La JAMBIYA es una vieja “amiga” que conocimos hace muchos años, durante la expedición “Ruta Reina de Saba”. Embarcamos en Valencia dos 4×4 españoles y los recogimos en el puerto yemenita de Al Hodeida, desde donde exploramos el fascinante Yemen, la desconocida Yibuti y la sorprendente Etiopía, publicando el libro “Tras las Huellas de la Reina de Saba”.
Fue en Yemen donde tuvimos por primera vez contacto con esta peculiar daga árabe cuyos orígenes se remontan a miles de años atrás, hasta ubicarnos en la era del reino bíblico de Saba. De hecho, una de las vetustas estatuas descubiertas muestra la figura de un monarca de Saba luciendo esta elegante daga.
Es el símbolo del sur de la península arábiga, en Omán hasta aparece en su bandera. Pero se asocia indeleblemente con Yemen y Nayarán, ya que fue una región que perteneció a Yemen pero que finalmente absorbió el joven país saudita tras un intenso “contencioso”.
La jambiya, tradición y elegancia.
¡Para tener dónde elegir!
Paseando por el zoco de Nayarán encontramos muchos comercios dedicados a la fabricación artesanal y venta de este símbolo ancestral. Representa para los hombres el paso de la niñez a la edad adulta, que se produce a los catorce años. A partir de ese momento, ya pueden lucir con orgullo ese preciado tesoro tradicional. Más que un arma, en realidad la consideran como una joya masculina, símbolo de virilidad y orgullo. Son transmitidas de padres a hijos durante generaciones.
Pura artesanía para un símbolo ancestral.
Las jambiyas son una preciosa obra de arte junto con sus elaboradas fundas, algunas de cuero hermosamente trabajadas o con metal repujado, pudiendo ser plata y hasta con incrustaciones de piedras preciosas. Sus mangos son de madera, hueso o resina, ricamente decorados. Por fortuna, la vieja costumbre de confeccionar los mangos con cuerno de rinoceronte está totalmente prohibida.
Se porta en posición vertical delante del cuerpo, sujeto con un cinturón, también artesanalmente trabajado y decorado.
En Nayarán, como en Yemen, no faltan en ninguna celebración o bailes tradicionales, como pudimos comprobar en un baile que Abdulá y sus amigos iniciaron tras una de las veladas que compartimos.
Pura artesanía para un símbolo ancestral.
Los cinturones, tan importantes como la jambiya.
La jambiya tiene sus propios monumentos.
















