Sylvain Tesson. Photo 2022.
Francesca Mantovani ® Editions Gallimard 87A9158

EL VIAJERO SIN ATADURAS

Sylvain Tesson, geógrafo, escritor y aventurero. Con una trayectoria tan original como brillante ha pasado más de dos décadas recorriendo el planeta, en las que ha dado la vuelta al mundo en bicicleta, ha atravesado las estepas de Asia Central a caballo y cruzado el Himalaya a pie. Defiende el “viaje lento”, invirtiendo en ellos tiempo y paciencia. Todos sus viajes los hace de forma austera, con sus propios medios y sin apenas despliegue de tecnología moderna. Sus relatos de viaje y libros de reflexiones han sido galardonados por numerosos premios literarios, entre ellos el Goncourt y del Premio de la Academia Francesa.

Julio Verne le inspiró para elegir su carrera, Geografía. El silencio de su biblioteca fue el motor de sus expediciones y después llegó la aventura. Famoso por sus libros de viajes, ha pasado más de dos décadas recorriendo el planeta, en las que ha dado la vuelta al mundo en bicicleta, ha atravesado las estepas de Asia Central a caballo y cruzado el Himalaya a pie. Sus relatos de viaje y libros de reflexiones han sido galardonados por numerosos premios literarios, entre ellos, Premio Goncourt del Relato corto de la Académie Française en 2009, Premio Médicis de Ensayo en 2011.

En 2019 recibió el Premio Renaudot con El leopardo de las nieves, donde Tesson relata su aventura junto al fotógrafo de naturaleza Vincent Munier y dos compañeros, en una expedición al Tíbet para conseguir fotografiar a los últimos ejemplares de esta especie que habita en las montañas cercanas a la frontera norte del Tíbet. Todos sus viajes los hace de forma austera, con sus propios medios y sin apenas despliegue de tecnología moderna. Y los cuenta muy bien, de hecho, todo lo que publica se convierte en best seller. También los documentales sobre sus viajes sorprenden en taquilla. Este año se estrena Por los caminos oscuros, una película inspirada en un momento clave de su vida.

DISCURSO SYLVAIN TESSON

ENTREVISTA A SYLVAIN TESSON

Discurso dado por Sylvain Tesson durante la Ceremonia de Premios SGE 2021-2022.

Estimados amigos de la SGE,

Cuando aprendí español, mi profesor me prohibió usar palabras con sufijos en “ción”. Son las mismas en francés y en español. Prohibición de usar expresiones en “ción” que ilusionan en la manifestación de locuciones de la expresión. Continuaré en francés si me lo permiten.

Es una gran alegría ver que estamos reunidos aquí bajo la égida de una disciplina magnífica, vital para el hombre, enseñada demasiado rápidamente y olvidada rápidamente: la Geografía. El hombre siempre defiende su parroquia. Glorifica la Historia, descuida la Geografía. Sin embargo, es el vestido del mundo, como la piel del hombre. Todos nosotros aquí le debemos algo. Es una ciencia que nos enseña a leer el mundo. Por lo tanto, a amarlo. España ha servido mucho a esta disciplina. Ofreció a Europa, en el siglo XV, la oportunidad de escapar de su propia geografía descubriendo el mundo. Cuando ampliamos la geografía, ampliamos la historia. Cuando viajamos, escapamos de nosotros mismos.

Entre las muchas disciplinas de la geografía, una me gusta más que las demás: la geografía física. Estudiando las estructuras, los sustratos, los relieves, las tectónicas y las morfologías de la Tierra, se corre menos riesgo de encontrar lo humano. Abordamos otros reinos. Un verdadero viaje comienza. Luego es el momento de volver al hombre, pasando por el arte que imita la naturaleza.

La geografía recuerda a nuestros tiempos modernos que el hombre vive en la Tierra. Viene del suelo, respira aire, bebe agua, vive bajo el sol. Es un ser de carne. Los hombres religiosos dicen que es de arcilla. No es solo una criatura abstracta, un avatar técnico, una creación auto-pensada. Sin embargo, nuestra modernidad nos convierte en tristes lacayos de las máquinas. Olvidados de lo que nos une a la Tierra. La Geo nos trae de vuelta. “Mira de dónde vienes, bajo qué cielo vives, de qué madera te calientas, de qué fuente bebes agua, si quieres saber hacia dónde te diriges”.

Nuestra modernidad hace la guerra a lo real. Masacra la naturaleza. Nos hace creer que la salvación está en la Tecnología. La Inteligencia Artificial no necesita ser de algún lugar. En eso, es un monstruo. No quiero confiar mi futuro a un monstruo. La geografía nos recuerda esa antigua ley: solo existe lo real. Es una alegría recibir este premio. Lo ofrezco a los kilómetros que he recorrido, a los vientos que me han empujado, a las fuentes y las paredes, a las noches que he pasado en los bosques, a los mapas que he contemplado, a los cabos que he seguido. He pedido mucho a la geografía.

Después de estudiarla, he realizado largas travesías continentales para pedirle a los paisajes que me distraigan. Le pedí a la vida en los bosques, en una cabaña de Siberia, que frenara la fuga del tiempo. Le pedí al alpinismo que me sumergiera en la belleza del mundo blanco. Le pedí a la navegación en los mares griegos y celtas que me hiciera comprender que lo maravilloso no es una promesa. Está ahí, delante de nuestros ojos, siempre que sepamos verlo, es decir, mirarlo. Así que la medición y el estudio del mundo han sido la gran escuela de mi vida. Prefiero la geografía a la historia. Porque sin la primera, la segunda es solo fantasía. Pero sin la segunda, la primera sigue siendo pura belleza. El geógrafo es antes que nada un medidor (un geómetra se habría dicho bajo el pórtico) y el movimiento es la herramienta del geógrafo. Sé que esta medalla es también la recompensa del viaje. El movimiento lo cura todo. Resuelve los problemas. ¡Cuando todo va mal, vete! ¡Pregúntale a Cervantes! Pregúntale a Carlos V, quien estructuró el Imperio moviéndose constantemente. El movimiento es la cortesía del hombre hacia la geografía. ST