22 de diciembre de 2013
3. Tres pedalean al Polo Sur
22 de diciembre de 2013
Aunque está considerada como una expedición ciclista, los tres aspirantes que este año desafían todas las dificultades para llegar al Polo Sur van a usar diferentes técnicas para avanzar hacia su meta. Su propio equipo, y la ayuda que reciben del exterior, son asimismo muy diferentes, con Juan Menendez Granados siendo el único que pretende llega en autonomía, esto es, llevando todas sus provisiones con él y sin ayuda exterior.
Veamos un perfil y como afrontan su viaje cada uno de estos tres valientes:
Maria Leijerstam es inglesa y tiene 35 años. En su vida profesional dirige una compañía de actividades deportivas al aire libre en Gales
Su viaje desde Inglaterra la llevó a Ciudad del Cabo, desde donde cruzó a la Antártida a la base rusa de Novo Russia. Desde allí voló al Polo Sur, y luego viajó en uno de los pickup de apoyo hasta el punto de su partida. Maria llegará al Polo Sur a lo largo de la South Pole Traverse, una “carretera” hecha en el hielo que une la estación Amundsen en el Mar de Ross con el Polo Sur. Para facilitar el tráfico de orugas y sus remolques, llevando provisiones y sobre todo combustible a las bases del centro de Antártida, (1/2 millón de kg en 2008-9) los surcos y otros obstáculos bajo la superficie, detectados con georradar, fueron rellenados y el conjunto alisado con maquinas. El resultado es una ruta más segura y más eficaz para el periodo útil, de Octubre a Febrero. Esta vía asciende primero la barrera de Ross, que es el tramo de mayor dificultad, para luego nivelarse en el alto del glaciar Leverett para el resto del trayecto al Polo Sur. La distancia total que Maria ha de recorrer son 640 km.
Maria viaja en un triciclo de acero, especialmente adaptado por Inspired Cycle Engineering de Cornwall, con ruedas de 11.5 cm de ancho. El viento fuerte opone gran resistencia a las bicicletas convencionales, y esta es más aerodinámica. Además, en una bicicleta clásica no es posible mantener el equilibrio si ruedas muy despacio; esta, sin embargo, permite viajar a 1 km/h si es necesario. En contra, el triciclo hace tres surcos en la nieve, lo cual opone mucha mas resistencia que una bicicleta normal. Maria planeaba llevar todo su equipo consigo, unos 55 kg para 20 días, y ser, hasta donde pudiera, independiente del equipo de filmación y apoyo que la sigue en dos pickup Toyota especiales. Tras comenzar su viaje el 17 de Diciembre, ha hecho gran progreso en los primeros días, subiendo la parte más trabajosa de su viaje, hasta lo alto del glaciar. Sin embargo allí ha encontrado mucha nieve blanda y cinco días mas tarde no ha tenido mas remedio que dejar su equipaje a la camioneta para poder seguir pedaleando: el triciclo no puede empujarse.
Daniel Burton, es norteamericano, tiene 50 años, y posee una tienda de bicicletas en un pueblo del estado mormón de Utah. Dice que el ciclismo le salvó de la muerte tras una vida muy sedentaria.
Viajó en avión hasta Punta Arenas en la Tierra de Fuego de Chile. Desde allí ha volado, con Juan Menendez Granados hasta el Union Glacier camp, un pequeño pueblo de tiendas de campaña, propiedad de la empresa Anctartic Logistics and Expeditions (ALE). La pista de aterrizaje es de hielo sólido lo que permite el aterrizaje de aviones grandes. Es el punto de partida de gran cantidad de expediciones, y en el tiempo que Daniel ha estado allí ha encontrado tres: un grupo de esquiadores que hacen el trayecto al Polo. Una camioneta Toyota especialmente equipada que hace el mismo viaje. Y un deportista, llamado Richard Parks que pretende batir el record de velocidad en llegar al Polo desde la Bahía de Hércules. Esquiando. Los tres grupos, y Daniel también, cuentan con puntos de avituallamiento dejados previamente por esta organización. En el caso de Daniel, son tres reavituallamientos que ha de localizar por sus coordenadas de GPS. El camino parte de la bahía de Hércules y sigue junto a las montañas Thiels, previamente trazado por los esquiadores, lo que le brinda una superficie más compacta para la bicicleta y una orientación, muy bienvenida en un lugar donde el horizonte es muy similar en 360º. Su bicicleta es una Borealis Yampa, con ruedas de 12,7 cm de ancho y estructura de carbono. Lleva la carga en alforjas, unos 40 kg. Calcula que el costo de esta expedición rondará unos 300.000 euros, la mayor parte para pagar a ALE, a quienes debe llamar cada día por razones de seguridad.
Daniel comenzó su viaje el pasado 2 de Diciembre. Su plan, si la nieve hace imposible el avanzar sobre la bicicleta, es empujarla, pero no la cargará en la pulka. Los primeros días parece que avanzar subido en la bici ha sido imposible. El día 22 acampa a unos 400 m. de Juan M. Granados, cuando este procede a levantar su campamento y ponerse en marcha. Comenta que Juan no ha podido hacer más de 30 km. subido en la bicicleta en estas condiciones, pues va arrastrando una pulka, que añade gran rozamiento. La bici de Daniel tiene averiado el tren trasero, y aunque los cambios le funcionan, va a piñón fijo. Ha recorrido ya algo mas de 300 de los 1.200 km. totales.
Juan Menendez Granados, de 31 años es el mas joven de los tres. Procede de Pravia, Asturias, y cuando no está llevando a cabo una expedición ciclista, siempre en solitario y en autonomía, trabaja en diversos oficios para financiar su vocación.
Su viaje desde España lo llevó a Punta Arenas en Chile donde coincidió con Daniel Burton. Este le ofreció hacer el viaje juntos, pero Juan tiene muy claro que quiere hacer este recorrido en su forma más pura posible: solo, sin asistencia, llevando todo su equipaje. Esta forma de viajar le hace esclavo de varias limitaciones, la mayor tiene que ver con el tiempo empleado. Lleva 85 kg de provisiones que no caben en alforjas, lo que le obliga a llevar una pulka o trineo arrastrando detrás. Con ella no es fácil empujar la bicicleta en la nieve, por lo que cuando la nieve es profunda, como ha sido hasta ahora, debe subir la bici en la pulka y arrastrarlo todo caminando sobre los esquíes. Su bicicleta es una Surly de acero con neumáticos de 12 cm de ancho.
Juan comenzó su viaje el 7 de Diciembre. Los primeros días tuvo un avance penoso al tener que arrastrar todo su equipo y la bici (mas de 100 kg) sobre terreno nevado y con viento de frente. Hubo días en que el avance era imposible debido al viento y la ventisca. Varias veces se adelantaron Daniel Burton y el, aunque Juan parece que le lleva ahora casi un día de ventaja. Las condiciones van mejorando en general, pero ya ha sido necesario racionar su comida. Delante tiene poco más de un tercio de la distancia total a recorrer, y parte de este camino, en la zona de las montañas Thiel, va a demandar un esfuerzo suplementario. El último contacto por teléfono nos lo muestra pleno de entusiasmo aunque algo cansado. El esfuerzo psicológico es quizás aquí más fuerte por los días acumulados en que no ha podido hacer otra cosa que arrastrar bicicleta y trineo con gran dificultad. Aun así, Juan es muy fuerte y ha afrontado grandes desafíos con tranquilidad y cerebro.