Texto: Emma Lira
Boletín 79 – Sociedad Geográfica Española
Viajes de papel: literatura y libros de viajes
Cuando analizamos lo (poco) que sabemos sobre nuestra propia historia encontramos el imbatible camino trazado por los clásicos detrás de cada dato, cada accidente geográfico y cada referencia mitológica. ¿Quién nos habló de esas leyendas sobre las columnas de Hércules que la tradición situaría en Gibraltar, sino Homero? ¿Quién sino Heródoto nos cuenta las costumbres de los íberos? ¿Quién, sino Avieno, nos dibuja los contornos de la mítica Tarteso?
Rastreamos nuestra historia y nuestra geografía, buscamos otros horizontes con curiosidad o afán exploratorio porque alguien, antes que nosotros lo ha hecho. Enfrentamientos, exilios, prospecciones, rutas comerciales o colonizaciones fueron los motores que comenzaron a conectar los diferentes puntos del mundo conocido hace milenios. Quiero pensar que en cuanto el ser humano pudo asentarse, rodearse de una muralla y explotar los recursos agrícolas y ganaderos, su alma aún nómada sintió de nuevo irrefrenablemente el ansia de marchar.
Posidonio describió la costa mediterránea, Polibio nos contó las guerras púnicas y Estrabón nos ofreció detalladas descripciones sobre la Hispania romana. Los recursos minerales, los nombres de las tribus e incluso de los caudillos, las distancias que separan cada puerto, los templos, las montañas o los ríos fueron cuidadosamente anotados tras navegaciones inciertas y entrevistas a marineros. Y cuando no hubo guerras ni imperantes necesidades comerciales, la incipiente topografía y la innata curiosidad ayudaron a alimentar la pasión de viajar porque sí, sin excusas, por puro conocimiento. Si su intención no fue acercar un poco más el mundo, podríamos decir que fue la consecuencia.
EL VIAJE DEL HÉROE DE HOMERO
Quizá la primera crónica de un viaje sea la Odisea de Homero, una obra griega clásica que narra el viaje de regreso del héroe Odiseo a su hogar, Ítaca, después de la histórica Guerra de Troya. Aunque aún existe un debate abierto sobre si Homero fue efectivamente su autor y sobre su datación (en torno al VIII a. C.) lo incuestionable es lo que cuenta: un viaje a lo largo de diez años por el mundo conocido en la época, abordando diferentes personas y lugares. Los emplazamientos reflejan la dimensión cultural del Mediterráneo antiguo y conectan el mito con la realidad, pero también permiten hablar de distancias, de mundos bárbaros y salvajes, y de la tentación a la que continuamente someten al viajero, distrayéndole de su objetivo, el regreso.
Troya como punto de partida, Ítaca como destino, el mar ambivalente que representa por igual la libertad y la amenaza, las islas míticas que “atrapan” a los viajeros, el descenso al Hades como búsqueda del conocimiento… la Odisea no solo narra un desplazamiento físico, sino también el viaje interior de Ulises, a través del cual el héroe se enfrentará a numerosos desafíos que lo obligan a crecer, aprender y madurar. Ese es el auténtico legado de la Odisea, el permitirnos, como a Ulises, viajar con dudas e incidencias, no como un héroe, sino como simples mortales, para que el viaje se convierte en una búsqueda de identidad, en un proceso de transformación personal y, en definitiva, en una metáfora de la vida. Si Homero pretendía mostrar al lector las amenazas que acechan más allá del mundo conocido
no lo consiguió. Las generaciones posteriores vemos en la Odisea el atractivo que supone la exploración de lo desconocido, una auténtica invitación a salir de nuestra zona de confort y aventurarnos en lo imprevisible.
Estrabón. Grabado s. XVI
HERÓDOTO, EL PADRE DE LA HISTORIA
En el siglo V. a. C. el griego Heródoto ya había realizado extensos viajes por el mundo de su época y empezaba a plasmar sus experiencias en sus Historias. Aunque su enfoque principal eran las guerras médicas entre Grecia y Persia, dedicó una parte considerable de su obra a describir los lugares, pueblos y costumbres de las diversas regiones que visitó o de las que tuvo noticia. Entre ellas destacaban Egipto, Escitia, Grecia, Libia, Arabia, la India y el resto de los territorios al este de Persia.
La novedad de su narración es su capacidad para centrarse en las personas. Heródoto se interesa especialmente por los habitantes, describiendo las costumbres, tradiciones, creencias religiosas y formas de vida de los diferentes pueblos que conoce, pero también presta especial atención a la Historia aderezada con los mitos y las leyendas que la componen, hasta tal punto que se ha convertido en una fuente primaria de primer orden a la hora de comprender la diversidad cultural y geográfica del mundo antiguo. De hecho, es considerado uno de los primeros historiadores en intentar verificar sus fuentes y ofrecer una visión crítica de los acontecimientos.
En la concepción del viaje moderno la herencia de Heródoto nos aporta el espíritu aventurero, la curiosidad, y una gran capacidad para la observación al igual que una encomiable búsqueda de la verdad, a pesar de que algunas de sus historias pueden contener elementos legendarios, propios de la época. Heródoto no se limitaba a narrar los hechos, sino que también comparte sus propias experiencias y reflexiones, al estilo de un cronista de viajes. Esto convierte sus Historias en un relato personal y cercano, capaz de conectar con el lector de una manera profunda, e invitándonos a seguir su estela.
Representación del mundo según Estrabón.
LA GEOGRAFÍA DE ESTRABÓN
Si Homero nos obsequió con el primer viaje de la Historia, siete siglos después, el geógrafo griego Estrabón, nos regaló el primer Atlas. En el siglo I a.C., Estrabón escribió una obra en 17 libros llamada Geografía, pero en ella no se limitó a describir lugares, sino que analizó sus características físicas, históricas, culturales y económicas. Su obra abarca contenidos geográficos que van desde Europa hasta Asia, incluyendo regiones como Grecia, Siria, Palestina, Arabia, Egipto, India y Etiopía, sin excluir los lugares más alejados del núcleo mediterráneo como eran Hispania o la Galia.
A diferencia de otros geógrafos de su época que se centraban en cálculos matemáticos y mapas precisos, Estrabón priorizaba la descripción detallada, y en una concepción periodística de la narración optaba por una compilación de diferentes fuentes ofreciendo un relato más rico y variado. Su obra destila un genuino interés por las culturas, las historias y las tradiciones de los pueblos que habitaban las regiones que describía, haciendo hincapié en cómo el clima, el relieve y los recursos naturales influían en las actividades humanas. Sus textos nos permiten aún ahora reconstruir la visión que tenían los antiguos griegos y romanos del mundo, conocer los paisajes y pueblos de la antigüedad y comprender los medios de producción, así como las rutas comerciales y las relaciones entre las diferentes culturas.
En el caso de Hispania es el primero que se esfuerza en resaltar la influencia de los pueblos fenicios y cartagineses, así como el impacto que produce en el territorio y sus habitantes la romanización forzosa. Quiero pensar que Estrabón, probablemente sin ser consciente de ello, nos ha ayudado a la hora de viajar desde la perspectiva de la historia, a preguntarnos por los hechos que han determinado el desarrollo de las regiones que visitamos. A no quedarnos en el paisaje, sino a los hechos y las personas que lo conforman.
Busto romano de mármol de Heródoto en el MET de NY.
EL MUNDO CONOCIDO DE PAUSANIAS
Pausanias fue un viajero, geógrafo e historiador griego del siglo II d.C. cuya principal contribución a la cultura y al conocimiento humano radica en su obra Descripción de Grecia. En esta extensa guía de viajes, Pausanias nos ofrece una mirada detallada y personal a la Grecia antigua que recorrió personalmente visitando ciudades, santuarios, templos y monumentos y ofreciendo detalladas descripciones sobre los mismos.
Pero además de los hechos históricos, Pausanias también recopiló y narró los mitos y leyendas asociados a cada lugar. Eso nos permite comprender la cosmovisión griega, la forma en que los antiguos griegos veían el mundo, así como als tradiciones y rituales de los habitantes de cada lugar. Pausanias creo una auténtica guía de viaje de la Grecia antigua, que ha supuesto un documento de un valor increíble tanto para la localización de yacimientos arqueológicos, como para los estudiosos y viajeros durante siglos.
Su visión personal y subjetiva de la Grecia antigua ha influido en generaciones de viajeros, escritores y artistas posteriores de tal manera que podría decirse que Pausanias aporta al viajero actual la idea del viaje como aprendizaje. El geógrafo griego no solo describe los lugares que visita, sino que los pone en valor ofreciéndonos una inmersión en la historia, la mitología y la cultura de su país. Como el observador meticuloso que era describía con detalle los monumentos, los paisajes, las costumbres y las leyendas asociadas a cada lugar y a través de ese enfoque transmite al lector una fascinación y un respeto por el pasado y por las raíces culturales que trasciende al viajero moderno. Sus escritos reflejan también varias de las características que se le presuponen al viajero actual: curiosidad intelectual, permanente capacidad de asombro y capacidad de planificación. Tres elementos imprescindibles para que un viaje suponga un éxito.
ORA MARÍTIMA, EL VIAJE NARRADO POR AVIENO
La Ora Marítima es una obra poética latina de gran importancia histórica y geográfica, escrita por el poeta Rufo Festo Avieno en el siglo IV d.C como un compendio de diversas fuentes antiguas, entre ellas el Periplo de Massalia, probablemente un texto griego del siglo VI a.C. Su narración nos ofrece una valiosa ventana al conocimiento geográfico y marítimo del mundo antiguo, especialmente del Mediterráneo y las costas atlánticas, con importantes datos sobre la geografía de la época, que incluyen desde referencias mitológicas a la ubicación de lugares, distancias y características naturales. En la actualidad supone una importantísima foto fija del momento en que se escribió y, por tanto, una fuente imprescindible para historiadores, geógrafos y arqueólogos.
Avieno dedica una parte importante del poema a describir las costas de la Península Ibérica, mencionando lugares como Tartessos, Gades (Cádiz), el Estrecho de Gibraltar, y diversas tribus y pueblos que habitaban la actual España, pero también describe diferentes lugares de la Galia, así Britania, el Mar Negro y otras regiones del Mediterráneo oriental. Su constante revisión deriva de la dificultad de equiparar algunos de los lugares que se describen con su correspondencia real como consecuencia de los cambios geográficos o las diferentes interpretaciones.
Pero su vigencia es eterna y sobre todo muestra el interés mantenido a lo largo de los siglos por conservar el “secreto” de la ruta a seguir. Un documento equiparable a una de nuestras guías de viajes que incluyera referencias y coordenadas. Con el añadido de que es en verso. Y en latín, claro.
El mundo de Egeria
EL ITINERARIO DE EGERIA
Egeria fue una mujer cristiana del siglo IV, probablemente de origen hispano, conocida por el viaje realizado -y documentado- a Tierra Santa. Su relato es uno de los primeros diarios de viaje de una mujer y una de las fuentes más importantes para conocer la vida religiosa y las costumbres de la época. Narra detalladamente el viaje realizado a Oriente entre los años 381 y 384 d. C. En él, describe los lugares que visitó, entre los que se encuentran Egipto, Palestina y Jordania donde conoce Jerusalén, Belén, el río Jordán o el Mar Muerto, Antioquía, en el sur de Siria o la capital del Imperio romano de Oriente, la entonces Constantinopla. Egeria narra con desenvoltura las costumbres de los cristianos locales, las celebraciones litúrgicas y sus propias reflexiones sobre la fe y su testimonio es especialmente importante porque supone una de las pocas y valiosísimas fuentes escritas por una mujer en la Antigüedad tardía, ofreciendo una perspectiva única sobre los Santos Lugares, la vida religiosa y social de la época, y las costumbres y tradiciones de los pueblos que fue encontrando a lo largo de su camino.
Egeria es considerada la primera gran peregrina de la historia. Podríamos hablar de ella como una precursora del turismo cultural pues su relato pone por primera vez en valor el patrimonio histórico de los lugares por los que pasaba. El llamado Itinerario inspiró a innumerables personas a emprender viajes a Tierra Santa y otros lugares sagrados a lo largo de los siglos, promoviendo el desarrollo de una incipiente infraestructura turística consistente en rutas, albergues y servicios para viajeros religiosos, sentando las bases del turismo religioso moderno, cuatro siglos antes de que existiera Santiago de Compostela. Su relato, con información detallada sobre la vida cotidiana, las costumbres y las creencias de la época es una fuente invaluable para historiadores, antropólogos y lingüistas y está considerado uno de los primeros ejemplos de literatura de viajes.
EL LIBRO DE LAS MARAVILLAS DE MARCO POLO
El Libro de las Maravillas, es una obra de viajes escrita por el mercader veneciano Marco Polo a finales del siglo XIII. Dictada a Rustichello de Pisa durante su cautiverio en Génova, este libro se convirtió rápidamente en un bestseller de la época cautivando a lectores de todas las generaciones. En sus páginas, Marco Polo nos transporta a un Oriente misterioso y exótico, describiendo con detalle las tierras, ciudades, costumbres y maravillas que encontró durante sus viajes por el Imperio Mongol, China y otras regiones de Asia. Su éxito es atribuible a la descripción de un oriente fascinante, repleto de descripciones completamente desconocidas para los europeos de la época, como la figura del Gran Khan, la Gran Muralla China, el papel moneda o los métodos de navegación.
Aunque algunas de las historias de Marco Polo han sido recientemente cuestionadas, el Libro de las Maravillas ha trascendido las fronteras del tiempo y su influencia se ha dejado sentir en la literatura, la cartografía y la exploración. El relato inspiró a muchos exploradores posteriores, como Cristóbal Colón, a aventurarse en busca de nuevas tierras y riquezas y sigue siendo una valiosa fuente de información sobre Asia en la Edad Media. De hecho, la visión que Marco Polo transmitió sobre Asia contribuyó a cambiar la visión que Europa en general tenía del continente vecino, ayudando a desmitificar muchas leyendas y proporcionando un importante impulso a la exploración, y a la expansión del conocimiento geográfico.
El viaje moderno encuentra en la obra de Marco Polo puntos comunes tales como la concepción del viaje como un hecho transformador, la permanente fascinación por lo exótico que nos hace buscar continuamente nuevas experiencias y aventuras auténticas alejadas de destinos masificados y el valor del intercambio cultural, gracias al que todo viaje no es sino una oportunidad para adquirir conocimiento. Y al igual que Marco Polo compartió sus aventuras al regresar a Venecia, los viajeros actuales utilizan las redes sociales para documentar y compartir sus experiencias, inspirando a otros a explorar el mundo.
Mosaico de Marco Polo.
Mujer de la época de Egeria.
LA RHILA A LA MECA DE IBN BATTUTA
En el siglo XIV, el explorador marroquí Ibn Battuta emprendió una de las travesías más extensas de la historia. Partió de Tánger en 1325 con la intención de realizar la peregrinación que todo musulmán debe hacer a La Meca, sin embargo, una vez finalizada, en lugar de regresar a casa, decidió continuar viajando. Durante casi tres décadas, Ibn Battuta recorrió vastas extensiones de tierra, cruzó océanos y se sumergió en diversas culturas desde el norte de África hasta China, pasando por Oriente Medio, Asia Central, la India, el Sudeste Asiático y África subsahariana. Al regresar a Marruecos, Battuta dictó un relato detallado de sus viajes, una rhila o relato de viajes, que constituye una visión única del mundo medieval, con una narración pormenorizada de costumbres, religiones, ciudades y paisajes. Sus viajes contribuyeron a respetar la diversidad de culturas y creencias, a expandir el conocimiento geográfico, mapear el mundo conocido, promover el intercambio cultural e inspirar a futuras generaciones de exploradores. La Rihla de Ibn Battuta fue una de las primeras guías de viaje detalladas. Y algunas de sus rutas se siguen haciendo incluso en la actualidad.
LA DESCRIPCIÓN GENERAL DE ÁFRICA DE LEÓN EL AFRICANO
León el Africano, cuyo nombre original era al-Hasán ibn Muhammad al-Wazzán al-Zayyáti, fue un explorador y geógrafo árabe que vivió a caballo entre los siglos XV y XVI. Su vida y obra lo convirtieron en una figura clave en la comprensión de África y el mundo árabe durante el Renacimiento. Nacido en Granada, en una familia de eruditos, León el Africano vivió la conquista cristiana de la ciudad en 1492, tras la cual, se vio obligado a exiliarse en Fez, Marruecos, donde completó su formación. Su curiosidad por el mundo lo llevó a emprender extensos viajes por el norte de África y el Sahel, llegando hasta Tombuctú.
Su obra más famosa, Descripción de África, es un compendio geográfico e histórico que se convirtió en una de las principales fuentes de información sobre el continente africano para los europeos durante siglos. En él, el autor describe detalladamente las ciudades, los pueblos, las costumbres, la geografía y la historia de las regiones que visitó, actuando como puente entre el mundo árabe y el mundo cristiano, y transmitiendo conocimientos valiosos sobre África a los europeos.
Su obra proporcionaría a estos últimos una visión más precisa y detallada del continente vecino, desafiando muchos de los estereotipos y mitos que existían en ese momento hasta tal punto que inspiraría a exploradores como Vasco da Gama, a emprender sus propios viajes hacia África.
Su obra sigue siendo una fuente de referencia para historiadores, geógrafos y africanistas. No solo contribuyó al trazado de mapas más precisos, sino que reveló la existencia de grandes imperios y ciudades que, como Tombuctú, eran desconocidos para muchos europeos. Su desmitificación de África ayudó a percibir su gran diversidad cultural y étnica desafiando la visión estereotipada de un continente homogéneo y “bárbaro”. Y contribuyó al enriquecimiento cultural de Europa, al facilitar el intercambio de conocimientos e introducir nuevas ideas y perspectivas sobre el mundo.
Bibliografía básica:
Odisea, Homero (Gredos. 2019). Y Odisea Liberada (Blackie Books. 2022)
Historia, Herodoto (Edaf. 2024)
Geografía, Estrabón (Alianza Editorial. 2015)
Viaje de Egeria (La línea del horizonte. 2024)
El libro de las Maravillas, Marco Polo (Alianza Editoral. 2018)
A través del Islam, Ibn Battuta (Alianza, 2005)
Descripción de África, León el Africano (El Legado andalusí. 1995)
León el africano, Amin Maalouf (1986) (Alianza, 2018)
* Periodista y escritora, autora, entre otros libros, de “Espejismo, viaje al Oriente desaparecido”, “El último árbol del paraíso”, “Búscame donde nacen los dragos” y “La luna sobre Roma”. Colaboradora de National Geographic y miembro del Consejo de Redacción de la SGE.