Carta de Juan Menéndez Granados
Querido Antonio,
Felicidades de antemano, pues estar en este punto, a pocos días de partir para el continente blanco, es ya todo un éxito; por lo menos, en mi caso, fue el mayor escollo, y una vez allí, las cosas fueron en cierto sentido, más sencillas.
La Antártida es un continente inhóspito, solitario, lo más cerca que tenemos en la Tierra a estar en otro planeta. Es, literalmente, inhumano y abrumador. Poniéndolo todo en contexto: no hay asentamientos humanos (a excepción de las pocas bases científicas), no ves ningún tipo de vegetación, pájaros u otros animales, ni siquiera estelas de aviones, y en esta época del año hay 24 horas de sol; todo ello, aderezado con temperaturas gélidas. Pero sin duda, el principal enemigo es el viento, que, siempre en contra (los vientos catabáticos van del interior del continente a la costa), pone las sensaciones térmicas al límite de lo soportable y es una fuente inagotable de complicaciones a todos los niveles, desde minarte la moral a lesiones por frío y congelaciones.
Todo mi apoyo y profundo respeto en tan complicada empresa. Las cosas se pondrán difíciles por momentos, pero te estaremos acompañando y dando aliento. Y desde luego, ni capacidad ni empeño, como ya nos has demostrado en anteriores expediciones, te faltan. Y lo dicho, disfruta mucho del camino, siempre rumbo al sur.
Un abrazo muy fuerte,
Juan Menéndez Granados
“Juan Sin Miedo”