La ruta prevista para llegar a Arabia era por Irán porque ninguna embajada iraquí concedía visados para entrar por tierra. Pero por un motivo que desconocemos, el consulado de Irak en Ankara empezó sorprendentemente a conceder visados para entrar en Irak y conseguimos dos flamantes visados que nos permitían una estancia de 30 días en Irak Eso nos ahorró una tremendísima vuelta de casi 2.000 km por tierras iraníes que ya conocíamos muy bien. Y cruzar Irán nos preocupaba especialmente por la pésima calidad del gasoil para un motor de nueva generación como el nuestro.
Al poco tiempo, por motivos que también desconocemos… ¡dejaron de darlos! Esa vía volvía a estar cortada indefinidamente pero nuestro visado seguía siendo válido y entramos sin ningún problema.
Irak sí que es un país comprometido pero la información recibida nos hace creer que ahora mismo está en paz y se puede recorrer… por las vías abiertas para los extranjeros, no por todos sitios pero por lo visto se puede llegar a todos los lugares importantes del país “sin problema” (todo es relativo, claro).
El país está en paz pero es un avance lento. Hay infinitos controles de carretera en el que comprueban pasaportes, visados, documentación del vehículo y a veces un registro somero. El trato es extremadamente cordial, piden disculpas, dan conversación, invitan a un té… Los militares y policías son idénticos a la población que nos vamos encontrando: enormemente hospitalaria y cordial.
Por prudencia, no conducimos de noche y cuando el atardecer quiere atraparnos en lugares “dudosos”, avanzamos hasta el primer check point (control) y pedimos pernoctar con ellos. Nos acogen con los brazos abiertos y en ocasiones hasta nos invitan a cenar y/o desayunar. ¡Increíble!
La anécdota es el diálogo en el check point de la foto:
–Vicente: ¡Buenas tardes! Se nos ha hecho de noche, ¿podemos dormir en su check point?
–Militar del check point: Claro que sí, bienvenidos a Irak.
–Vicente: ¿Allí puede ser?
–Militar: No, ahí no, mejor pónganse allí.
–Vicente: ¿Delante de la torreta nido de ametralladoras?
–Militar: Sí, sí, es un buen sitio.
¡Y ahí dormimos!