El Museu Egipci de Barcelona
El Museu Egipci de Barcelona se creó en 1994 gracias a la iniciativa y al mecenazgo de Jordi Clos, con el objetivo de exponer ante el público su singular colección de antigüedades egipcias. De esta forma conseguía hacer partícipe a la sociedad de su pasión personal por el Egipto de los faraones y otorgaba a la ciudad de Barcelona y a sus visitantes, el privilegio de disfrutar del único museo egiptológico de nuestro país.
El Museu Egipci y a aFundació Arqueològica Clos nacieron al unísono, con el objetivo de dinamizar y potenciar la difusión del conocimiento de la arqueología. Para ello cuenta con una importante biblioteca especializada en egiptología y ofrece un rico abanico de actividades: cursos, seminarios, expediciones culturales, talleres infantiles… Además de este trabajo en la divulgación del conocimiento del arte y la historia de la antigüedad, la Fundació Arqueològica Clos ha emprendido acciones pioneras de cara a la investigación, entre las que destaca la Cátedra Jordi Clos y las misiones arqueológicas que se desarrollan en Egipto y en Sudán, cuyos resultados han recibido un importante reconocimiento internacional. Así, el Museu Egipci de Barcelona y la Fundació Arqueològica Clos se han convertido en puntos de referencia fundamentales en el terreno de los estudios egiptológicos en nuestro país.
La creación del Museu Egipci era la materialización de un sueño que empezó a gestarse en las clases de historia de las Escuelas Pías de Balmes. Con tan sólo 12 años, la magia de Egipto ya había atrapado a Jordi Clos. Poco después, siendo un adolescente, realizó su primer viaje al Nilo, e, inmediatamente, adquirió la primera pieza de su colección. Por entonces era ya tan grande su pasión por la arqueología que surgieron en él serias dudas sobre qué estudios universitarios cursar, aunque finalmente optó por estudiar Ciencias Empresariales y seguir el camino que le ha conducido a ser un reconocido hotelero, galardonado en múltiples ocasiones.
No obstante, Egipto siempre ha estado presente en la vida y en el trabajo de Jordi Clos. De hecho, en sus hoteles, ha sabido aunar con gran ingenio el moderno mundo de la empresa y el sabor nostálgico de la arqueología. Esta sorprendente combinación ha dado a los establecimientos de la Derby Hotels Collection una atmósfera muy especial, que permite disfrutar de forma directa de la belleza de las creaciones antiguas, lo que asombra y fascina a sus huéspedes. Buen ejemplo de ello es el Hotel Villa Real de Madrid, con ambientes decorados con coloristas mosaicos romanos. Aún más excepcional es el Hotel Claris de Barcelona, en cuyas habitaciones hay grabados de la Description de l´égypte de época napoleónica y diversas antigüedades de gran belleza; incluso dispone de un museo con medio centenar de selectas obras del arte de la antigüedad.
El Museu Egipci acoge la colección formada por Jordi Clos a lo largo de más de treinta años e integrada por más de 500 piezas. Es la colección privada de antigüedades egipcias más importante de España y una de las más relevantes de Europa. En ella se abarcan todas las épocas del antiguo Egipto y está compuesta por sarcófagos, máscaras funerarias, estelas, imágenes de dioses, amuletos, vasos de piedra, momias, potes de cosméticos, recipientes cerámicos, retratos de faraones, colosos, joyas…. Una amplia gama de objetos que invitan a realizar un auténtico viaje a través de los milenios y a deleitarse ante la creatividad de artistas remotos; adentrándonos en las facetas más relevantes de la antigua civilización: vida cotidiana, sociedad, panteón, culto en los templos, escritura y creencias en el Más Allá.
Las antigüedades permiten una aproximación a los diferentes ámbitos del antiguo Egipto como documentos ilustradores de su remota existencia; pero, además, la valoración estética cobra un papel muy importante en el conjunto. Este criterio es un aspecto que Jordi Clos siempre ha intentado potenciar en su colección, buscando en las antigüedades no sólo la relevancia histórica, sino también la belleza de líneas y de volúmenes.
En estos casi diez años, el Museu Egipci ha vivido grandes éxitos. Desde su nacimiento recibió una entusiasta acogida, lo que rápidamente le convirtió en uno de los museos de más aceptación del área de Barcelona. El número de visitantes desbordó la capacidad de sus salas; de ahí que su fundador empezara a plantearse el reto de un traslado. Al mismo tiempo se hacía necesario dar acogida museística a las nuevas antigüedades adquiridas, ya que la colección está en constante crecimiento y, sin duda, seguirá creciendo en el futuro. A estas razones, a las que se suma el éxito de las actividades culturales desarrolladas por la Fundació, impulsaron en el año 2000 la creación de una nueva sede.
El espacio museístico se divide en tres plantas diáfanas y de estética acogedora, respetando parcialmente el original carácter industrial de la construcción. En la concepción de los espacios ha sido prioritaria la eliminación de barreras físicas, lo que se resuelve con un ascensor que permite el acceso a todos los ámbitos: áreas de exposición, biblioteca, zonas de estudio y administrativas. Se trata de un edificio de criterio moderno, ambientado con materiales como el travertino y el mármol negro, lo que recuerda los tonos cromáticos de la tierra de Egipto, sus monumentos y sus desiertos.
La obra a cargo del arquitecto Jordi Garcés, también responsable de la ampliación del Museo Picasso, permite el acceso de la luz a través de una gran lucernaria central, articulando el espacio en torno a una escalera metálica y de concepción escultural. De esta forma, el museo adquiere una estética escenográfica, subrayada por la cuidada disposición de las antigüedades.
La colección se organiza siguiendo un criterio temático, que permite un viaje por los aspectos fundamentales de la civilización del Nilo: el faraón, la sociedad, la vida cotidiana, el universo religioso, el culto en los templos y las prácticas funerarias.
El recorrido se inicia con la figura del faraón, elemento integrador de la cultura egipcia y que permite una introducción a la estructura de su sociedad. Este ámbito queda ilustrado con diversos retratos de faraones, objetos con títulos y nombres reales, un coloso de Ramses II y una estela con la imagen de Cleopatra VII, la última y más célebre reina de Egipto. Desde aquí se continúa el trayecto por los diferentes estamentos: funcionariado, escribas, militares, sacerdocio… para terminar en la vida cotidiana de los pobladores del antiguo Egipto. ésta es una de las facetas más sorprendentes del museo, en la que podemos descubrir su gusto por los perfumes, la joyería, los cosméticos y el erotismo. También llama especialmente la atención una cama milenaria cuyo aspecto resulta soprendentemente actual y atemporal.
Una vez tratada la cotidianeidad, las salas del Museu Egipci de Barcelona ofrecen la posibilidad de aproximarse a las creencias egipcias respecto al Más Allá, prestando especial atención al mundo religioso y la momificación. Para ilustrar esta temática la colección dispone de una veintena de sarcófagos y máscaras funerarias, de diversa tipología y materiales. La momia de la “Dama de Kemet” genera una muy especial fascinación entre los visitantes, atraídos hacia ella por un magnetismo que demuestra lo mucho que sigue atrayendo al hombre moderno la capacidad de desafiar al tiempo y al olvido. Asímismo, la “Momia dorada” un sarcófago formado por diferentes capas de vendas a las que se les ha dado una relativa rigidez mediante el uso de yesos o estucos, y que presenta en la superficie un llamativo tratamiento con la aplicación de pan de oro, incluyendo imágenes de riquísima iconografía funeraria, se ha convertido en una de las piezas más relevantes de la colección.
Una muestra de contenedores de vísceras llamados vasos canopos y una gran diversidad de amuletos y objetos simbólicos, sirven para complementar este ámbito que demuestra el gran cuidado con el que los antiguos egipcios preparaban a sus difuntos para enfrentarse a la eternidad.
Uno de los grandes atractivos del Museu Egipci de Barcelona es que dispone de diversos fragmentos de bajorrelieves de la tumba de un personaje llamado Iny, lo que ha hecho posible la realización de una reconstrucción que permite a los visitantes hacerse una idea muy completa de como eran la tumbas y su decoración, en la que no faltaba la representación de alimentos, escenas de ofrendas y diversos instantes de la vida cotidiana. Ello nos expresa claramente una idea de continuidad ante la muerte que, en esencia, era concebida como una prolongación de la vida.
Finalmente, en la tercera planta, una rica galería de dioses descubre los aspectos más relevantes del panteón egipcio y a los protagonistas fundamentales de sus mitos. Se trata, en algunos casos, de imágenes imponentes por sus dimensiones. Divinidades como Osiris, Isis, Bastet, Tot, Amón… parecen seguir siendo adoradas, como lo fueron hace miles de años, por unos “fieles” seducidos por su solemnidad, fuerza y belleza.
El Museu Egipci centra toda su importancia en el aspecto pedagógico, faceta que desde el principio ha sido prioritaria. El Museu siempre ha mostrado una especial atención por los grupos escolares y las asociaciones culturales, que en número creciente lo han ido visitando. Con el proyecto “El Mundo de los Faraones”, la Fundació da respuesta a las constantes demandas de talleres lúdico-didácticos y ha creado unas actividades muy singulares que tienen una calurosa acogida especialmente entre el público infantil. Además, desde el año pasado, la Fundació Arqueològica Clos, cuenta con las instalaciones del Campus Arqueològic, un parque de formación e investigación arqueológica, en el que se combina la enseñanza de las técnicas utilizadas por los arqueólogos tanto de trabajo de campo como de laboratorio y familiarizarse con ellas de forma amena y didáctica. Además de potenciar la formación en arqueología e historia del antiguo Egipto, este espacio promueve el trabajo en equipo y la investigación. Las actividades simulan una misión arqueológica como las que la Fundació Arqueològica Clos realiza en Egipto.
La formación del Campus Arqueològic se basa en la excavación de los diferentes espacios que recrean yacimientos arqueológicos egipcios, donde se representan distintos tipos de tumbas, pertenecientes a varios períodos de la antigua civilización egipcia, donde se han situado previamente réplicas fidedignas de objetos reales como momias, sarcófagos, estatuas, joyas, amuletos . Los participantes gozan de la experiencia de descubrir la historia del antiguo Egipto, siendo ellos mismos los verdaderos protagonistas, como si formaran parte de una misión de investigación en el país del Nilo. Esta experiencia es única en Europa.
Uno de los mayores atractivos de los que dispone la Fundació Arqueològica Clos es la Biblioteca Especializada en Egiptología, en la que se conservan volúmenes que además de su valor científico, constituyen auténticas joyas de coleccionista. Un valor añadido que le otorga un cierto carácter de biblioteca-museo.
Dotada actualmente con más de 5.000 documentos, la biblioteca es una herramienta básica y necesaria para la investigación y el estudio del Egipto faraónico. Entre los documentos que la configuran, podemos destacar ediciones del siglo XVI; así como la carta escrita por el arqueólogo Rosellini a Champollion, descifrador de los jeroglíficos. Pero, sin duda, los volúmenes más espectaculares conservados en la biblioteca de la Fundació son los de Description de l’égypte, obra enciclopédica monumental realizada durante la conquista napoleónica. Este ejemplar es uno de los pocos que se conservan íntegros en el mundo, y, sus hermosos grabados, algunos con dimensiones que superan el metro, constituyen el primer gran trabajo de la egiptología científica. De esta forma, el Museu Egipci no sólo ofrece una rica muestra de las creaciones de la época faraónica, sino que nos permite realizar una reflexión sobre la historia y desarrollo de la propia ciencia de la egiptología.
En su objetivo de difundir el conocimiento de la cultura y el arte de la antigüedad, la Fundació Arqueològica Clos emprendió en 1994 un Programa de Estudios que progresivamente ha incrementado su oferta de actividades y ha llegado a convertirse en una de las secciones de mayor prestigio de la entidad. Los miles de alumnos que han participado en los cursos, seminarios, conferencias… son su mejor aval y el mejor testimonio de la fascinación e interés que despiertan las culturas de la Antigüedad.
Dado el carácter marcadamente egiptológico de la Fundació, el Egipto faraónico es la temática en la que se inspiran la mayor parte de las actividades docentes. No obstante, y como aplicación de los objetivos fundamentales de la entidad, también se tratan las culturas clásicas (Creta, Grecia y Roma), América Precolombina, Próximo Oriente, Mundo Hebreo, Tíbet y Asia Central, etc.
En el Programa de Estudios se integran los “Sábados Temáticos” y los “Desayune con…”, actividades de elevado contenido lúdico-social, que permiten una aproximación distinta a temas concretos y a la biografía de grandes personajes históricos, incentivando el debate y en un ambiente distendido. Estas actividades de fin de semana fueron incorporadas a la Fundació en 1997, transformándose rápidamente en un gran éxito.
El Programa de Estudios está pensado para dar cabida a todos los públicos. En enero de 2001 se iniciaron las clases de la Escola d’Egiptologia de la Fundació Arqueològica Clos un Centro Privado de Enseñanza Egiptológica Superior, pionero en el Estado español, proporcionando una alternativa diferente a aquellos alumnos que desean profundizar aún más en sus conocimientos.
Las Expediciones Culturales, enmarcadas en el contexto del Programa de Estudios, consisten en viajes de carácter cultural en los que sus participantes gozan del privilegio de conocer de forma directa el legado de las civilizaciones del pasado.
En estas expediciones, el viajero-alumno puede realizar un verdadero curso sobre las culturas antiguas del país de destino, a través de conferencias ofrecidas en el transcurso del viaje y de la visita de sus monumentos, yacimientos arqueológicos y museos.
Estos atractivos viajes son una alternativa a la tradicional oferta turística, por lo que han tenido una gran acogida entre aquellas personas que desean conocer países como Egipto, Siria, Israel, Irán o Jordania de una forma confortable y de un alto contenido cultural proporcionado por los expertos que acompañan a la expedición.
Junto a los destinos comentados, la Fundació Arqueològica Clos también organiza periódicamente visitas de menor duración a museos, exposiciones o yacimientos arqueológicos.
En el marco de esta programación también se integran actividades exclusivas para el Círculo de Amigos y Club de Mecenas de la Fundació, cuyo apoyo es una vía fundamental en en la economía de la entidad, enteramente financiada a través de la iniciativa privada.
La creación de exposiciones es una de las acciones que más contribuyen a las difusión del conocimiento del antiguo Egipto por parte de la Fundació; así como la cesión de objetos del Museu Egipci de Barcelona a otras entidades organizadoras de muestras.
En 1994 la Fundació Arqueològica Clos creó la primera y más exitosa de sus exposiciones: Tutankhamòn. Imágenes de un tesoro bajo el desierto egipcio. A través de las imágenes tomadas por el fotógrafo Harry Burton se muestran los momentos más importantes del descubrimiento y el proceso del estudio de la tumba y momia del joven faraón. Los textos que acompañan estas fotografías son extractos del diario de Howard Carter, arqueólogo artífice del fabuloso hallazgo. Para la realización de la muestra, la Fundación contó con la colaboración del Griffith Institute de Oxford y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
En diciembre de 2000 se presentó la exposición “El secreto del Tíbet” . Desvelando la cultura y la tradición del Techo del Mundo. Esta exposición producida por la Fundació Arqueològica Clos y la Fundació Caixa de Girona, y la colaboración de la Fundació Folch y la Casa del Tibet de Barcelona, es una presentación del Tíbet como pueblo en sus distintas vertientes culturales, históricas y religiosas, donde se esconden ricas originalidades completamente desconocidas en nuestro país. El objetivo principal de la exposición es dar a conocer, de una forma clara y con rigor, los aspectos más relevantes de la cultura tibetana que han cautivado una gran parte de Occidente a lo largo del siglo XX. La muestra quiere desvelar algunos de los enigmas y misterios que han envuelto el descubrimiento del País de las Nieves, con la clara finalidad de acercar a los visitantes y la voluntad de transmitir algunas de las líneas básicas en las que se fomenta la civilización tibetana. A partir de febrero de 2003, se podrá visitar en el Centre Cultural de la Fundació Caixa de Girona.
La última exposición producida por la Fundació Arqueològica Clos fue “LA MÒMIA D’OR. El Retorn a la Vida”, donde el visitante podía conocer el paso a la otra vida y las creencias religiosas de los antiguos egipcios, y dar respuesta a preguntas como ¿Hay vida después de la muerte? , ¿Tenemos todos derecho a la vida eterna? , ¿Qué pruebas y peligros se esconden durante el tránsito al Más Allá? , ¿Cómo podemos superarlos?.. Aunando la sabiduría ancestral del “Libro de los muertos” y los conocimientos que nos han proporcionado más de tres años de modernas investigaciones tanto egiptológicas como médicas, indagando en las vidas de tres personajes que dejaron su huella en la historia, concretamente en tres destacadas piezas del Museu Egipci de Barcelona: La dama de la casa, la dama de Kemet y la Momia Dorada.
La Fundació Arqueològica Clos y el Museu Egipci de Barcelona han aportado sus medios logísticos y técnicos para el desarrollo y la organización de diversas misiones arqueológicas en Egipto y Sudan.
En el yacimiento arqueológico de Oxirrinco la Fundació Arqueològica Clos participó, junto a la Universidad de Barcelona en la realización de las tres primeras campañas, llevadas a cabo entre 1992 y 1994.
El trabajo se centró en la excavación de diversos sectores de necrópolis y los escasos restos relacionables con la antigua ciudad.
En 1995 fue obtenida una concesión de trabajo en el yacimiento arqueológico de Dyebel Barkal (Karima), en Sudán. Los objetivos planteados por el equipo de la Fundació Arqueològica Clos pueden dividirse en tres; por un lado, la prospección sistemática del yacimiento y la excavación de las estructuras localizadas; por otro, la restauración de las estructuras conservadas en los denominados grupos Norte y Sur de pirámides; y, por último, el acondicionamiento del Museo de Karima.
En el año 1997 la Fundació Arqueològica Clos solicitó la concesión de un permiso de trabajo en Meidum, yacimiento que conserva una de las necrópolis más importantes del Imperio Antiguo. Junto a la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universitat Politècnica de Catalunya y la empresa ArqueoCiència, los objetivos de trabajo consisten en la realización de un plano topográfico general del yacimiento; la prospección sistemática del lugar a fin de localizar nuevas estructuras arqueológicas y definir su cronología y función mediante la realización de excavaciones; y la restauración de dos de los monumentos más importantes de la zona como son la mastaba nº 17 y la mastaba nº 16 (monumento funerario del príncipe Nefermaat y de su esposa Itet).
En 1997 y 1998 se realizaron sendas campañas, siendo los resultados más importantes el hallazgo de un sector de necrópolis utilizado durante el Imperio Antiguo y la presentación de un proyecto general de restauración-conservación para la mastaba nº 16.
El Museu Egipci de Barcelona cuenta con la incomparable protección y el impulso otorgado por Jordi Clos. Pero esta iniciativa cultural también se hace realidad gracias al patrocinio empresarial, que da su apoyo a esta singular entidad de gran prestigio. Es un sistema que sigue el ejemplo de similares entidades norteamericanas, dando también cabida al mecenazgo individual.
Una de las materializaciones de estas iniciativas son el Círculo de Amigos y el Club de Mecenas de la Fundació, pilares básicos de la entidad y una de sus vías de financiación fundamental. Más de cuatrocientos miembros integran este club. Estas personas, como las que en número creciente visitan el Museu, a lo que se suman los miles de alumnos de sus cursos y actividades, hacen posible la existencia de la Fundació Arqueològica Clos y el Museu Egipci. Ello es demostración de la gran aceptación y estusiasmo que despierta el Egipto faraónico. Una pasión que sigue creciendo y que Jordi Clos ha sabido transmitir a cuantos le rodean.
Susana Alegre García