Antonio de la Rosa, ha llegado a su séptimo día de travesía en la inmensidad del desierto polar antártico, enfrentándose a condiciones extremas y desafiando sus propios límites en su camino hacia el Polo Sur en solitario.
Durante este primer tramo de la expedición, De la Rosa había mantenido un ritmo regular a pesar de las adversidades del terreno y sus nieves blandas que le dificultaban el desplazamiento, aunque lento fue constante, pero finalmente ayer el cansancio pasó factura completa y decidió pausar. En declaraciones recientes compartidas con éste servidor por vía de teléfono satelital, destacó que las condiciones del suelo han mejorado, aunque esto no se ha traducido en un incremento en su velocidad. Ante esta situación, Antonio optó por hacer una pausa estratégica para recuperar fuerzas y reiniciar con energía renovada. “Ahora la verdad es que me siento bastante bien, y así puedo los siguientes días ir avanzando a un ritmo normal”, comentó.
En cuanto a su estrategia de recuperación, Antonio reveló que ha priorizado una buena alimentación e hidratación, además de seguir una planificación cuidadosa en el uso de suplementos. Durante los primeros días de travesía, tomó relajantes musculares y antiinflamatorios, pero ya ha suspendido su consumo. Ahora recurre a recuperantes en polvo y aminoácidos para mantener su energía y minimizar el impacto del esfuerzo físico extremo. “Al final, hay que escuchar a tu cuerpo”, destacó el aventurero.
A pesar de las bajas temperaturas y las ráfagas de viento que alcanzan los 30 km/h, Antonio de la Rosa mantiene su determinación y enfoque en el objetivo de completar esta desafiante travesía. La expedición, una muestra de resistencia y superación personal, también busca concienciar sobre la importancia de preservar los entornos polares, esenciales para el equilibrio climático del planeta.
Geolocalización de Antonio de la Rosa