La expedición Río de Hielo finaliza tras recorrer 1.200 kilómetros en el Trineo de Viento

Madrid, 23 de junio de 2017

Después de 28 días y 1.200 kilómetros recorridos, el Trineo de Viento finalizó el día 22 de junio la expedición Río de Hielo Groenlandia 2017 tras su llegada al punto de partida, la localidad de Kangerlussuaq. En la travesía, que les ha llevado desde la costa suroeste de la isla ártica hasta la base científica EastGRIP, cerca del noroeste, los cinco tripulantes, dirigidos por Ramón Larramendi, han recogido datos para proyectos científicos internacionales, demostrando así el potencial del convoy para la investigación en el Ártico y la Antártida, adaptándose perfectamente a las condiciones del terreno, con cero emisiones contaminantes y una gran eficiencia.

La expedición Rio de Hielo llegó el pasado día 20 a la EastGRIP, una instalación situada sobre la misma corriente de hielo en la que los tripulantes habían pasado la última semana realizando diversos trabajos. Desde allí, ayer jueves, un avión Hércules de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos les trasladó hasta Kangerlussuaq, el mismo punto del que partieron el pasado día 25 de mayo en un helicóptero. “Ha sido una expedición en la que el Trineo de Viento no ha tenido ningún problema técnico y hemos cumplido todos nuestros planes. El tiempo nos ha acompañado, pero además ha quedado claro que este vehículo sirve para hacer ciencia limpia y eficiente en los territorios polares, algo que el científico australiano, Ross Edwards, que venía con nosotros, ha comprobado sobre el terreno”, señalaba Larramendi a su llegada a Kangerlussuaq.

Durante la expedición Río de Hielo Groenlandia 2017, patrocinada por la agencia de viajes Tierras Polares, y que contaba con el apoyo de la EastGRIP y de la Sociedad Geográfica Española, se han recogido datos para cinco proyectos científicos internacionales diferentes, relacionados todos con los impactos que tiene el deshielo del Ártico, su origen y sus consecuencias. A la aventura de atravesar un territorio prácticamente desconocido, se ha sumado así el reto de conseguir información fundamental para que los modelos climáticos se ajusten lo más posible a la realidad. Asimismo, ha servido para definir nuevas mejoras en el convoy, sobre todo en cuanto al suministro energético de los dispositivos, que se realiza mediante placas solares, y al diseño de los mandos de la cometa.

Los cinco tripulantes han sido en esta ocasión Ramón Larramendi, el científico australiano Ross Edwards, el guía polar Hilo Moreno, el productor audiovisual Nacho García (The Beagle Productions) y el groenlandés Jens Jacob Simonsen. El Trineo de Viento se ha quedado, totalmente desmontado, en el interior de la base científica, a la espera de posibles nuevas expediciones que podría realizarse desde este punto el próximo año para nuevos proyectos de investigación.