Para este fotógrafo seducido por el aspecto más social de la fotografía, viajar por Asia es inconcebible sin subirse a sus trenes. Los ferrocarriles surcan la India desde que los ingleses trazaran la que fue la línea férrea más extensa del planeta. Él los ha recorrido casi todos y ha proseguido su viaje por los trenes asiáticos con otros trayectos como el moderno Shangri‐La Express de lujo que recorre más de 4000 kilómetros desde Beiging al Tibet. Con sus bellísimas fotografías nos hace viajar con él por un continente complejo y vital.
Ángel López Soto ha hecho del viaje su forma de vida y que ha reconvertido su pasión en su profesión. Sus reportajes se publican en revistas y diarios en España y el resto del mundo. Desde hace más de una década trabaja en un gran proyecto sobre los 150.000 tibetanos exiliados en el mundo tras la invasión china de Tíbet en 1949. Ha realizado una treintena de viajes a varios países de la región del Himalaya donde se halla el mayor número de refugiados y donde, en Dharamsala (India), fue recibido por el Dalai Lama, líder espiritual y político del pueblo tibetano con el que se ha reencontrado a lo largo de estos años.
