El 4 de julio poco después del amanecer subió un grupo hacia la cumbre con las baterías cargadas y el desayuno para los dos arqueólogos y los dos ayudantes que se habían quedado arriba pasando la noche.

El tercer vuelo tenía por objetivo la zona alta del núcleo de Hatun Vilcabamba y se inició sin dificultades.

Aunque se produjo un incidente al regreso del dron una vez completado su trabajo. La alta sensibilidad de los sensores del aparato que gobiernan el momento del aterrizaje ya habían mostrado alguna dificultad por las irregularidades del terreno. En esta ocasión no hubo suerte, el dron se desequilibró un poco en el momento de tomar tierra y una de las cuatro hélices se golpeó y rompió. Por suerte ocurrió cuando ya habíamos completado la prospección prevista.

Descanso en un largo descenso

El grupo descendió hasta el campamento y celebramos el final de esta fase de nuestra investigación. Quedaba pendiente el regreso y la interpretación de los datos