David Attenborough, “Una vida en el aire”

November 20th, 2008

ENTREVISTA A SIR DAVID ATTENBOROUGH PREMIO INTERNACIONAL SGE 2006

Por Luis Pancorbo

Richard Attenborough pasó por Madrid para recoger el Premio Internacional SGE 2006. El periodista y escritor Luis Pancorbo tuvo ocasión de hablar con él en una entrevista abierta y cordial entre dos grandes figuras de los documentales de televisión: el británico, especializado desde hace cincuenta años en divulgar en la BBC la vida animal y los enigmas de la tierra; el español, centrado desde hace treinta años en los documentales etnográficos a través de TVE.

En 1952 David Attenborough trabajaba en una editorial donde corregía pruebas de un libro escolar sobre renacuajos. Miraba por la ventana de su despacho al reloj de la torre del suroeste de San Pablo y el tiempo parecía haberse estancado. Un día dijo basta. “Yo tenía veinticuatro años. Había estudiado ciencias naturales en Cambridge pensando que de algún modo la investigación me llevaría a alguna remota y excitante parte del mundo…”. Dimitió de la editorial y encontró trabajo en la televisión, o sea, en la BBC, para la que todavía trabaja a sus ochenta y un años de edad. Y está como una rosa, si rosa blanca de té, rosa púrpura de El Cairo, o de Inglaterra, es lo de menos. Una rosa es una rosa. Y David es Sir David Attenborough, un hombre de temple como los que se fabricaban antaño en Inglaterra. Y una “vida en el aire” (“Life on air”), es el audiovisual título de su autobiografía. El 26 de febrero de este año le encontramos en Madrid , a donde vino a recoger el premio de la SGE, casi enlazando ese viaje con el anterior por Madagascar. Al día siguiente voló a Londres. Y mañana lo hará a otro campo, a otro bosque, allá donde quede una historia natural.

¿Cuál es su trabajo en estos momentos?

Estoy trabajando en una serie televisiva sobre anfibios y reptiles. Para mí será el último gran grupo de animales vivientes sobre los que hacer una serie. Es decir, cuando la termine habrá una colección completa de programas sobre la vida en la tierra. Por eso estoy muy emocionado y ansioso con este proyecto.

¿Cómo lleva la preocupación por el estado de nuestro planeta?

He hecho hace poco varios programas sobre el cambio climático. Algunos dicen que he tardado mucho en tomar una posición en este tema, pero como usted sabe, si uno aparece en televisión es como si su opinión tuviera que ser mejor que la opinión de otras gentes, lo que es absurdo. Pero es lo que la gente cree. Cree que lo que dice una cara famosa tiene que ser verdad. Eso significa que tienes una gran responsabilidad, tienes que estar seguro de que lo que digas sea verdad, no “acaso”, sino “ciertamente” la verdad. Hasta hace muy poco no era posible estar completamente seguros de que la humanidad, los seres humanos, eran responsables del cambio climático. La cuestión número uno es que el clima cambia. La segunda cuestión es si el ser humano influye en ese cambio. Había que tener muchas evidencias antes de estar seguros de ello. Y no estábamos seguros de ello. El mundo científico ha tardado en estar seguro del cambio climático y no lo ha hecho hasta hace cuatro o cinco años. Desde entonces he considerado que era mi responsabilidad afirmar eso en televisión y es lo que he venido haciendo.

El hombre es un animal racional, como sabemos. Pero ¿es un ser bueno, malo…?

El punto es que ningún animal nunca ha sido como el hombre. Ningún animal ha tenido tanto poder como el hombre de cambiar su entorno hasta el grado en que lo ha hecho el hombre. Somos tan inteligentes… Somos muy, muy inteligentes, tenemos un poder tan grande en nuestras manos… Un día podemos quemar un bosque, podemos envenenar el mar… Ningún otro animal es capaz de eso. Y nosotros como especie no hemos sido conscientes hasta hace muy poco de ese poder que tenemos y de las consecuencias del mismo. Creímos hasta hace poco que el mar era tan grande que si se echaba basura o veneno se disolvería en él. Que no había problema en polucionar la atmósfera, porque esa contaminación desaparecería. Pues bien, ahora sabemos que no es así. Y que hemos contaminado el mar. Tuvo que hacerse visible el veneno en el mar, tuvieron que morir los arrecifes de coral, tuvo la gente que padecer la atmósfera que tenemos, antes de reconocer que éramos y somos responsables.

¿Cuál es su profecía, o su pronóstico? ¿Va a haber un final para este planeta?

No, no creo que vaya a haber un fin. Naturalmente si yo fuera un astrónomo hablaría de miles de millones de años… Bueno, de acuerdo, hasta cierto punto sí que podría haber un final de este planeta. Pero yo no hablo de eso. Yo hablo de quinientos años atrás, de mil años quizás… Y estoy seguro de que la vida continuará. Estoy seguro de que el ser humano continuará. La cuestión es en qué tipo de mundo vivirá la gente dentro de quinientos años a partir de ahora. Y creo que no será un mundo tan rico en términos de biodiversidad como el mundo que vivimos ahora. Pero ahora podemos influir en el grado en que se empobrecerá el mundo. Hemos vivido en un tiempo muy afortunado. En el tiempo de mi vida, en el tiempo de su vida, hemos visto cosas maravillosas. Nuestros hijos o nuestros nietos aún podrán ver muchas de esas cosas. Pero creo que el mundo no va a ser tan rico como ahora. Creo que habrá especies que se extinguirán en los próximos cien o doscientos años. Sin embargo el mundo sigue siendo un lugar maravilloso, sigue siendo un lugar lleno de especies fantásticas y seguirá siéndolo. Salvo que hagamos algo realmente terrible, y somos capaces de ello. Pero yo creo que una de las responsabilidades que tenemos es hacer entender la manera en qué el mundo funciona, hacer entender eso a las gentes, hacer entender que influyen en el planeta tanto como si quieren como si no. Por lo cual sería mejor tener cuidado con lo que uno hace.

En los Estados Unidos están aumentando los creacionistas, los que sólo creen en el Génesis bíblico, y hasta en algunos Estados se prohíbe la enseñanza de la teoría darvinista…

Yo no sé cómo funciona en España. En Gran Bretaña yo no creo que el creacionismo haya crecido en absoluto estos años. Tampoco sé si ha crecido estos años en los Estados Unidos. Ciertamente ha sido más publicitado, pero si ha crecido no lo sé. Lo cierto es que a este respecto se tiene que hacer una elección sobre cómo se efectuó la creación: o miras lo que alguien escribió sobre eso hace dos mil años o tres mil años, o puedes mirar a la creación directamente, y así puedes tener dos respuestas con claridad. Lo que ocurre es que hace unos cien años creímos que había que hacer una elección entre darwinismo y la Biblia, pero ahora no es así. Ahora es una elección entre darwinismo e hinduismo, budismo, Islam, religiones aborígenes, y todas esas religiones tienen diferentes explicaciones sobre cómo la humanidad empezó a existir. Y todas no pueden tener razón. Por tanto, ¿cómo puedes juzgar entre eso? Hay que ver la evidencia y la evidencia es que en todas partes de la Tierra los animales son lo mismo, tanto si vives en la India, en Australia, o en Europa, o en cualquier otro sitio. Eso creo.

La línea de sus programas es divulgar las ciencias naturales, pero estudió antropología en 1962, tras hacer el programa “Quest under Capricorne”, cuando conoció al gran antropólogo Sir Raymond Firth, el autor de “We, the Tikopia”.

Supongo que debería decir que hasta cierto punto la antropología fue algo que no me llenó. Dado que yo vengo de las ciencias naturales si quieres ver la conducta de un chimpancé lo que tienes que hacer es ver un chimpancé y qué hace. En los antropólogos es distinto. No dicen quién es esa persona de ahí, vamos a ver qué hace y lo describiré, sino que preguntarán a esta persona qué esta haciendo y por qué lo está haciendo. Y eso produce una actitud intelectual completamente diferente y produce una respuesta también muy diferente. Y hacer filmes por ejemplo sobre seres humanos es un problema fundamentalmente distinto de hacer filmes sobre chimpancés. Sé donde estoy con los chimpancés. Estoy un poco confundido sobre dónde estoy cuando se trata de gente.

La emoción de su trabajo y su sesgo intelectual sigue anclado en las ciencias naturales, ¿no es así?

En la ciencia empírica, sí.

¿Intentó hacer un programa sobre territorialidad humana, pero dijo que era imposible porque había que esconder la cámara.

En efecto.

Y esconder la cámara no es juego limpio. ¿O a veces? ¿O nunca? – Sí, es cierto. Pero desde que escribí eso y desde que pensé en eso hace unos treinta años la televisión ha cambiado mucho. Ha habido un gran cambio, y no sé de televisión española, pero sé de televisión británica y ahora tenemos grandes cantidades de horas con programas de realidad.

¿Telerealidad como Big Brother (“Gran Hermano”)?

– Sí, como Big Brother,donde se hacen cosas insoportables e intolerables. Claro que se tolera. Hay gente que acepta que esos programas duren veinticuatro horas seguidas. Pero con todo, esa gente sabe que está actuando para la televisión, y su conducta es algo que será visto en televisión, y eso anima a algunos a seguir haciendo ese tipo de programas.

Usted no siempre ha estado en la BBC haciendo documentales, sino como producer y administrador o directivo. Y como impulsor o creador de la BBC 2. ¿Cómo ve después de tanta experiencia estos dos sombreros, ser creador de programas y/o jefe de programas?

Yo creo que soy mejor creador de programas que administrador o burócrata de programas. Me divierto más haciendo programas que procurando que otra gente los haga.

Una vez fue a filmar a Paraguay y necesitó comprar dos caballos. Luego alguien de la BBC le pidió la factura y le dijo que por qué no los alquiló en vez de comprarlos. Su respuesta fue “Nos los comimos, señora”.

No era cierto, claro. Bueno, yo fui administrador después de eso y sé que hay que hacer presupuestos justos y hacer un gasto apropiado. Si no sé que los inspectores caerán sobre nosotros diciendo que no hacemos cosas legales. Así que también los administradores no tienen otra alternativa que llevar la contabilidad al día.

Siempre hay que volver de la selva a la sede y van a pedir papeles.

Es verdad.

Usted saltó a la política en algunas ocasiones desde su posición en BBC.

Hasta cierto punto yo fui responsable de todos los programas en televisión, así que también de los programas políticos…

¿Cuál es la conducta de los animales políticos? ¿Cómo es la sociedad política para usted?

Estar en televisión es una situación muy privilegiada porque ves los dos lados de la cámara. Desde luego la intención de los políticos es captar la atención al otro lado de la cámara. Pero si miras a este lado es muy revelador y ves que los políticos son como los demás seres humanos. A veces ves que pueden perder los nervios o ser muy tontos. O decir cosas que non enteramente verdad. En ese sentido los políticos son como los demás seres humanos.

¿Una vez hizo una broma sobre Mendaña y le atribuyó el descubrimiento de Looflirpa?

Fue en la radio. ¿Tienen una tradición en España para el día de las bromas, algo como el All Fool’s Day?

Sí, pero no el 1º de abril sino el 28 de diciembre, el día de los Inocentes… El día que Herodes mató a los niños…

Ah, pero eso es terrible.

Es el día español de las inocentadas.

Bueno el 1º de abril es el All Fool’s Day, el día en que se gastan bromas en Gran Bretaña. Antes de mediodía se pueden contar historias, se pueden hacer cosas, y decir verdades o no… Hasta mediodía. Después de esa hora ya no es tan buena la cosa. Pero antes de esa hora la gente gasta bromas en televisión, radio y periódicos, y se mandan cosas unos a otros…

¿Por qué escogió a Mendana (sic) y al que usted llamaba Sarmenito de Gamba (Sarmiento de Gamboa)?

Tuve que hacer una broma en Radio Tres de la BBC y me inventé un archipiélago en el Pacífico, el de Shebas. Me inventé la historia y por eso incluí a Mendaña atribuyéndole ese descubrimiento de unas islas parecidas a Galápagos aunque en vez de reptiles tenían mamíferos…

Con un ratón muy especial, ¿no?

Sí, el Mus minimus que era muy pequeño, pero con una voz que sólo se podía grabar en una frecuencia muy alta, y de hecho la grabamos pero no se le podía oír. La gente escuchaba la radio pero no podía oír nada más que silencio.

Si hubiera escogido un pájaro la audiencia no hubiese mordido tanto el anzuelo. Lo digo por la afición ornitológica de los ingleses…

Así es.

Entre una cosa y otra lleva trabajando 55 años y casi todos en radio y televisión. Y prepara una nueva serie que entregará dentro de un año. ¿Y luego, y después de luego?

No sé cómo irán las cosas. Nunca planeo las cosas a largo plazo, nunca pienso en lo que haré dentro de diez años.

¿Piensa retirarse?

No, tengo una buena vida, disfruto haciendo programas, pienso que es una cosa muy agradable de hacer, me lleva a lugares lejanos y me hace trabajar en cosas interesantes, así que es muy placentero.

Fue el primero en Inglaterra en llevar a Konrad Lorenz al estudio de televisión. Pero también fue a Tokio a filmar la London Philarmonic Orchestra, y hasta fue quien organizó la transmisión del mensaje navideño de la Reina. ¿Qué puede contar de esa experiencia?

Bueno, es una costumbre en Gran Bretaña que la Reina hable directamente a la cámara, a la gente. Es la transmisión de Navidad. Alguien tiene que ser el responsable de esa emisión. Y ése fue mi trabajo.

¿Puede decir algo de la Reina de Inglaterra usted que la ha podido conocer de cerca?

Pienso que es una persona que tiene una abrumadora visión de sus responsabilidades. Ella tiene que representar la nación y lleva esa carga con gran consciencia. Todo el tiempo que la he visto, no largo tiempo, pero suficiente, me ha dado idea de una gran integridad. Y no creo que ella haya tenido nunca la tentación de usar su autoridad o la tentación de explotar a la gente que le sirve…Nunca he visto nada así en ella.

O sea, tiene un gran respeto por Isabel II.

Así es, un gran respeto por ella.

“Vuelta a la jungla” se titulaba una serie que hizo en Indonesia. Y “Planeta viviente”, y “Planeta azul: mares de vida” y… ¿Cuál será el título de su próxima serie?

Se llamará “Vida de sangre fría” (Life in cold blood).

Suena un poco Truman Capote… Supongo que nada que ver con eso…

Nada que ver con eso. Pero sí mucho con las ranas y con las serpientes.

¿Qué puede decir sobre la caza al zorro y las corridas de toros?

Yo creo que la caza del zorro es un fenómeno totalmente sociológico. Algo que ha sido visto como un tema aristocrático por gente que no caza. Y no lo es. Y además si tenemos la preocupación por la crueldad con los animales también deberíamos preocuparnos por todas sus prácticas, por envenenar a las ratas y todas esas cosas… Pero la cuestión no es esa, yo creo. La cuestión es que hay gente que disfruta matando animales y eso es intolerable.

¿Y las corridas de toros? ¿Ha visto alguna personalmente?

No, bueno ví una corrida en el sur de Francia, pero sin muerte… No tengo la menor duda de que las corridas de toros son un legado directo de los rituales de sacrificio que se remontan a Grecia, a Roma, y que son como los rituales que hay en otras partes del mundo, como los rituales que hay en África y que incluyen animales. Es siempre algo en torno a la muerte y eso es algo que en Europa Occidental deseamos olvidar. Y las corridas de toros no han sido olvidadas. Y son algo sobre la muerte. Tienen que ver con la crueldad, sí, pero con una implicación más profunda en la psique humana.

Quizás es mejor pescar como en Lomaloma de forma mágica, hasta que se descubrió que la gente que se bañaba en ese lago de las islas más apartadas y polinésicas de Fiyi, al remover el barro del fondo, hacía que se liberasen gases del fondo. Sus emanaciones asfixiaban a los peces, no la magia.

Eso es. Teníamos que filmar esa ceremonia, pero yo mismo me bañé en ese lago, y sé que los peces no subieron porque el sacerdote ofreció una ofrenda de kava y cerdo asado, sino porque la gente que quería purificarse removió el barro del fondo del lago y las aguas se volvieron ligeramente ácidas.

¿Cree en Dios?

Verdaderamente le digo que soy un agnóstico. O sea que no lo sé.