7 de diciembre de 2011

Día 38: La vida en la tienda (2)

Horas de marcha: 9h45 ‘- Acumuladas Totales: 191h30
Km./Día: 25,4 – Acumulados Totales: 381,8 Km. Faltan hasta Polo Sur: 763,2 Km.
Días avanzando: 23 (19 Solo) – Días parado: 15 (0 Solo) – Total Días: 38

Energía recuperada (de momento), y la superficie mejorando poco a poco. Las primeras 5 horas era una constante alternancia de zonas duras con otras más blandas, pero las últimas 4h45, ha predominado el sol duro, y he podido avanzar mucho mejor, pudiendo incluso superar por poco mi mejor marca diaria de kilómetros: 25,4 en total. Ahora cansado y animado… espero que mañana no pague el sobre esfuerzo de hoy y me coja otra ‘pájara’ como la de ayer.

Ayer nos habíamos quedado en la hora de acostarse. Paso a continuación a explicar cómo es la vida aquí cada día desde la mañana hasta que me pongo de nuevo los esquís:

LA VIDA EN LA TIENDA (PARTE 2)

El reloj “POLAR RS800CX” que me han dado como patrocinio técnico, es una máquina estupenda para entrenar y para practicar todo tipo de deporte. Pero tiene un grave problema: no se estropea nunca por la mañana, y cada día hace sonar su alarma bien puntual a las 5h50 ‘.

Es el momento más duro del día: levantarse. Dentro del súper saco de plumas se está bien calentito, y en la tienda estamos siempre por debajo de 0 º C por la mañana, y además, si uno piensa la machacada que le queda por delante, y escucha el viento golpear contra la tienda, no le vienen ganas de salir… casi uno desearía un día de tormenta brutal para poder tener la conciencia tranquila y poder quedarse dentro del saco. El hecho es que es muy importante ser puntual al levantarse, porque con el montón de horas de marcha que me estoy poniendo, y haciendo solo todas las tareas de desmontaje y montaje de la tienda, no sobra ningún rato.

Normalmente me doy tiempo para pensarlo hasta las 6h15-6h20. Entonces un empujoncito con decisión, y ya estoy incorporado y listo para volver a la guerra. Lo primero de todo es abrigarse un poco y lo segundo es sacar todo el montón de cosas que han dormido conmigo dentro del saco. Ayer me olvidé de explicarlo, pero el hecho es que al ir a dormir, pongo conmigo todo lo que no quiero que esté frío o congelado al día siguiente. De esta manera, duermo dentro del saco con: el Buff, la máscara para la cara, los guantes, los calcetines del día siguiente, la camiseta y las mallas 2 ª. capa, la botella de agua llena, todas las baterías, la cámara de fotos y el GPS. Imaginároslo… .

Enseguida enciendo el fuego para empezar a fundir nieve y calentar la tienda. Cabe decir que está muy mal hecho, y es una imprudencia importante, hacer el fuego dentro de la tienda… de hecho, todo el mundo sabe que no se debe hacer, y lo indica claramente en todas las tiendas del mundo. Pero aquí es necesario tanto para poder calentar un poco el ambiente y poder vivir unas horas sin congelarse, como para poder secar las cosas húmedas o congeladas (Guantes, buff, calcetines, etc …).

Mientras voy fundiendo nieve, me preparo el desayuno. Normalmente consta de la parte de embutido y queso que me guardé de la cena del día anterior, más galletas y una gran taza de leche (llevo leche en polvo) con cola-cao o café. Acabo llenando de agua las dos botellas que llevo con polvos energéticos Power Bar (entre las dos 1,5 litros), y un termo de otro litro y medio, donde pongo una bolsa de té y un poco de azúcar.

A partir de aquí me visto para la batalla de nuevo, y voy recogiendo todas las cosas de la tienda, guardándolas siempre en su sitio, algo fundamental si se quiere tener todo a mano rápidamente cuando convenga.

Hacia las 7h45/8h, una vez todo ya casi listo para sacarlo de la tienda y ponerlo en el trineo, viene uno de los momentos más clave del día: hacer caca. Es muy importante ir bien regulado en este tema, y poder hacerlo siempre a la misma hora, pues créanme que hacer aquí este trabajo es una de las tareas más delicadas. Es fundamental ir rápido, pues aún no se ha inventado la manera de ir de vientre sin bajarse los pantalones y calzoncillos, ni uno se puede frotar con guantes. Por lo tanto, sin coñas, es un momento delicado por el riesgo de congelaciones. Y si ya sería grave que a uno se le congelara un dedo, imaginaos la tragedia que supondría tener congelaciones en la parte aquella que nos cuelga a los hombres de entre medio de las piernas. Así pues, me preparo como si fuera a hacer una tarea de alta seguridad de forma cronometrada: pantalones sólo con el velcro, tirantes bajados, el papel bien preparado con doble hoja en el bolsillo de la chaqueta y con el bolsillo abierto, y … al ataque. Incluso, por poco que pueda, a pesar de llevar gorro, gafas, buff, etc … salgo fuera de la tienda sin guantes, pues si uno va rápido pierde mucho menos tiempo y hace mejor trabajo. Normalmente aquí tenemos siempre un éxito rotundo, pues el cuerpo se me regula bastante bien en estos temas. La verdad es que sería una movida tener que levantarse por la noche para ir al WC, o tener que hacerlo durante la marcha del día.

Inmediatamente terminado, vuelvo a entrar en la tienda, me acabo de poner todo en orden, y ya empiezo a sacar los bultos hacia fuera. Lo pongo todo lo máximo de bien colocado posible en el trineo, y empiezo a desmontar la tienda. Esta operación de montaje de trineo y desmontaje de tienda, me puede durar entre 20 y 40 minutos, dependiendo del viento.

Suele ser entre 8h30 y 9h, y a partir de ahí, todo a punto para empezar otras 9 horas aproximadamente de machacada por la nieve, hasta que llegaré a un punto donde volveré a empezar a montar la tienda de nuevo, y a repetir todas y cada una de las tareas que os he intentado describir entre ayer y hoy … y así ya llevo 19 días desde que estoy solo, 38 en total, y me quedan, como mínimo, otra treintena … That ‘s live at Antarctica, my friends …!