José Mijares, explorador polar:
“Para saber moverse en el frío hay que tener técnica, lógica y conocimiento.”
José Mijares “nos recibe” desde el almacén de su tienda en Honningsvag, a las puertas del Cabo Norte. Con un maravilloso día primaveral de a 3º de temperatura vemos a través de sus ventanas la nieve aún entre las coloridas casas de este enclave noruego. Sin duda, y aún más en estas circunstancias, nos apetece mucho hacer una incursión por este pintoresco lugar pero lo cierto es que el almacén de José Mijares tiene mucho, muchísimo, potencial para explorar; de hecho, a lo largo de nuestra charla, este palentino de Noruega va enseñándonos todo tipo de materiales para moverse por el frío: prendas de lana, botas (¡qué bonitas las botas de tu mujer, José!), calcetines, gorros y hasta prendas de piel de foca.
Si alguien conoce los secretos del frío es José Mijares que reconoce su pasión por las montañas desde siempre: a los 9 años ya salía por la montaña palentina y desde los años dos mil se encuentra, como él denomina, en su destino total, en Escandinavia. La de hoy ha sido una avanzada de un taller práctico en toda regla, con consejos, experiencias y muestras del material que recomienda para llevar en las expediciones a zonas de frío.
El frío se ve y se escucha
El ser humano no está hecho para el frío, nos dice, porque compensamos y regulamos la temperatura sudando y eso, en el frío, simplemente nos mata. Ningún animal adaptado suda -advierte- de hecho nos recuerda que al explorador Robert Falcon Scott se le murieron los caballos manchurianos en su expedición a la Antártida por este motivo.
Tenemos que familiarizarnos con el frío, nos recomienda Mijares. Hay que saber qué es estar a 0º, 5º, -10º, -20º y, si tienes suerte, a -50º y saber distinguirlo. Las sensaciones son diferentes y cuando se baja a -30º se pueden ver los cristales de hielo, los parhelios y trochas solares. Pero además el frío se oye; la nieve a esas temperaturas cruje – indica.
Después hay que saber cómo utilizar el material porque para saber moverse en el frío hay que tener técnica, lógica y conocimiento, no hay más -afirma José. En el apartado de vestimenta nos recomienda la técnica de generar capas de aire que hagan de regulador térmico: hacen que no se vaya el calor y que no entre el frío. Para esto el mejor aislante que hay – dice -es la lana. “Es un material fantástico como primera capa” señala. Recomienda otra segunda capa de lana y después una chaqueta de goretex. Como recomendación genérica, José Mijares nos dice que lo ideal es salir muy poco vestido y después vestirte por encima. Insiste en las cualidades de la lana: es elástica, no se rompe, hidrófoba y bactericida. Y para ilustrarlo nos pide que hagamos memoria y recordemos las fotografías de Mallory o de Norton en el Everest “iban con americanas de lana”. Y se reafirma en este noble material: “prefiero apostar por la lana y no por tejidos artificiales. También es más cara” advierte.
En la exploración hay que poner cabeza, recalca Mijares, para ello es imprescindible tener en cuenta una serie de cosas fundamentales:
Comida: sabemos que tenemos que comer bien porque la energía es la gasolina del músculo, es lo que te da calor.
Frío: hay que vigilar el frío en las extremidades y centrifugar partes de tu cuerpo (como los brazos) para que el calor llegue a los dedos, por ejemplo.
Humedad: el frío es diferente según la altitud a la que se esté, o si se está en el hielo, o en el bosque. El frío es mayor cuando hay más humedad y hay que tenerlo en cuenta.
Cuando paras de andar y tienes que montar el campamento recomienda llevar preparada en la pulka una tienda premontada para que sea lo más fácil posible el momento de la instalación; asimismo recomienda llevar también un saco premontado y una cocina de quemador de gasolina dentro de la tienda de campaña. Parece una locura -advierte- pero es la forma de conseguir calor. Ofrece José una serie de consejos como colocar un bote de agua hirviendo dentro del saco de dormir para que pueda calentarlo, al modo de las bolsas de agua caliente que nos ponían nuestras abuelas; cenar bien y con calorías (comida liofilizada, aceite de oliva, sopa, chocolate, café o buena hidratación); e instalar una cuerda en la tienda a modo de tendedero para poder secar la ropa y el material necesario.
Responde también a algunas consultas del público como la forma de protegerse los pies contra la humedad y recomienda una vez más un sistema de capas consistente en:
- Un calcetín fino, poco más que uno de tipo ejecutivo.
- Una bolsa de tipo nylon para hacer una barrera de vapor
- Y un calcetín de lana grueso.
Sobre la consulta de la importancia de llevar máscaras, lo recomienda vivamente puesto que de lo contrario perderíamos la nariz en circunstancias de frío extremo.
Charla/taller/masterclass, este rato compartido con José Mijares. Consejos, ejemplos, técnicas y sentido común a la hora de poner en marcha una expedición por zonas de frío extremo, sin duda. Nos despide desde su almacén para exploradores con la maravillosa reflexión de que la situación que estamos viviendo debería servirnos para “mirar el mundo con otros ojos, buscar en los sitios más cercanos la forma de hacer mil aventuras y después atacar lugares más lejanos”.