Álex Galán, documentalista y presentador:
“La naturalidad es la norma a la hora de contar.”
Una yurta en medio de la estepa de Mongolia, una familia de pastores delante del fuego en medio de la noche, en la calma en la que llevan viviendo generaciones durante cientos de años… y de pronto se rompe la tranquilidad, se abre la puerta y entran: dos cámaras, un sonidisita, foquistas, uno de producción, el traductor y el conductor ¡Es imposible grabar con normalidad! Con la descripción de esta escena, Álex Galán nos da una de las pautas más importantes a la hora de tener en cuenta en las grabaciones documentales: lo importante es la normalidad.
Hablar de la naturalidad y de la normalidad sería raro sin contar con esos mismos ingredientes en la propia charla, y Álex los derrocha. Álex Galán, documentalista, guía de viajes, presentador de Tv, ha rodado series documentales como “El Invierno del Mundo” sobre la vida de los nómadas en pleno invierno, grabada de Moscú a Bangkok a temperaturas de 40 bajo cero, en convivencia con algunas de las familias más aisladas del planeta. En nuestro último directo de Explorãre en casa, Álex nos da un buen número de consejos a la hora de tener en cuenta para contar nuestros proyectos viajeros.
Hay que grabar siempre el por si acaso
La planificación es fundamental en cualquier proyecto. Es imprescindible preparar todos los detalles posibles, tenerlo todo previsto para, casi con toda seguridad, tener que improvisar una vez lleguemos al escenario de rodaje- afirma Alex. La medida es complicada: baterías, datos, copias… y puedes tener una escaleta inicial perfectamente planificada con un catálogo de planos en la cabeza donde previamente sabes qué es lo que quieres grabar en el destino. Tenemos todo calculado. Pero cuando llegas, te encuentras con la paradoja de la improvisación: “prepara todo mucho para que luego se rompa”. E ilustra esta paradoja con la recomendación de “siempre hay que grabar el por si acaso”. En pleno desierto de Gobi en el que podía y quería grabar un atardecer en sus dunas, estuvo a punto de no hacerlo porque no había buena luz ese día. Pensó en dejarlo para el día siguiente por si habría mejor luz; no obstante, lo grabó “por si acaso”. Al día siguiente le avisaron de que justo iba a haber una carrera de camellos en otro sitio y había que ir porque era algo más excepcional, algo que no se podía perder. “si no hubiera grabado ese por si acaso, me hubiera quedado sin el atardecer en las dunas del Gobi” -reconoce.
Después de la jornada de rodaje llega el trabajo menos apetecible- nos cuenta Álex Galán. Cuando te apetece descansar, tienes que ponerte a vaciar tarjetas, pasar archivos al ordenador, a dos discos más y, si puedes, a otro soporte extra, mejor. Es tiempo de organización y tiempo de disfrute que te quitas pero implica llevarte a casa todo ese material y compensa – afirma.
Tener una buena historia, es tener un buen documental
En cuanto al contenido, Álex afirma que una vez que tienes una buena historia ya tienes el documental, eso es lo más importante. Nos reconoce que la planificación es fundamental pero también que hay que dejarse llevar por las sensaciones. La normalidad es la máxima. Hay que evitar mitificar e intentar contar con grandilocuencia o caer en lo peliculero “al espectador le chirría y a ti también” afirma. Es importante conectar con las gentes a las que vas a grabar, no tratarlos como si fueran un escaparate o esperar que hagan algo extra.
Hay muchas formas de llegar a ellos, la mejor es tener tiempo, sin duda, para que te conozcan y poder establecer amistad y dejar que esa naturalidad fluya. Pero el tiempo no suele ser un recurso muy abundante y hay que recurrir a cosas que funcionan muy bien y – dice con humor Álex Galán – el chorizo, el chocolate y el tabaco ayudan mucho como regalos en estas situaciones. Además, “La risa suena igual en todas partes”, hay que dejarse llevar – afirma-, volvemos a la naturalidad como seña.