12 de noviembre de 2011
“Ayer por la noche, desde la base nos informaron que a partir de las 15 horas del sábado el viento amainaría. Nos invadió la ilusión de recorrer al menos unos kilómetros, pero una vez más las previsiones fueron erróneas y la ventisca ha seguido azotándonos sin piedad.
Nos empieza a preocupar la tienda que tiene signos visibles de desgaste y la comida que inevitablemente va disminuyendo.”