Diario de Humboldt

María Navas

Bibliografía: Boletín 22 SGE. Noviembre de 2005

Alexander von Humboldt fue un adelantado para su época. Muchos le consideran como el primer ecólogo de la historia ya que fue el primero en interrelacionar todos los elementos de la naturaleza. En su época fue un personaje admirado, y retratado como ningún otro científico. Hoy es prácticamente un desconocido, incluso en su Alemania natal y por supuesto en España, a pesar de que su gran viaje, el que realizó por “las regiones equinocciales del Nuevo Mundo”, fue financiado y auspiciado por la Corona Española.

LA EXPOSICIÓN

El Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) presenta, en colaboración con la Embajada de Alemania, bajo el título “Alejandro de Humboldt: una nueva visión del mundo”, con el objetivo de dar a conocer las grandes expediciones científicas realizadas por el investigador alemán en América.

La muestra, organizada por Frank Holl y Cecilia Estrada, ya ha visitado distintos países del mundo, y después de España visitará China. En ella se expone una panorámica de la vida, expediciones e investigaciones realizadas por Humboldt en el continente americano y se analiza con rigor científico sus valiosas aportaciones al progreso de las ciencias naturales.

La exposición es una especie de lectura de la vida del científico alemán pero sobre todo, de su diario de viajes en el que no faltaron los apuntes dibujados del natural y los croquis de accidentes geográficos, en particular de las montañas y los volcanes. La base central es la expedición llevada a cabo por Humboldt entre 1799 y 1804, y los datos que aportó al estudio de la naturaleza, siempre considerando las interrelaciones entre el ser humano y el paisaje. Sus estudios dieron un definitivo impulso a numerosas ciencias y en particular a la geografía, de la que se considera uno de los “padres”. De aquella magna expedición nos han quedado más de 1.400 grabados de plantas, animales, paisajes, monumentos y piezas de arqueología. También realizaron numerosos perfiles topográficos, anotaciones topográficas y geomorfológicas y se recogieron más de 6.000 plantas nuevas, de las que llegaron a conservar más de 3.800.

a exposición reúne más de cuatrocientas obras originales procedentes de más de veinte museos y colecciones particulares de Alemania, México y España. Se articula a través de paneles informativos, maquetas y proyecciones audiovisuales que recrean mediante un recorrido cronológico las espectaculares expediciones que realizó este científico universal por América. Empieza con la juventud de Humboldt y termina con su muerte. Cada sala está dedicada a uno de los lugares que visitó identificado por un tema concreto. Así por ejemplo, la sala de Cuba está dedicada a la esclavitud, contra la que combatió el viajero alemán, o la de Nueva Granada (Colombia) a la botánica, y la de Venezuela a la investigación de ríos y selvas. “Alejandro de Humboldt: una nueva visión del mundo”, según afirman sus organizadores, está dirigida a todo tipo de público y presenta múltiples alternativas y espacios interactivos en los que los visitantes podrán participar. El Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) ha convertido su Sala de Biología, que alberga la mayor parte del contenido expositivo de la muestra, en la auténtica Biblioteca de Humboldt en Berlín, cuyo anfitrión y guía es el mono Cacajao, fiel amigo del científico durante su travesía por los ríos Orinoco y Casiquiare. Para los más jóvenes, el Museo facilita un “Mapa del viajero” (hoja didáctica) con el que se podrá conocer paso a paso la exposición y aprender todo sobre las tierras americanas, su sociedad, geografía y ecología.

La exposición aborda también las reflexiones y escritos que Humboldt realizó sobre algunos problemas de la sociedad americana del momento, como la esclavitud, la opresión y la discriminación.

LA GRAN AVENTURA DE HUMBOLDT

Alexander von Humboldt era un joven y rico humanista y filósofo de treinta años cuando emprende en 1799 su gran aventura. El primer paso fue España, país al que viaja deseoso de ampliar conocimientos y sobre todo para presentar al rey Carlos IV un memorial con su gran proyecto de viaje a América, en el que se define como un científico naturalista interesado por los fenómenos universales. Humboldt consigue un salvoconducto para viajar a América y a cambio se compromete a hacer envíos para las colecciones del Real Gabinete de Historia Natural y del Real Jardín Botánico, encargos que cumple en parte. Lo que no quiso fue volver del viaje por España, para evitar lo que le había sucedido a Malaspina, que tras realizar su gran expedición, estaba en aquellos momento en prisión, acusado de conspiración política.

Tras unos meses en la corte, Humboldt parte junto con su amigo Bompland hacia a América. Sale de La Coruña a finales de junio de 1804 hacia las Islas Canarias, donde realizan una trascendental Ascension al Teide: en su Boceto del volcán se muestra por primera vez cómo las plantas se distribuyen según la altitud de las montañas. De aquí parten rumbo al puerto de Cumaná, donde llegan en el mes de julio. Allí comenzará un largo viaje de cinco años por los dos hemisferios, por tierra y por mar, subiendo montañas y volcanes y atravesando desiertos y selvas. Humboltd y Bompland remontarán en 1800 el Orinoco estableciendo su conexión con el sistema amazónico, como había defendido La Condamine. Viajaron a Cuba donde escribió una obra de tipo político. Conoció al botánico Mutis que también viajaba por la zona e intercambió con él sus investigaciones sobre las plantas americanas. Analizó por primera vez las corrientes del Pacífico, determinó la existencia de una línea de conexión entre los volcanes americanos, y las relaciones entre el descenso gradual de la temperatura y la altitud, y entre la intensidad magnética y la distancia al polo.

Humboldt escribió el primer estudio completo y riguroso de la Geografía de América tanto física como humana. Tras su viaje por estas regiones equinocciales, en 1804 visita Estados Unidos, donde se entrevista con Jefferson. Regresó a Europa ese mismo año pero volverá a América en sucesivas expediciones. Así, en 1808 se entrevista con Simón Bolívar. Su doctrina social y política influirá también en el pensamiento de muchos líderes independentistas, un proceso sobre el que escribió ampliamente.

Durante sus últimos años escribió su gran obra, “Cosmos” donde resume sus teorías de la filosofía, la biología y el humanismo. Falleció en Tegel (Alemania) en 1859.

La exposición de Madrid es una ocasión única para que los amantes de los viajes y de la geografía descubran al personaje, tanto al viajero como al científico. Queda para quienes no tengan ocasión de verla, un magnífico catálogo de la exposición, que es a su vez una de las mejores obras generales en castellano que se han editado sobre Humboldt.

“Alejandro de Humboldt: una nueva visión del mundo” reúne cuadros, cuadernos de viaje, instrumentos, dibujos, dioramas y enormes fotografías que nos transportan al ambiente de la época. Un magnífico recorrido por la vida, viajes e investigaciones del naturalista y su época que podrá visitarse del 4 de octubre al 8 de enero de 2005.