El Kuwait tradicional también se refleja mirando al mar. Desde hace más de 1.500 años, el viento sopla las velas de los infatigables dhows, una embarcación milenaria de madera fabricada a mano, que sigue surcando las aguas del Golfo Pérsico, el Océano Índico y África Oriental, como antaño lo hicieron sus antepasado, aunque ahora la tripulación está compuesta por indios y bengalíes.

Puerto en Kuwait, la tradición sigue viva.

Tradicionales dhows, reyes de los mares de Arabia.

Algunos dhows, obras de arte flotante de madera.

Los kuwaitíes se han dedicado a la construcción de este símbolo del comercio marítimo durante siglos. No solo transportaron mercancías a los más diversos y lejanos puertos del mundo también se establecieron importantes relaciones e intercambios culturales.

En la actualidad, están dedicados principalmente a la pesca pero también trasladan mercancías tan diversas y deliciosas como dátiles, frutas, agua dulce, las famosas y codiciadas perlas y una gran variedad de pescados. Pescados que lucen frescos y apetecibles en las lonjas de los puertos kuwaitíes.

La exuberante lonja de Sarq.

Verlos navegar en pleno siglo XXI es emocionante y el paseo por los puertos con esas naves rielando sobre las aguas es inolvidable.

Y en el corazón del mítico zoco de Al Mubarakiya, damos fe gustosamente del delicioso banquete de manjares del mar cargados en las bodegas de los milenarios dhows y a la que nos invitaron nuestros hospitalarios anfitriones kuwaitíes.

Degustando las delicias del mar.

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