El primer mapa español del descubrimiento del Mar del Sur

Es esta una carta náutica manuscrita e iluminada, trazada en pergamino de 68 x 89,5 cm. Está construida sobre un sistema rum-bos, organizados en 16 rosas de los vientos en torno a una central colocada en el Ecuador, en la zona de Sudamérica. Lleva una escala de latitud que atraviesa Brasil, separando las posesiones españolas de las portuguesas y dividida de 5 en 5 grados, desde 31º N. a 28º S. En la parte inferior de la carta aparece una esca-la gráfica de 1.000 de millas. Representa las Antillas, parte del golfo de México y la costa occidental de Sudamérica hasta el cabo Frío. Pero especialmente está señalada la costa pacífica que acababa de descubrir Núñez de Balboa. Efectivamente debajo de esta costa y en el centro de la carta aparece una amplia noticia en latín que nos ilustra sobre el descubrimiento del Mar del Sur por Balboa en 1513, aunque su nombre no es mencionado. Fernando, rey de España como quiso de esta tierra tener un buen conocimiento, envió a esta tierra cerca de 500 hombres expertos y diestros en la guerra, para que diligentemente la recorrieran toda. Los cuales se adentraron cerca de 60 mil pasos; encontraron otro mar salvaje y casi inmenso, cuyo curso de las olas se volvía hacia la parte austral del litoral, de donde parece claro que esta tierra de ninguna manera es un continente como algunos cosmógrafos han pretendido.

La idea de insularidad que indica la leyenda está presente, ya que el trazado de ambas costas en el mapa se interrumpe, sugiriendo la idea de un paso de uno a otro océano. La costa pacífica incluye dos letreros: COSTA DE TAMAO e ÍNSULA DE LAS PERLAS procedentes de los descubrimientos de Núñez de Balboa. Costa de Tamao es una lectura defectuosa de “costa de Tumaco”, un cacique que le propor-cionó la noticia de la isla de las Perlas y le entregó muchas en señal de amistad. Además, un poco más abajo el cartógrafo informa: OCCEANUS OCCI. QUI CUM MERIDIONALI COIUNGITUR, (océano occidental que se une con el meridional) insistiendo en la idea de insularidad y denominando por primera vez al nuevo océano descubierto como meridional o del Sur. En la parte de Venezuela, debajo de los topónimos Coro y Venezuela, aparece el rótulo, DADAIBA con la siguiente explicación: Aquí (hay) una cierta reina do-minadora a cuyo imperio están sujetos muchos pueblos, riquísima de mucho oro. La noticia también procede de la expedición de Núñez de Balboa, referida a la región de Urabá y Río Negro. Antonio de Herrera la cita atribuyendo la bús-queda a Núñez de Balboa en 1513. En esta región existía entre los indios la creencia de que Dabaiba era la gran madre de los dioses, venerada en su tem-plo de Urabá.

La conversión de la diosa en reina nos sitúa ante la primera mención del mito de las amazonas ligado a Sudamérica, varios años antes del descubrimiento del río de las Amazonas por Orellana en 1541. La carta que examinamos es anónima y tampoco tiene fecha. Se comprueba enseguida que es un documento español, con leyendas en latín y con topónimos que alternan las formas en español, portugués e italiano con fuerte predominio de estos últimos. En el norte está reflejada sólo la parte SE del golfo de México y la península de la Florida con un contorno insular, según la opinión de Ponce de León en 1512. Yucatán, llamada aquí (Tierra) Yucatana, aparece dibujada como una isla, iniciando una tendencia que va a mantenerse en todos los mapas de los primeros treinta años del siglo XVI. El centro geográfico del mapa está determinado por la gran rosa de los vientos central en la zona de Venezuela. Las leyendas en latín sobre el descubrimiento del mar del Sur y de la región de Dadaiba son muy explícitas, indicándonos que esta era la razón de la construcción del mapa. No están representados los descubrimientos de Cortés en México que empezaron en 1519 y que causaron admiración en Europa, ni la fundación de Panamá por Pedrarias Dávila en el mismo año, tampoco los descubrimientos de Antón Alaminos en el golfo de Méjico, por lo que debe ser datado antes de 1518. Debemos resaltar que las únicas leyendas explicando descubrimientos y haciendo un análisis geográfico de ellos son las referentes a los de Núñez de Balboa. Con los datos reunidos hasta aquí pode-mos resumir que la carta refleja los descubrimientos de los españoles realizados hasta 1518, sobre todo en la costa de Centroamérica y golfo de Méjico. Sabemos que Núñez de Balboa envió al Rey un mapa detallando sus descubrimientos, pues en una Real Cédula de 1514 se le dice a Pedrarias Dávila que:amojone y dé nombres a todo lo que descubra y que envíe mapas, ya que el remitido por Vasco Nuñez resulta de difícil interpretación. No sabemos si Pedrarias cumplió lo que se le mandaba y envió otro mapa; en todo caso es significativo que en la explicación del descubrimiento del Mar del Sur no se nombre a Balboa y se diluya su protagonismo en una hazaña colectiva.

 

  • NOTA: El mapa de Núñez de Balboa se encuentra en Herzog August Bibliothek, en Wolfenbüttel, sig. Aug. 103, y fue estudiado y expuesto en España en el año 2000 con motivo de la exposición Carlos V, la náutica y la navegación.