Crónica final
Nos ha llegado este relato de lo sucedido los últimos días en la expedición. Algunos hechos ya están expuestos en crónicas anteriores a través de lo que nos fueron contando en conversaciones telefónicas. Hemos preferido, a pesar de ello, mantener intacto lo que Carlos nos escribe, pues complementa lo ya narrado y lo hace desde la vivencia directa”
CRÓNICA
Hola amigos:
Nos dirigimos al campo I con la intención de no descender al campo base hasta no haber conseguido la cumbre o en su caso renunciar a la montaña. Llegamos al campo 1 tras ocho horas de marcha por el glaciar, con sus bloques sueltos, ahora mucho más incomodo por la reciente nieve caída.
Al día siguiente se llega al campo II que se acondiciona con el concurso de sherpas y expedicionarios
Tente y yo vamos a echar un vistazo al couloir que sube a la arista del Dome-Khang de unos 350 mts y en algunos puntos hasta 70º de inclinación. Un viejo conocido ya: el año 2004 encontramos este corredor con muchos afloramientos de roca, que nos servían para asegurar nuestra ascensión, ahora vemos, con desilusión, que las cuerdas que habíamos dejado están sepultadas por abundante nieve, al igual que la mayoría de las rocas donde nos asegurábamos y fijábamos las cuerdas. Además, la calidad de la nieve no es buena; esta húmeda en la primera parte y como azúcar prensada en la parte superior.
Durante tres días escalamos con mucha tensión, más por la falta de seguridad que por la dificultad (IV + mixto). Poco a poco vamos descubriendo los anclajes de la vez anterior, que reforzamos para instalar nuevas cuerdas fijas.
El campo II lo hemos instalado justo al pie del couloir, y nos resulta muy cómodo, ya que en el descenso, y después de cinco minutos de hacer el último rappel, nos encontramos en casa. No pudimos montar el campo base donde queríamos, pero gracias a la logística tan buena de que disponemos en esta expedición- porteadores de altura y sherpas-, el campo I y el II los tenemos muy bien acondicionados y mejor abastecidos, por lo que podremos aguantar lo que sea necesario a 6.200 mts.
El día 1 de octubre conseguimos terminar de escalar el corredor y llegar a la arista, dejando instaladas todas las cuerdas con total seguridad a pesar de la mala calidad de la nieve. El equipamiento y escalada lo hicimos los expedicionarios encargándose los sherpas del transporte de algunas cuerdas.
Exploramos la continuación de nuestra ruta por la vertiente de Sikkim, ya que el seguir por la arista, muy afilada y pendiente, y con igual o peor calidad de nieve que en la parte inferior, resulta demasiado peligrosa por la imposibilidad de fijar cuerdas y tener puntos de seguridad durante la ascensión.
Nuestra exploración por la vertiente de Sikkim, sobre los 6.500 mts, da como resultado el volver a nuestra afilada arista. Después de haberlo comprobado todos los expedicionarios, la tarde del día 2 de octubre hacemos reunión con cambio de impresiones, tomándose la decisión de abandonar la ascensión del Dome-Khang. La decisión es muy triste, pero el riesgo nos parece inasumible.
Estamos en un lugar maravilloso y de ninguna manera queremos finalizar la expedición. Desde el campo I hemos visto una preciosa cumbre, muy cercana al Piramyd peak sin nombre en el mapa y que calculamos de unos 6.500 mts, y ese será nuestro próximo objetivo.
Desmontamos el campo II, y el día 5 de octubre emprendemos el intento de ascenso a esta atractiva cumbre. Subimos fuertes pendientes de nieve hasta alcanzar, por una afilada arista una doble cumbre. La dificultad no es muy grande, pero el viento y el frió hacen desistir a tres de nosotros ya muy cerca del objetivo, culminando la cima Dani y Tente.
Agrupados en el campo base decidimos instalarnos en Lhonak los días que nos restan, para desde allí explorar un valle que en dirección al cercano Tibet se bordea de interesantísimas cumbres cercanas a los 7.000 mts. Ya os contaremos.
Carlos Soria.