MARRAKECH A TRAVÉS DE SUS JARDINES, CON PILAR LACASTA

Marrakech es conocida como al-Bahya “la ciudad que alegra el corazón”, acepción conseguida gracias a los jardines y espacios verdes que alberga. Desde su fundación por los almorávides a principios del siglo XII y, sobre todo gracias a los impresionantes trabajos de ingeniería hidráulica llevados a cabo por los almohades que consiguieron conducir el agua desde el Atlas, la zona desértica donde se asentó la ciudad, devino en un vergel con sus jardines reales, sus riads, etc.

Hasta hace pocos años, la ciudad conservaba más de setenta zonas ajardinadas, pero el importante crecimiento urbano llevado a cabo desde mediados del siglo XX se ha realizado a costa de muchos espacios verdes. Aun así, existe un gran interés por recuperar jardines históricos e incrementar tanto los parques como las calles arboladas.

En este viaje visitaremos siete jardines que reúnen las características de los antiguos jardines islámicos y las novedades de la jardinería actual, presente tanto en riads como en parques públicos.

Visitaremos jardines reales. En el Palacio del Badí solo se conserva el magnífico trazado del siglo XVI, pero en él, todos los elementos que lo integran orbitan en torno a un gran patio en el que agua y vegetación están presentes como verdaderos protagonistas acompañando a la arquitectura. Con los datos arqueológicos que conocemos podremos reconstruir la magnificencia del palacio y sus jardines.

En el Palacio Bahia, construido en el siglo XIX nos deleitaremos con las numerosas fuentes, patios y jardines que, adornadas con naranjos, cipreses, jazmines y árboles de plátano, decoran la parte más antigua del mismo.

Recorreremos los grandes huertos donde crecen palmeras, naranjos, limoneros, higueras, etc., alimentados por grandes estanques de agua y un complejo sistema de riego formado por canales subterráneos (khettaras) y canales superficiales (suquias) que distribuyen el agua llegada del Alto Atlas. Tanto Agdal como Menara portan el bagaje de una larga historia reconocida como Patrimonio de la Humanidad. (Para el proyecto de rehabilitación integral de la finca real de Agdal de Marrakech, el equipo de especialistas de la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI), donde colaboran algunas universidades españolas, está realizando una investigación en profundidad sobre los elementos arqueológicos y arquitectónicos, la hidráulica, la botánica y la historia).

Visitaremos también algunos de los parques públicos de más reciente creación, símbolo de la modernización de Marruecos, como el Parque Lalla Hasna y el Cyberparc Arsat Moulay Abdeslam, que se compone de dos jardines, el jardín histórico y un espacio pintoresco con praderas, caminos, y modernas plantaciones donde los visitantes tienen acceso libre a wi-fi y otras tecnologias.

En cuanto a los jardines privados, daremos una vuelta por el extraordinario jardín de la Mamounia, antiguo jardín real perteneciente hoy al hotel del mismo nombre, donde los espacios repletos de flores se combinan con avenidas de olivos centenarios y huertas con todo tipo de verduras.

Y, por supuesto, visitaremos la joya de los jardines de Marrakech, Majorelle, más conocido como el Jardín de Yves Saint Laurent. Una explosión de luz y color nos espera en el jardín que creó el pintor Jacques Majorelle a partir de 1930. El espacio es un bello contraste entre el verde de las plantas traídas por Majorelle de todas partes, con el azul Majorelle, un azul ultramar a la vez profundo y claro, y el agua que se encuentra por todas partes. Abandonado casi completamente a raíz de un accidente que sufrió Majorelle y que le obligó a volver a Paris, fue restaurado por Yves Saint-Laurent y Pierre Bergé en 1980. Ellos recuperaron el espíritu de Majorelle y continuaron su labor aumentando el número de plantas. En 2008 muere Yves Saint-Laurent, pero su legado en manos de la Fundación Jardin Majorelle de Marrakech quedó asegurado. Podremos visitar también su museo inaugurado en 2017 que combina dos mundos: la moda y Marruecos.