fotos. Es de esas cosas que uno piensa que jamás llegará a ver en la vida. Y lo hemos visto. Aunque sin el viento que tanta falta nos hace.

 

 

Día 20 de Junio O kilómetros. TOTAL 3.493 kms

Latitud: N 63º 55′ Longitud:  W  43º 25  Altitud:2.592 m.

Confiábamos en que hoy el viento nos permitiera hacer el giro más importante hacia la recta final de la expedición, pero no hemos tenido suerte. Hemos llegado al punto más al sur de Groenlandia que habíamos previsto y si hubiera sido por el fuerte Oeste que soplaba, viento justo en contra de nuestra trayectoria, sin duda hubiéramos ido más al sur, hacia el mar. De modo que hemos parado, y nada. No han llegado ni el viento del Sur ni el del Este y no hemos podido avanzar nada.

¿Noticias positivas? Sí, que a Manuel Olivera parecen estar haciéndole efectos los antibióticos y el dolor de muelas ha remitido algo. Que la temperatura es mucho más fría que ayer, pero no excesiva, 13º bajo cero. Y que si tenemos suerte y sopla el viento que esperamos, habremos finalizado la circunnavegación completa a Groenlandia en un plazo de entre 4 y 7 días. Pero claro, depende del viento, porque ganas de llegar cada día tenemos más, el cansancio va haciendo mella después de casi dos meses y de comida andamos ya justitos-justitos.

Lo que sí es cierto es que estar todo un día parados así, en medio de la nada sabiendo que está tan cerca la bandera de llegada, produce una sensación muy extraña. Es como estar rodeado de un horizonte insondable y caprichoso.

 

 

Día 19 de Junio 143 kilómetros. TOTAL 3.493 kms

Latitud: N 63º 55′ Longitud:  W  43º 25  Altitud:2.592 m. 

Una buena etapa para salir del Dye-3. Es lo que queríamos y lo que hemos tenido. Tuvimos que esperar unas horas, pero a las cuatro de la mañana teníamos un viento perfecto y nos alejamos a buen ritmo de esa cúpula casi enterrada en la nieve.  Al final, 143 kilómetros y podíamos haber seguido más, pero roló y la dirección nos empujaba demasiado hacia la costa. Era peligroso.

Como el terreno era bueno, hemos ido a una velocidad de entre 20 y 25 km/hora, incluso en algunos momentos a 30 km/h, durante siete horas y media. Ahora, la intención es seguir otros 50 o 100 kilómetros hacia el sur, hasta llegar al 63º 20′ Norte y comenzar a girar hacia el oeste para encaminarnos a Kangerlussuaq. Las previsiones meteorológicas dicen que vamos a tener un buen viento para esa operación, así que mañana con suerte ya cambiaremos de dirección, después de llegar al punto más al sur de esta expedición.

Por lo demás, ha vuelto  a hacer frío. No demasiado, 7º C bajo cero, pero se nota el cambio.

También ha surgido el primer problema médico del viaje, después de 50 días. El fortísimo dolor de muelas que sufre Manuel Olivera, de esos que te dejan fuera de combate. Ha empezado a tomar antibióticos para controlar la infección. Desde luego, ese una de las peores dolencias en un viaje.

 

 

Día 18 de Mayo: 184 kilómetros TOTAL:  1.147 KM

Latitud: N 77º 55′ Longitud: 47º 01 ‘ W   Altitud: 2670 m. 

Rebasado el punto del  posible retorno. Ya hemos superado el único punto por el que podríamos haber salido por nuestros medios del desierto helado en el que llevamos 15 días, si hubiera habido problemas, pero seguimos viento en popa. Hoy hemos ‘navegado’ 185 kilómetros, embalados, durante 16 horas. Ya llevamos más de 1.100 kilómetros de recorrido. Todo funciona a la perfección, salvo uno de los dos terminales de comunicación vía satélite que llevamos a bordo, que la pasada jornada recibió exceso de carga de las placas solares y se quemó.

Hemo pasamos una zona con muchos sastrugis, esas pequeñas dunas de hielo, de medio metro de altura, que nos hacen botar más de la cuenta, aunque ahora ya dormimos como niños aunque estemos navegando. Más difícil es vestirse dando tumbos. Ahora ya estamos en un territorio donde Ramón Larramendi no ha estado nunca antes, donde no va nadie, salvo quienes controlan alguna estación meteorológica. Por ello, recoger datos de la nieve en esta zona tiene especial interés.

Hemos pasado muy cerca (a unos 30 kilómetros)  del Neem Camp, un campamento científico de la Universidad de Copenhague que fue cerrado en 2012 y en el que se cogían cortes de hielo para estudiar los cambios en el clima desde hace más de 130.000 años. La nieve acumulada, hecha hielo, guarda mucha información. Neem es un poliedro gigantesco que ha sido sede de  trabajos científicos de gran interés entre 2009 y 2012. Pero está abandonado, a la espera de futuros proyectos. Ya no hay nadie en esta zona, cercana al Parque Nacional de Groenlandia, el más grande del mundo, donde entraremos en unas horas. Somos los únicos, recabando datos científicos en miles de kilómetros cuadrados a nuestro alrededor.

 

 

Día 17 de Mayo: 147 kilómetros TOTAL: 960 KM

Latitud: N 75º 269458 Longitud: W 46º 596065  Altitud: 2697 m. 

“Un halo en el Sol como un arco iris, un aro concéntrico de colores que se forma en torno a nuestra estrella y está provocado por partículas de hielo en suspensión en la estratosfera, que refractan la luz. Ese fenómeno extraño y fascinante es el que hemos disfrutado en parte de las 11 horas en movimiento que hemos estado hoy sobre el hielo de Groenalndia. Hemos recorrido 147 kilómetros. En medio, un cambio de cometa, de la de 80 m2 a la de 20 m2 para el segundo turno. El viento era demasiado fuerte.

Pero cambiarla lleva tiempo, una hora más o menos, y por eso procuramos siempre aguantar con la misma. De hecho, Karin y Hugo, en su turno, cogieron cada uno un mando para soportar la presión del viento. Pero llegamos a superar los 30 km/h, con una niebla gélida que impedía ver la cometa. Hubo un momento en el que la cometa estaba al Sol, arriba, y nosotros metidos en una terca niebla abajo; no se veía a 50 metros del suelo. Fantasmagórico.

La verdad es que el ritmo de vida es lento.  Tardamos en entrar en acción a menos 25º C.  Es lento preparar los hornillos, derretir la nieve, hacer la comida, hoy a cargo de Karin; incluso vestirnos lleva su tiempo, con cuatro o cinco capas para protegernos. Salvo Hugo, que como groenlandés soporta mejor el frío. ¡A veces trabaja sin guantes! Cuando paramos, en el descanso Eusebio aprovecha para leer su ‘ebook’, mientras Manuel continúa recogiendo datos de la nieve y Ramón y Hugo repasan los materiales.

Todos estamos rodeados de un paisaje en el que, curiosamente, parece que el horizonte está cerca, aún estando en un desierto helado. Por la curvatura del domo, da la sensación de que estamos en una enorme esfera de nieve. En cuanto descansemos y desayunemos, hacia ahí vamos…”

 

 

16 de Mayo: 170 kilómetros TOTAL: 813 KM

Latitud: N 73º 977760 Longitud: W -46º .373183 Altitud: 2683.22 m

“Los días son un lío. Cenamos, tomamos postre, una siesta de una hora y el desayuno. Es lo que tienen estos turnos. Hoy hicimos 170 kilómetros empujados por un viento muy buenas. También tenemos buen tiempo y una superficie plana, perfecta para el Trineo de Viento. Ahora, con el Sol presente las 24 horas del día, los menos 20ºC se lleva mucho mejor. Pasamos hoy por una zona de sastrugis, dunas de nieve que superamos sin problemas. Ahora todo es plano a nuestro alrededor. Ya estamos pensando en que a este ritmo pronto llegaremos al punto más al norte del viaje, a la última población de Thule y al Paralelo 78, o al 79. No iremos más allá porque hay un gran riesgo de quedarnos atrapados si bajamos a menos altitud.

La tienda parece una academia. Cuando paramos, aprovechamos para darnos clases de idiomas. Ramón aprende danés y mejora el groenlandés, Manuel el danés y Karin y Hugo aprenden español. Una escuela sobre hielo. Pero la mayor parte del tiempo se nos va trabajando. Hay que pilotar, cocinar (que le toca a Hugo, casi siempre), derretir nieve (eso es cosa de Ramón, hasta 15 litros de agua al día) y hacer los experimentos. A eso se dedica Manuel. Cavar un agujero de un metro es duro, se quedan los dedos congelados’, asegura. Pero lo hace. Hoy, el segundo que hay que hacer cada 400 kilómetros, más o menos. Ahí mide temperatura y densidad de la nieve, datos que luego pasa al ordenador. También en cada parada, introduce en el suelo otro testigo de cinco metros de largo con el que saca muestras del interior. Le gusta, como también disfruta ahora llevando la cometa. Él, que hizo parte de la Expedición Circumpolar con Larramendi hace 20 años, llevando trineos de perros, está encantado con las cometas. “Obedecen mucho mejor”, asegura. Ni siquiera tiene agujetas en los brazos. Sólo se queja, pero con guasa, de que no tiene derecho a esquina dentro de la tienda de ‘habitabilidad’. ‘En la próxima expedición exigiré una tienda pentágono, que ahora me toca en el centro, entre un montón de pies’.

También Karin Moe Bojsen, la única mujer del grupo, tiene una queja, aunque ya se lo temía antes de iniciar el viaje: “Roncan como osos polares”. Y la verdad es que tiene toda la razón del mundo.

 

 

15 de Mayo: Parados

Latitud: N  72º 32.160′ W ; Longitud: 45º 28.483′. Altitud: 2739 metros.  

“La cantidad de kilómetros que hicimos ayer nos ha pasado factura. Fue una jornada larga, fría, con poca visibilidad por una tormenta que se nos vino encima, aunque no fue demasiado fuerte. Al final, tuvimos que soltar la cometa porque no había forma de bajarla, se inflaba con el viento.

El riesgo era que la engullera la niebla, y a nosotros, porque lo peor fue ir a buscarla. No se veía nada, así que nos alejamos del trineo con el GPS para poder regresar ‘al hogar’. Desaparecía de la vista a los pocos metros. La factura ha sido que se nos rompió la tienda transparente que llevamos delante, donde van los pilotos. Una costura de una de las ventanas no aguantó la presión del viaje y hoy nos ha llevado mucho tiempo desmontarla, volver a coserla y vuelta a ponerla en su sitio. También hemos aprovechado para arreglar algún raíl y Manuel, además, se ha dedicado a recoger datos de la nieve para los proyectos científicos que realizamos para el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC).

Ahora, ya estamos preparados para iniciar una nueva etapa. ¡Vaya horas!, diréis, porque en la península son las diez de la noche, pero aquí, con 24 horas de Sol, los días se confunden. Perdemos la noción del tiempo. Ahora tenemos excelentes condiciones para navegar por el hielo.

Hace frío, 25º bajo cero, pero a esta altitud se navega bien. Por eso queremos hacer 16 horas seguidas, sin descanso para el Trineo de Viento. Primero, dos turnos de dos horas  (Karin-Hugo y Manuel-Eusebio) y luego otros dos de seis horas. Ramón se reparte en un tiempo en cada turno. Ahora mismo, con 799 kilómetros ya hechos, aún nos faltan más de 600 kilómetros para llegar al norte y pasar a la zona este de Groenlandia. ¡A por ellos!”.

 

 

14 de Mayo: 220 kilómetros TOTAL 643 KM

Latitud: N  72º 32.160′ W ; Longitud: 45º 28.483′. Altitud: 2739 metros.  

“Por fin hemos hecho una larga travesía, después de tres días sin avanzar. 220 kilómetros sin parar, de una atacada. Desde las 4.30 (8.30 en la Península) de la mañana hasta las 1o.30 (14.30) sin descanso. Todo con una cometa de 20 metros cuadrados. El viento era bueno, a 45º, y lo pudimos aprovechar bien. Ya estamos en los más alto de la meseta interior de Groenlandia, a 2.700 metros. Es lo que queríamos, pues estos días de atrás estábamos demasiado cerca de la costa, en una zona como un agujero con vientos locales raros. Lo malo es la tormenta que se nos ha venido encima. No se ve nada fuera de la tienda y el viento es fuerte, así que hemos tenido que volver a parar y dedicarnos a quitar nieve del Trineo. Para recuperar fuerzas nos hemos metido para el cuerpo un buen plato de pasta con carne, y jamón serrano, que siempre es una delicatessen. Y de postre, para celebrar estos 220 kilómetros, un chupito de ron. Esta botella nos tiene que durar para celebrar los cinco juntos todos nuestros hitos en la expedición. Ahora a descansar, si la tormenta nos deja. En el sur, nos cuentan que los cruceros han tenido que suspender sus viajes por el mal tiempo. Esperemos que tuerza su rumbo y no nos llegue de lleno”.

 

 

 

 

13 de Mayo: Parados

Latitud: 70 32.159′  Longitud: W 46 38.590′. Altura: 2168 metros. 

“Estamos ya deseosos de que cambie el tiempo. Hoy también hemos tenido el viento totalmente en contra. A 45 kilómetros por hora, y del norte, que es justo la dirección que llevamos. No queda más remedio que tener paciencia, dedicar el tiempo a arreglar cosas y disfrutar de unos atardeceres y amaneceres maravillosos. Con ese viento, el trineo se llena entero de nieve, que quitamos cuando se acumula en exceso. Hoy nos llamaron de la COPE. Es lo que tiene la tecnología, a miles de kilómetros, en un lugar donde sólo vemos hielo y nieve, y se oye a la perfección una llamada con cualquier parte del mundo. Hace frío, 25º bajo cero, pero la sensación térmica es aún más baja por culpa del viento. Estamos animados, pero ya con ganas de poder seguir ruta al norte”.

 

12 de Mayo: Parados

Latitud: 70 32.159′  Longitud: W 46 38.590′. Altura: 2168 metros. 

“Todo el día quietos parados. El viento viene lateral respecto a nuestra dirección y ayer decidimos parar después de que el Trineo de Viento sufriera demasiado, al límite de resistencia de los materiales. Dos poleas y una cometa dañadas es el balance. La carga de 1.500 kilos, 500 más que en la Antártida en 2012, se nota, y mucho. Hemos estado estudiando cómo aprovechar el material que tenemos, adaptando el vehículo a las nuevas circunstancias, pero para no forzar el tiro vamos a esperar a que cambie el viento. Aprovechamos para hacer la prueba científica de caracterización de la nieve. También para intentar enviar alguna foto, aunque internet funciona muy mal.Continuamente se corta la línea y es imposible transmitir.

Y ¡hemos hecho un simulacro!. ¿Qué hacemos en caso de fuerte tormenta, si se rompen las tiendas que llevamos encima? En ese caso nos tenemos que cobijar debajo del propio Trineo, así que le hemos levantado, hemos colocado cajas para sostenerlo y nos hemos metido todos dentro, a ver si entrábamos. Esperemos no tener que recurrir a ello, pero si fuera necesario funcionará.

Pese a los problemas con el viento ‘no amigo’, el ambiente del grupo es excelente. Estamos convencidos de que vamos a terminar esta Circunnavegación de Groenlandia con éxito.

Por cierto, mañana por la mañana, a las 11.45 horas, nos entrevistan en directo en Las Mañanas de la COPE, por si queréis escucharnos.

 

11 de Mayo: En ruta

Latitud: 70 32.159′  Longitud: W 46 38.590′. Altura: 2168 metros. 

Hoy hemos recorrido más de 100 kilómetros hasta mediodía, a pesar de que no ha sido fácil navegar con el viento lateral y una carga de tonelada y media. Pero hemos logrado alcanzar los 2.200 metros de altura, en la gran meseta interior groenlandesa, con continuas subidas y bajadas. La temperatura ronda los menos 20º centígrados. Esta noche esperamos que cambie el viento a mejor. A medida que pasan los días, el equipo cada vez está más integrado y funciona a la perfección.

 

 

10 de Mayo: En ruta y experimentos

Latitud: 69.761531; longitud: -46.849886; altura: 1945.81 metros.

“Antes de cada salida, el equipo de pilotaje que toca ya es experto en reposicionar la dirección del Trineo de Viento.  Hemos comprobado la necesidad de aumentar nuestro peso unos 25 kilos más para tener un mejor control del vehículo con las cometas de 80 y 60 metros cuadrados. Hoy, el pilotaje casi ha sido con las cometas en horizontal para poder tener energía suficiente para avanzar, y encima otro sistema de polea ha fallado. Hemos aprovechado la parada para realizar algunos de los experimentos que llevamos a bordo. En concreto, hemos recogido muestras de nieve con el taladro que llevamos a bordo y hemos medido su densidad y su peso, tomando medidas cada 10 centímetros, hasta en 10 ocasiones, para analizar una sección de un metro de profundidad.

 

 

9 de Mayo: Parada

Latitud: 69 38.822′; longitud: W 46 49.007′; altura: 1886 metros.

“Es el cumpleaños de Manuel Olivera, que cumple 52, y lo celebramos con unos chupitos de ron y unos ‘pancakes’, a falta de tarta. Pero ha sido una jornada poco movida al sufrir algunos problemas con dos cometas  y la polea central. Como consecuencia, nos pasamos algún tiempo arreglándolas e intentando conectar el satélite Inmarsat para poder enviar algunas imágenes, pero no es posible. Al final, esta jornada avanzamos únicamente unos 21 kilómetros hasta la parada de mediodía. El sol nos acompaña todo el viaje, y nos deja fantásticas imágenes de esta inmensa planicie blanca en la que no hay nada en el horizonte”.

 

 

8 de Mayo: En ruta

Latitud: N 69 27.535′; longitud: W 46 40.833′. Altura: 1875 metros.  

“Hoy el inicio de la jornada se ha retrasado porque ha habido que hacer algunas reparaciones en el Trineo. El viento era favorable, pero frío. Menos mal que los trabajos de mantenimiento han terminado en un tiempo razonable y ha dado tiempo para iniciar la jornada de madrugada, con un recorrido de 115 kilómetros. Al poco de salir, logramos alcanzar un pico de 40 kms/h, que enseguida bajamos porque es realmente arriesgado. Además, hemos pasado por una zona de grietas a la altura del glaciar de Ilussisat, que nos ha obligado a hacer una complicada maniobra de rodeo. El turno nocturno les ha tocado a Eusebio Beamonte y Ramón Larramendi, mientras los otros tres descansan. Los turnos se han distribuido de forma que Ramón se reparte entre los dos dúos establecidos: uno, Manuel Olivera y Eusebio; otro, Karin Moe Bojsen y Hugo Svenson.

 

 

7 de mayo: Primer día de ruta

Latitud: N 68 25.937′  Longitud: W 46 27.831′. Altura: 1841 metros.

“Ha sido la primera gran jornada en esta Circunnavegación! El Trineo de Viento ha recorrido 166 kilómetros con una cometa de 80 metros que ha permitido tener una media de 20 km/h, navegando en una puesta de Sol impresionante.  Ya hemos comenzado a organizar los turnos de pilotaje. Son dos de casi 10 horas cada uno, con un descanso común de cuatro horas. Dormir mientras el Trineo se mueve no ha sido nada fácil, con el traqueteo, pero es cuestión de acostumbrarse. Seguro que mañana todo el mundo cae rendido”.

 

 

6 de mayo: Las primeras pruebas

Latitud: N 67 1.367′ . Longitud: W 47 57.658.  Altura: 1556 metros.

“Hoy todos los miembros de la expedición han tenido que hacer prácticas de navegación con las cometas. No había mucho viento, pero suficiente para conseguir que el Trineo de Viento, que pesa una tonelada y media, se moviera arrastrado por la fuerzas del vientoNo ha sido mucho recorrido, unos 21 kilómetros, pero el jefe de la expedición, Ramón Larramendi, ha tenido que enseñar los rudimentos del pilotaje a los otros cuatro miembros del equipo, que no habían viajado en este vehículo antes. Ha habido una rotura de línea, que se ha solucionado sin grandes problemas”.

 

 

4 y 5 de mayo: Preparando el equipo: 

Latitud: N 67.05824 ; longitud:-47.975148; altitud: 1.550 metros

 “Los días 4 y 5 seguimos en el mismo punto. No hace frío de día, apenas unos grados bajo cero, pero de noche ha bajado hasta 20º bajo cero. Hay que reforzar la estructura del trineo, terminar el montaje, organizar el equipaje con detalle, tras la salida un tanto precipitada de Kangerlussuaq, debido al cambio de tiempo que se avecinaba, es necesario dedicar toda la jornada a estos trabajos. No paramos un momento, pero al final del día, todo está preparado. Bueno, realmente, aquí nunca hay un final claro porque en esta época del año no acaba de anochecer. Es un atardecer que se alarga hasta que comienza a salir de nuevo el Sol”.

 

 

3 de Mayo: Kangerlussuaq

Latitud: N 67.05824 ; longitud:-47.975148; altitud: 1.550 metros

“Amanecemos en Kangerlussuaq (Groenlandia).  Al poco de levantarnos nos cuentan que se aproxima mal tiempo por el sur y que nuestra salida hacia el interior, prevista para el lunes 5 para alcanzar el inlandsis puede retrasarse varios días, así que decidimos adelantarla. Todo se precipita. Casi no tenemos tiempo de organizar los paquetes, como pensábamos. Habrá que hacerlo sobre el terreno.

Salimos de Kangerlussuaq en un avión Twin Otter a las 15.00 hora local. En poco tiempo estamos en el hielo, a unos 140 kilómetros de la costa, donde comenzaremos la navegación. Nada más irse el avión, nos ponemos a trabajar frenéticamente en montar el trineo, lo básico. Son más de 180 nudos, pero pese al frío lo hacemos con rapidez. A las 21 horas ya tenemos montado lo fundamental, incluida la tienda donde pasamos la noche, la primera noche en el desierto helado del interior de Groenlandia”.

 

 

1 y 2 de Mayo: Salida de Madrid hacia Groenladia

“A las 17.30, los tres expedicionarios españoles ya estamos en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, con tiempo suficiente para embarcar con todos los bártulos, que no son pocos. El vuelo de Iberia nos deja en Copenhague, donde hacemos noche. Al día siguiente, el día 2, salimos temprano hacia Groenlandia, en concreto hacia Kangerlussuaq, en el oeste de la isla, que es el aeropuerto más grande de este país. Nos recibe una tiempo fantástico. Sentimos incluso calor con el trajín de cargar y descargar todo el equipamiento de la expedición. Nos espera un intento mes y medio de viaje por delante. Todos estamos emocionados, los veteranos y los que no lo son”.

 

 

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