Expedición Gigantes de Fuego 2017

2-4 de diciembre de 2017: viaje accidentado a Guatemala

Una mente inquieta como la mía está en constante búsqueda de futuros objetivos que tratar de cumplir, de nuevos sueños que hacer realidad. Tras haber ascendido 6 de las “7 Cumbres” (a falta de coronar el
Everest para completar este reto mayúsculo), me he planteado durante los próximos años como preparación para el Everest, el ascender montañas altas y emblemáticas, como el Chimborazo, que subí hace 2 años. En esta ocasión el reto es doble: ascender la montaña más alta de Centroamérica, el Tajumulco (4222 m), situado en Guatemala; y posteriormente viajar a México para ascender el volcán más alto de Norteamérica, el Pico Orizaba (5.610 m). Como un Ulises montañero no puedo resistirme a los cantos de sirena que provienen de las altas cumbres, e irremediablemente me dejo llevar por su llamada.
En esta ocasión me acompaña Germán Hurtado, un amigo de los de toda la vida, con el que he compartido multitud de vivencias durante los más de 20 años que hace que nos conocemos. Una gran compañía con la que me hace mucha ilusión compartir esta nueva expedición. Las últimas semanas han sido una locura, pues se me han juntado simultáneamente los preparativos de la expedición con la preparación de una oposición cuyo último examen hago a apenas 2 días de partir. Por fin, el sábado 2 de diciembre nos presentamos en el aeropuerto de Madrid-Barajas, con nuestros amigos los pesados petates (25 kg) donde llevamos todo el material que necesitaremos en la expedición. Nos dirigimos al mostrador de facturación de Iberia para facturar el equipaje y obtener las tarjetas de embarque hacia Guatemala, y cual es nuestra sorpresa cuando nos comunican que no tenemos plaza en el avión
porque hay overbooking. Increíble y lamentable! Habiendo comprado los billetes hace más de 4 meses y que te digan que no tienes plaza. Es indignante el abuso de poder que ejercen las compañías aéreas con este tema y que no se haga nada para evitarlo. Nos dicen que vayamos a la puerta de embarque, donde nos comunicarán si finalmente podemos volar.

Los nervios los tenemos a flor de piel y estamos bastante molestos con la situación. Corriendo como si no hubiera un mañana llegamos a la puerta de embarque, pero allí lamentablemente nos comunican que no tenemos plaza. Tenemos unas 8 personas por delante, y a pesar de que a mí si me permiten viajar (por ser cliente Iberia Plus) renuncio a ello para poder viajar juntos. Conseguimos que por lo menos nos indemnicen y la solución que nos dan es volar al día siguiente a la misma hora. El overbooking nos ha fastidiado los planes de la expedición, pero si volamos al día siguiente podemos minimizar los problemas causados. Aceptamos, y nos volvemos a nuestras casas a estar con la familia, esperando que al día siguiente sí podamos volar.

Domingo, 3 de Diciembre de 2017: vuelo Madrid-Guatemala

Como si de un deja vú se tratara nos volvemos a encontrar de nuevo en el aeropuerto. Esta vez no hay problemas de overbooking y podemos iniciar nuestro periplo viajero hacia Guatemala. El vuelo es directo, sale a las 12:15 y dura unas 12 horas. El trayecto no se hace muy pesado y lo pasamos viendo algunas películas, aunque no conseguimos dormir nada.
Atravesamos el charco y a las 17:00 hora local (7 horas menos que en España) aterrizamos en el aeropuerto de Ciudad de Guatemala. Ya es noche cerrada. Nos espera un transporte privado que hemos contratado y tras 1 hora nos lleva a la ciudad de Antigua, donde nos alojaremos. Nada más llegar dejamos los petates y mochilas en el hotel y aprovechamos para visitar esta magnífica ciudad colonial que bulle de vida un domingo por la noche. A pesar de los contratiempos de ayer, nos encontramos felices de estar por fin en Guatemala y poder empezar la expedición. Damos un paseo por los alrededores del centro histórico, cenamos un bocata lugareño en un parque lleno de puestecillos callejeros que ofrecen comida, y nos vamos a dormir a descansar, pues llevamos casi 21 horas sin dormir. Ha sido un día largo y caemos rendidos.

Lunes, 4 de Diciembre de 2017: Antigua-Quetzaltenango
En los planes iniciales teníamos pensado visitar Antigua al día siguiente de la llegada, pero los problemas del overbooking que nos hicieron volar un día después han trastocado los planes de la expedición, por lo que el día de hoy visitaremos Antigua por la mañana y por la tarde viajaremos hacia Quetzaltenango, punto de partida para mañana intentar la ascensión del Tajumulco.
El día amanece soleado. Subimos a la azotea del hotel a desayunar y quedamos maravillados con el bello paisaje. Podemos divisar los 3 volcanes que rodean Antigua, el volcán de Agua, el volcán de Fuego y el
Acatenango. Las vistas son espectaculares, con el bello volcán de Agua en primer plano, muy cerca de la ciudad y el volcán de Fuego en las inmediaciones en plena erupción echando nubes de cenizas desde su cráter a intervalos regulares.

Disponemos de la mañana para hacer un poco de turismo y visitar Antigua, que como su nombre indica fue durante mucho tiempo la antigua capital de Guatemala. Es una bella ciudad colonial, con casas bajas cuyas fachadas están pintadas de colores muy vivos. Sus calles empedradas, el paisaje circundante rodeado de volcanes, las innumerables iglesias, muchas en ruinas, y sus amables gentes hacen de
Antigua un lugar imprescindible para visitar dentro de Guatemala. Su casco histórico es una verdadera maravilla y es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se encuentra muy bien conservado y está lleno de bellas calles, grandes plazas, bonitas iglesias y enormes edificios coloniales, reminiscencias de
la época en la que los españoles gobernaban la región. Se respira mucha magia en este lugar, y
al andar por sus calles y plazas te vas empapando continuamente de su historia.
A las 8:00 ya estamos en marcha, callejeando y disfrutando del soleado día. El centro neurálgico es la plaza central, donde se ubican el palacio municipal y la catedral. La plaza bulle de vida y sus árboles y bancos invitan a sentarse y disfrutar del entorno. Tras la plaza nos vamos a subir a un lugar
denominado cerro de la Cruz, una colina desde la cual se divisan unas vistas espectaculares de Antigua con el bello volcán de Agua justo enfrente. Luego continuamos la visita viendo iglesias, el famoso arco de
Santa Catalina o simplemente callejeando. El tiempo se echa encima y tras una buena comida lugareña, a las 14:00 un transporte privado nos lleva hacia la ciudad de Quetzaltenango, también llamada Xela, que será el punto de partida para mañana intentar ascender el Tajumulco. El viaje se hace largo y pesado, las carreteras no están muy bien asfaltadas y están llenas de baches.

Tras 4:30 horas, por fin llegamos al hotel de Xela, ya de noche cerrada. Hay hambre y cenamos con ganas después del largo viaje. A los 21:30 ya estamos durmiendo, pues mañana nos levantaremos a las 3:30 para ir hacia el Tajumulco, la montaña más alta de Centroamérica y primer objetivo de la expedición.