
Si imagináramos un lugar donde la naturaleza y la cultura conviven en un equilibrio milenario, lo situaríamos en una isla al extremo de oriente, un territorio moldeado por el fuego de la Tierra y el hielo del cielo. Rodeado de mares y océanos, testigo del choque de placas tectónicas, donde volcanes activos y aguas termales narran la historia geológica de nuestro planeta. Un paisaje cubierto de densos bosques templados, que en verano despliegan una explosión de verdes intensos, mientras que en otoño arden en colores rojizos y en invierno quedan sepultados bajo un descomunal manto blanco.
La gran isla de Hokkaido es un balcón privilegiado al Anillo de Fuego del Pacífico. Aquí el magma, que burbujea bajo la superficie, empuja la tierra. Con cráteres que hoy albergan lagos de azul sobrecogedor. Las aguas termales emergen en valles de sulfuro y las montañas eternamente jóvenes, aún siguen creciendo.
Pero Hokkaido es mucho más que su geología imponente. Es un territorio donde la nieve no es un obstáculo, sino una forma de vida, donde sus habitantes han aprendido a convivir con el invierno. Es la tierra de los Ainu, el pueblo indígena japonés, cuya historia y cultura perviven en su lengua, su artesanía y sus mitos.
Y en la mesa, Hokkaido es un festín: mariscos fresquísimos de las aguas frías del norte, ramen reconfortante después de un día en la naturaleza y dulces elaborados con la mejor leche del país. Cada comida es un viaje en sí misma, una celebración de los sabores que solo este rincón del mundo puede ofrecer.
Hokkaido, donde la geografía cobra vida y la naturaleza dicta el ritmo. Descubre la isla que respira fuego y nieve.
Con Raúl Martín, Doctor en Geografía y especialista en paisajes fríos y de montaña.