Expedición de Santiago del Valle y Alberto Gómez Borrero
Diario de expedición: Alberto Gómez Borrero
Expedición de Santiago del Valle y Alberto Gómez Borrero
Diario de expedición: Alberto Gómez Borrero
Este whatsapp de mi amigo Santiago marcó el inicio de una historia que merece ser contada. Y es que todavía quedan aventuras que merecen ser vividas. Yo tuve la suerte de haber vivido una hace un puñado de meses.
En esta aventura no hay doncellas en apuros ni épicas peleas. Lo que hay es Geografía, Comunidad, mucha Naturaleza y algunos peligros… pero sobre todo la posibilidad, (con mucha probabilidad) de reescribir la Historia hasta ahora estudiada en los libros de texto en los colegios. ¿Os la cuento?
Para ello hay que remontarse unos cuantos siglos tras la llegada de Pizarro a Perú, encontrándose un imperio de vastas proporciones enfrascada en una guerra civil. El secuestro del inca Atahualpa y su ejecución, pese haber cobrado el mayor rescate de la historia de la humanidad, marcaría el inicio de la conquista del imperio inca.
Para mantener el control, Pizarro nombra a Manco Inca, hijo de Huáscar y por tanto sobrino de su archienemigo Atahualpa cuya sangre le hacía un legítimo gobernante, siempre al servicio de los recién llegados españoles. Pero Manco Inca, se rebela e inicia la resistencia contra los invasores.
Durante los próximos cuarenta años, cuatro incas gobernaron los retales del Tahuantinsuyo y coordinaron esta oposición desde Hatun Vilcabamba alternando con periodos de paz y alianzas, hasta su conquista definitiva en 1572. Manco Inca y tres de sus hijos, Sayra Tupac, Tito Cusi Yupanqui y Tupac Amaru fueron los cuatro últimos incas que plantaron cara en la Conquista. Un pedazo importante de la Historia de Perú que los niños no estudian en los colegios y que desde mi punto de vista deberían conocer y enorgullecerse.
Al principio un pequeño destacamento de soldados se encargó de vigilar la zona para evitar el peregrinaje al santuario como símbolo de resistencia con el peligro de poderse avivar la llama de la rebelión, pero pronto caerá condenada al ostracismo y engullida por la naturaleza.
Durante el último siglo muchos exploradores como Gene Savoy, Peter Frost, Edmundo Guillén o Vincent Lee han tratado de localizar esta legendaria ciudad. Este también era el propósito de Hiram Bingham cuando se topó de bruces con Machu Picchu. Pero todos ellos llevaban unos planos erróneos situando el meridiano 73ºW a varios kilómetros al oeste, en lugar de pasar por el abra Qolpaqasa según la actual cartografía del Instituto Geográfico del Perú.
Considerado como uno de los grandes misterios de la arqueología mundial, algunos creen haberla encontrado y la sitúan en la actual Espíritu Pampa, lugar emblemático por los incas por la alianza forjada con tribus amazónicas, pero que en ningún caso podría ser considerada como Hatun Vilcabamba o Vilcabamba la Grande, entre otros motivos porque los españoles tuvieron que dejar los caballos por el difícil acceso sin poder aprovechar una ventaja competitiva decisiva. A Espíritu Pampa siempre se ha podido llagar a caballo y en la actualidad en coche.
Mi amigo Santiago del Valle, uno de los ilustres premiados por la Sociedad Geográfica Española, ha estado buscándola durante más de quince años y tras varias expediciones pisando sobre el terreno y siguiendo las pistas de las crónicas de la época por fin la encontró.
En su libro “Hatun Vilcabamba, el último refugio de los incas”. Ediciones del Viento. 2012, desvela la ubicación exacta y cuenta con detalle los pormenores del descubrimiento. Desde el estudio de los documentos del s. XVI sobre la conquista a manos del ejército de Martín Hurtado de Arbieto, hasta la euforia al descubrir toponimias sólo conocidas por los locales y que no aparecen en ningún mapa. Pistas fundamentales por coincidir con los textos de los cronistas como Pedro Sarmiento de Gamboa, Fray Martín de Murúa o Juan Díez de Betanzos.
El presidente de la Comisión de Cultura y Patrimonio del Congreso de la República invitó a Santiago a presentar los resultados de sus exploraciones e investigaciones para identificar el emplazamiento de Hatun Vilcabamba.
Presentando los resultados de las investigaciones y exploraciones de Hatun Vilcabamba.
Santiago ha estado acudiendo a las instituciones para dar a conocer su hallazgo.
Desde entonces Santiago ha estado acudiendo a las instituciones para dar a conocer su hallazgo. Al contrario que otros exploradores que se han dedicado a vender libros sobre la posible localización de Hatun Vilcabmaba, se ha enfrentado en multitud de conferencias a las preguntas de académicos, historiadores y arqueólogos para argumentar su tesis y pese a que concuerdan que todo apunta a que en verdad es la enigmática ciudad, opinan que hasta que no se vaya y se excave no se podrá saber con seguridad, como se indica en la Resolución Directorial 616-2012 del Ministerio de Cultura.
Efectivamente, eso es lo que hace falta. Que vayan arqueólogos del Ministerio asesorados por Santiago y que certifiquen si en verdad es Vilcabamba la Grande, lo que sin duda, supondría un tesoro de conocimiento para historiadores y por lo que correrían ríos de tinta en las revistas especializadas de arqueología más prestigiosas del mundo.
Primero fue el grupo terrorista Quispe Palomino, escisión de Sendero Luminoso que operaba por la zona del VRAEM traficando con pasta base para elaborar cocaína que consiguió que no fuera seguro ir, al decretarse Zona de Emergencia. Tampoco ayudó el multitudinario desfile de ministros de Cultura en los últimos años… y últimamente la dichosa pandemia.
Por unas cosas o por otras, todavía la Autoridad encargada de certificar el hallazgo no se ha puesto manos a la obra, pero Santiago ya ha coordinado algunas excavaciones siempre acompañado por arqueólogos peruanos colegiados, y ha desenterrado tres recintos y ubicado la residencia del Inca. Pero de acuerdo con algunos detalles de las crónicas, podría haber hasta cuatrocientos recintos enterrados bajo quinientos años de vegetación.
Ya hemos pedido presupuestos a empresas que trabajan con la tecnología LIDAR para obtener un mapa 3D de la explanada donde se podría identificar dichos recintos para ir con la pala a tiro hecho, pero lamentablemente además del interés por querer excavar también hacen falta las tres cosas que Napoleón consideraba imprescindibles para ganar guerras: Dinero, dinero y dinero.
En esta expedición apodada SGE-SGL (Sociedad Geográfica Española – Sociedad Geográfica de Lima) teníamos dos objetivos principales. Por un lado, asistir a la asamblea de la comunidad de Totora para informar de los avances de las investigaciones y renovar el interés de sus habitantes para apoyar los trabajos de excavación ante las autoridades institucionales. Y por otro lado, seguir el rastro de los lugares mencionados por los cronistas de la época, tratando de reproducir el camino que siguió el ejército de Hurtado de Arbieto desde Marcanay, donde la noche anterior vislumbraron el resplandor del incendio prendido por los incas en su huida hacia la selva amazónica, antes de la conquista definitiva de Hatun Vilcabamba.
Me siento muy afortunado de haber podido acompañar a Santiago en esta expedición. Fue una experiencia muy reveladora y aunque pasé un poco de miedo en algunos momentos, la vivencia fue increíble desde la óptica del aprendizaje sobre uno de los capítulos más difusos en la historia de mi queridísimo Perú.
Aunque definitivamente nos manchamos las botas de barro, esta aventura fue más académica. Como en el viaje a Itaca, lo importante fue disfrutar del camino y tener cerca a Santiago durante tanto tiempo, fue un privilegio porque podía contestar todas mis dudas saciando así me sed por conocer. Estaba siendo testigo de verle hacer historia desde la barrera. Lo intrépida que puede ser la aventura del saber.
También supuso un viaje muy humano compartiendo momentos apasionantes con el equipo integrante al resolver problemas que se presentaban en el camino, teniendo interesantes conversaciones sobre la vida misma, vibrando emociones y viviendo peligros.
La verdad es que no había conocido antes a nadie con tanta determinación como Santiago. Todo un referente al que admirar. Un ejemplo de constancia además de un intrépido aventurero explorador. En la Sociedad Geográfica Española le llamamos el Indiana Jones español. Sin látigo ni revólver pero con las ideas muy claras.
Mención especial a mi compañero y amigo Fredy Cobos que nos guio por el camino de manera muy resolutiva y con quien disfruté de su gran sabiduría. Hace pocas semanas me comunicaron que el cáncer se lo llevó sin apenas avisar. Un gran hombre de buen corazón con quien me hubiera embarcado a cualquier aventura hombro con hombro. Cuida de nosotros desde Ahí Arriba, amigo.
Campamento base en Huancacalle, la Resistencia en Vitcos, el abra Porcay, el nevado Choquezafra, la asamblea de Totora, el meridiano 73ºW, la emboscada de Roca, la fortaleza de Wayna Puccara, el cruce de caminos de Toroc, el río Pampaconas, el valle de Patibamba, la acampada de Marcanay, el cerro de Yana Orqo, la explanada de Hatun Vilcabamba, el baño de multitudes en Pucyura… Qué nombres más raros, algunos impronunciables. Sin embargo, después de haber explorado por allí “poniéndole cara” a los sitios me vienen recuerdos evocadores de colores, olores y emociones que estoy seguro me acompañarán toda mi vida.
Por otra parte, Santiago acaba de publicar un nuevo libro llamado “De Machu Picchu a Hatun Vilcabamba” dando a conocer la relación sagrada entre ambos emplazamientos que se encuentran en la misma latitud y lo que parece más sorprendente a casi la misma altitud (2430-2450 msnm). Además, sus apus principales (Salcantay y Choquezafra) se encuentran alineados de igual forma al suroeste de sus respectivas ciudadelas y sus santuarios sagrados al norte (Huayna Picchu y Yana Orqo). ¿Casualidad?
Esperemos que este libro ayude a impulsar el interés del Ministerio de Cultura y tan pronto sea posible podamos ir a excavar. Lo que supondría la activación económica de la región tan depauperada, el orgullo patrio para todo el Perú y una suerte para el mundo que será testigo del alumbramiento de una nueva joya del rico tesoro peruano.
Ya estamos trabajando en una nueva expedición para acceder a Vilcabamba la Grande desde Ayacucho lo que también pondría en valor otras rutas turísticas. Pero esta es otra historia que ojalá os la pueda contar pronto.
Si queréis más información sobre este descubrimiento, podéis visitar la página web: www.vilcabamba.es
Alberto.
Entrevistas en medios de comunicación a Santiago poniendo en valor sus investigaciones sobre el último refugio sagrado de los incas.