Texto: Lola Higueras
Boletín 70 – Sociedad Geográfica Española
Clima. Tiempo. Historia.
Los cuestionarios, a través de los cuales se recababan los datos para documentar las Relaciones Geográficas de Indias, se extienden a lo largo de casi tres siglos, y constituyen una de las fuentes más formidables de información sobre el inmenso imperio ultramarino español. Este completo sistema se utilizó en unas treinta ocasiones entre 1530 y 1812, recibiéndose miles de respuestas desde todos los puntos del imperio, de extraordinario valor por la calidad y fiabilidad de los informantes. Los prolijos cuestionarios se confeccionaban en el Consejo de Indias, y en la contestación se vieron involucrados cientos de autoridades de todo tipo, desde las más altas dignidades a corregidores, alcaldes o curas de las más lejanas aldeas.
L a riqueza de los datos aportados, siempre de primera mano y recabados sobre el terreno, fue extraordinaria y muy variada en los temas: datos geográficos de todo tipo, entre los que se solía incluir el clima; demográficos; creación de ciudades y su urbanización; salubridad de la tierra y sus recursos naturales; fauna y flora; censos de población indígena, criolla o española; amplísimos datos económicos; historia eclesiástica; información etnográfica y relativa a la historia antigua y sus monumentos; y finalmente amplísimas noticias político- administrativas.
Sin duda esta colosal organización informativa representa el esfuerzo más importante de la Administración española para conocer todos los aspectos posibles del inmenso y lejano territorio que debía organizar y administrar. Información, en definitiva, para conocer y mejor administrar, este es sin duda el objetivo principal de este gigantesco esfuerzo para conocer “todo” de “todo el territorio”, hasta el lugar mas recóndito.
Pero muy pronto, las Relaciones Geográficas de Indias y su enorme bagaje informativo, servirán también para la divulgación de la América española, ayudando en la publicación de obras históricas, geográficas o eclesiásticas.
ORGANIZACIÓN DE LOS CUESTIONARIOS
La Disyuntiva del Consejo de Indias para poner en marcha tan ambicioso proyecto, será entre la creación de un cuerpo de funcionarios permanente y especializado, que, adscritos a las diferentes Audiencias americanas, recorrieran el territorio a ellas encomendado. O, por otro, llevar a cabo dicho proyecto con la colaboración de las autoridades indianas, a las que se facilitarían precisas instrucciones para responder los distintos cuestionarios, de manera que las informaciones recabadas en los diferentes lugares del imperio fueran totalmente homogéneas.
El Consejo de Indias elige esta segunda opción, aprovechar el caudal humano y cultural de las autoridades “menores” hispanoamericanas.
Por lo tanto, todas las encuestas fueron realizadas “sobre el terreno” y por las autoridades americanas, la mayor parte criollos y mestizos, con los que la administración indiana adquirió una deuda impagable por su imprescindible colaboración en el gigantesco proyecto informativo de la Corona.
El procedimiento siempre fue el mismo a lo largo de los siglos. El Rey, a través del Consejo de Indias, ordenaba la encuesta mediante una R.O que recogía de forma muy precisa el método a seguir, acompañada siempre por el correspondiente cuestionario “para que Nos estemos informado de todas las calidades y cosas” “porque queremos tener entera noticia de las cosas de esa tierra”. Manifiesta la R.O de 1530.
En la R.O que acompaña la encuesta de 1548, de nuevo se afirma “deseando proveer y ordenar las cosas (..) Como mejor y más convenga (..) Para que podamos proveer sin más dilación acerca de ello lo que convenga”.
Es evidente que la Corona quiere conocer a fondo esos territorios, “para mejor gobernar” La inquietud real por el buen gobierno de las Indias se pone de manifiesto de nuevo, en el prologo de la R.O de 1581, en la que se afirma “porque entendiendo la obligación que tenemos de procurar que esos reinos y provincias de nuestras Indias, sean bien regidos y gobernados en lo espiritual y en lo temporal, habiendo esto de ser por relación y noticia, por estar tan distantes de estos reinos, deseamos que se tenga muy particular noticia de ellas, para que mejor pueda acertarse”.
Pueblo de Chimalhuacán-Atoyac o de San Andrés Apóstol, situado cinco leguas al oriente de la ciudad de México y sus alrededores.
Pueblo de Chicoloapan, de la jurisdicción del corregimiento de Coatepec, y sus inmediaciones
Pueblo de Huejutla y sus inmediaciones.
ORGANISMOS QUE GESTIONARON ESTA GRAN ENCUESTA
Más de un organismo gestionó las RGI, a lo largo de los siglos. El Consejo de Indias, lo hizo hasta 1807. El Consejo de Regencia y las Cortes Generales de Cádiz, entre 1808 y 1815. Sin duda, el gran protagonista del gigantesco proyecto fue el Consejo de Indias, que, a lo largo del tiempo, buscó siempre información amplia y verídica para garantizar a la administración de Indias suficientes datos para garantizar un buen gobierno.
En las prolijas instrucciones que se enviaban a las distintas autoridades americanas se especificaba, además de la obligatoriedad de contestar con absoluta veracidad, la actualización de los datos, y que los informes “originales” fueran depositados y conservados en las distintas administraciones americanas, remitiendo al Consejo de Indias, copias autentificadas de los mismos.
Los cuestionarios enviados en cada caso son muy diversos en tipología y extensión. Algunos son monográficos y contienen 8 o 10 preguntas, otros, más generales, pueden ser muy extensos, pudiendo llegar a las 355 preguntas. Pero lo más habitual eran cuestionarios de entre 20 y 50 preguntas. Entre estas informaciones en numerosas ocasiones, se solicitaba información cartográfica, elemento imprescindible para conocer y valorar de manera más precisa los diversos territorios.
No cabe duda de que el Consejo de Indias intento colaborar de manera eficaz al mejor gobierno de las Indias a través de un conocimiento exhaustivo de la realidad física, humana y administrativa de la totalidad de los inmensos territorios, hasta los más recónditos.
Los informes fueron siempre cumplimentados “in situ” por competentes autoridades, magníficos conocedores de la realidad, que, una vez y otra y por orden del Rey, actualizaban los datos recogidos para que nunca quedaran obsoletos o falseados por el paso del tiempo.
Esta información fue fundamental para el poder político. Los cuestionarios no fueron contestados siempre, a pesar de la obligatoriedad de hacerlo, pero la información recibida fue cuantiosísima y relativa a la más extensa temática, abarcando prácticamente todo el imperio ultramarino.
Pueblo de Yuririapúndaro y sus sujetos.
Pueblo de Coxcatlán, o de San Juan Evangelista, y sus sujetos, de la diócesis de Tlaxcala
Pueblo de Coatepec o Natividad de Nuestra Señora y sus sujetos.
Toda esta pintura es de la provincia de la vi [SUR] lla de Tabasco. distrito de la governaçión de Iucatán
METODOLOGÍA: ORDENANZAS Y LIBROS
En las Ordenanzas de 1573 se describe la formación de los “libros temáticos” en los que se debía organizar la información recibida. Estos libros eran: libro de la cosmografía general ; libro de historia natural; libro de historia moral y sucesos de las India; libro de la república cristiana, en lo temporal, por provincias y núcleos urbanos; libro sobre legislación; libro sobre los oficios públicos; censos urbanos y rurales; libros de hacienda, de funcionarios, de los repartimientos de indios,, de aduanas, de minas, de casas de moneda, de diezmos; libros de censos de demografía; padrón general; y de descripciones geográficas, eclesiásticas y civiles.
En el artículo 61 de estas importantes ordenanzas se especifican las materias que deben ser investigadas y descritas en los diversos apartados informativos para los Libros de cosmografía, hidrografía, historia natural y moral y descubrimientos y conquista, entre otros.
Respecto a la cosmografía, el Rey especifica las obligaciones del cosmógrafo mayor: “mandamos que el que de Nos llevare salario de cosmógrafo(..) haga el planisferio o globo de todas las Indias dividiéndolo en climas, paralelos y meridianos y los dichos climas los continúen con los antiguos y denomine por los mismos nombres”.
De igual manera específica la ordenanza en su artículo 15, las materias que deben tratarse respecto a la navegación, tema que interesa especialmente a nuestro tema sobre el clima. Menciona la ordenanza, entre otras, proporcionar información acerca de “la capacidad y seguridad y calidad que tienen los puertos, accidentes de mar, corrientes, reflujos, vientos que corren por él y en que tiempos, huracanes, tormentas y otros peligros”.
La veracidad de los datos, exigida al informante, queda claramente expresada en el artículo 76 de la ordenanza: “para hacerse esta descripción universal y particular de la tierra, cierta y precisamente, es menester que se haga por los que tuvieren noticia de ella por vista de ojos”. Es decir, conocedores de la tierra, y además “in situ”, como ya mencionamos.
La completa ordenanza de 1573 consta en total de 135 títulos o artículos que ordenan las cuestiones a investigar, las autoridades obligadas a responder los cuestionarios, la amplitud y extensión territorial de la encuesta, y en definitiva el orden y método de las respuestas.
Nada escapa a la magnífica ordenanza, nada queda al azar; es, sin duda, un magnífico ejemplo de la calidad y veracidad que se persigue con esta gigantesca encuesta. La documentación relativa a las RGI se conserva en su mayor parte en el Archivo General de Indias de Sevilla. La correspondiente a las Expediciones científicas ilustradas, que continuaron la tradición de los cuestionarios de las RGI, en los Archivos de la Marina, y parte de los cuestionarios correspondientes a la primera mitad del siglo XVIII, se enviaron a la Real Academia de la Historia para información de la Historia de América que proyectaba.
EL CLIMA EN LAS RELACIONES GEOGRÁFICAS DE INDIAS
En tan colosal esfuerzo informativo no podía estar ausente el clima, elemento de vital importancia para el avance de los descubrimientos, la fundación de ciudades y pueblos, el desarrollo de la agricultura, la vital actividad de las navegaciones y en definitiva la salud humana. Prácticamente el éxito de la colosal expansión dependió del conocimiento de los territorios y del clima imperante en ellos.
Traemos aquí esta información, muy poco explotada por los estudiosos, que consideramos de valor para el estudio de la geografía americana e incluso para el estudio del cambio climático, a través de informaciones fidedignas, recogidas sobre el terreno, en toda la inmensa extensión de la geografía ultramarina, y a lo largo de casi tres siglos, que presenta además un importante valor añadido: la precisa localización del territorio y fecha de la recogida del dato.
La información acerca del clima está incluida, casi siempre, en los cuestionarios relativos a los aspectos geográficos, en los que se solicita “descripción y del territorio, clima, fauna y flora” características. En los cuestionarios de 1556, 1577,1777 y 1812, estos aspectos ocupan entre un 25 y un 34 por ciento de la encuesta. Pero el clima aparece mencionado también en la condición de los puertos y abrigos naturales, vientos, corrientes temporales etc.
El clima está presente también dentro de las RGI, en el análisis de los “riesgos naturales” La necesaria defensa ante la naturaleza desconocida y tantas veces hostil, y la acción del hombre para intentar dominarla, interesa sobremanera a la administración política, porque determina la subsistencia de una población en un lugar determinado de un territorio. La adaptación pasaba siempre por el conocimiento de las posibles catástrofes naturales y la investigación del “temperamento”, es decir su clima, régimen de lluvias o sequias persistentes. Riesgos naturales de carácter geofísicos, como los descritos, relacionados con el clima o la meteorología, pero también geomorfológicos como existencia de terremotos, volcanes y otros accidentes naturales.
Es muy lógico que el clima, la naturaleza y, en definitiva, las características del territorio sean sumamente importantes en esta encuesta. Conocer el territorio americano desconocido, y potencialmente hostil, es tan importante para el poder político como lo es conocer las condiciones de la navegación oceánica que conducen a él, ya que ambas materias dependen en gran medida de la naturaleza, de la incertidumbre de esa naturaleza todavía mal conocida y peligrosa. Por eso. en los cuestionarios de 1604 y mucho mas tarde, en el de1777 se pedía información acerca de hechos catastróficos debidos a fenómenos naturales, por ejemplo “que daños han causado los volcanes” “reventazones y estragos causados por los terremotos”.
En los cuestionarios de 1573 se pregunta directamente por los huracanes, las tormentas y otros accidentes climáticos, y en el de 1812, se pide expresa información acerca de los vientos que azotan las poblaciones, si se experimentan tempestades, turbiones o avenidas, y si hay sequedad persistente o abundancia de lluvias. Otro aspecto importante de información climática en los RGI, es la salud. Para asentar las nuevas poblaciones era importantísima la información sobre el temperamento de la tierra, si era “sana o enferma”. Las ideas humanistas conceden en el siglo XVI gran importancia a la relación hombre- medio: la influencia del clima, las calidades o “temperamento” de las tierras. Todo ello era considerado determinante para la salud.
En el cuestionario de 1604, varias preguntas relacionan clima y salud. Es esta una asociación que persiste hasta los últimos cuestionarios enviados por las Cortes de Cádiz en1812.
LOS CUESTIONARIOS DE LA ILUSTRACIÓN. LA EXPEDICIÓN DE MALASPINA Y BUSTAMANTE 1789-1794
En los magníficos cuestionarios utilizados por esta gran empresa ilustrada, la más importante expedición marítimo-científica del siglo que recorrerá América desde Montevideo a Alaska y todos los territorios del Pacifico, la metodología utilizada por Malaspina para la redacción de los cuestionarios, pieza clave en su política informativa, se inscribe completamente en la secular tradición de los utilizados por las RGI.
En esta expedición, el clima se contempla en los cuestionarios relativos a las Descripciones físicas: “Periodos regulares de las estaciones, vientos, tiempos lluviosos, tempestades de rayos, granizadas y nieves” “si hay volcanes activos, si se experimentan temblores de tierra”. Y de nuevo la relación clima-salud. En los cuestionarios relativos a urbanismo y demografía, Malaspina pregunta “cuáles son los efectos que produce el temperamento sobre la salud humana, atendiendo a la raza”.
LOS CUESTIONARIOS MONOGRÁFICOS
Traemos aquí un cuestionario específico de 50 preguntas, el enviado en 1577, que se centraba de forma monográfica en la investigación de los núcleos urbanos o rurales, fecha de su fundación, demografía, calidad y temperamento de sus tierras, fenómenos naturales catastróficos.
En casi todo el cuestionario, el clima es protagonista, se pregunta si la tierra es fría o caliente; húmeda o seca; de muchas aguas o pocas; los vientos que corren en ella y, cómo no, si es tierra o puerto sano o enfermo, y si enfermo por qué causas. Antes de terminar el interrogatorio, en la pregunta 49, insiste el inquisidor “relatar todas las demás cosas notables en naturaleza y efectos del suelo, aire y cielo que en cualquiera parte hubiere y fuesen dignas de ser sabidas” Este mismo protagonismo del clima se manifiesta en el cuestionario de 1730 y en el único redactado por La Real Academia de la Historia en 1765.
Para terminar, mencionaré el ultimo cuestionario enviado a América. Lo elaboran las Cortes de Cádiz y se envía a América en 1812, poco antes de la Independencia. En este cuestionario final, se mantienen los parámetros generales de todos los enviados para informar las RGI, a lo largo de los siglos.
Esperamos que esta breve aproximación al tema despierte la curiosidad de geógrafos, meteorólogos, etnólogos, urbanistas, y, en general, descubra el interés de esta fuente colosal de información veraz, extensa en su dimensión territorial y localizada en lugar y tiempo exactos, a lo largo de tres siglos, a cualquier investigador de la realidad y la historia ultramarina española.
Pueblo de Texcaltitlán, cabecera donde reside el alcalde mayor de Temascaltepec, y de sus sujetos
Pueblo de Teotenango, en el valle de Matalcingo, en Nueva España.
Pueblo de Xalapa y su partido