11 de octubre de 2012
Cuzco, 11 de octubre de 2012
Parece todo a punto. Nuevamente desde la antigua capital del incanato, una suerte de base de operaciones de las expediciones que se adentran en la selva peruana, ultimo los preparativos para iniciar una nueva expedición con quizá mejores perspectivas que nunca. Los años de búsqueda e informaciones van convergiendo y tengo la esperanza de que este viaje me de alguna sorpresa. Uno nunca sabe qué le puede deparar el inhóspito verde, y los encuentros imprevistos, que no se resisten a aparecer en mi camino, pueden trastocar cualquier planificación. Sorpresas anheladas, pero nunca determinantes, pues sólo la experiencia que se cierne ante mí, sé con seguridad que se pegará a mi piel hasta el fin de mis días, pero no puedo dejar de sentir la presión, el estrés, la duda. Sin duda alguna este año no podría haber salido adelante sin la colaboración de GUTIOLI, pero aún así, ha supuesto el desembolso económico más importante al que me he tenido que enfrentar, que arrastraré no sólo yo si no también mi pareja, para algo que no sé si quedará sólo para los archivos personales.
Con nervios, incertidumbre, pero con ilusión, afronto este nuevo periplo a la selva del Madre de Dios, donde ya os confirmo que gracias a costosos y engorrosos permisos, se explorarán y filmarán zonas desconocidas nunca antes registradas, tras esos últimos secretos de la selva.”