El enigma de una civilización perdida
La culturamaya dominó el escenario centroamericano durante casi tres mil años. Fue la civilización precolombina que más tiempo perduró y la que mayor extensión geográfica alcanzó. Sin embargo, pese a las investigaciones realizadas desde el siglo XIX en la zona, los mayas continúan siendo un misterio. Hay muy pocos datos indiscutibles sobre el auge y decadencia de esta civilización que ha dejado espectaculares restos en forma de centros ceremoniales, códices, cerámica y esculturas. ¿Cómo eran sus ceremonias religiosas? ¿Cuál era su estructura social y religiosa?, y sobre todo ¿por qué desapareció esta extraordinaria cultura que todavía hoy, continúa despertando asombro y fascinación.
El mundo maya es uno de los ámbitos de investigación más fascinantes para los arqueólogos. Tan sólo en la península de Yucatán (México) existen más de dos mil centros arqueológicos catalogados, la mayoría enterrados por la selva. Y esto es sólo un ejemplo de la riqueza que esconde la selva centroamericana.
• El Mundo Maya desapareció por su fraccionamiento entre caciques y su debilidad política. A la llegada de los españoles no tenía ninguna fuerza frente a los poderosos aztecas y su conquista fue rápida. Sin embargo el mundo maya no se ha perdido, sólo se ha transformado: más de seis millones de descendientes directos conservan las tradiciones prehispánicas de los mayas.
• Los descendientes de quienes construyeron las pirámides aún habitan en la región. Viven en pequeñas aldeas que parecen ajenas al paso del tiempo, hablan su antigua lengua, cosechan la tierra tal y como lo hacían sus ancestros y rinden culto a muchas de sus más antiguas tradiciones. El sincretismo es una de las principales características del mundo maya actual.
• Los mayas de hoy día viven dentro de las fronteras de su viejo imperio. Están divididos en varios grupos étnicos que hablan alrededor de 30 dialectos indígenas. Estos grupos incluyen a los lacandones, tojolobales, tzotzils y tzeltals. En Chiapas los dos últimos grupos están concentrados en el área alrededor de San Cristóbal de las Casas. También sobreviven los chontales de Tabasco y los quichús, kekchi y cakchiqueles de Guatemala. Muchos de los mayas son bilingües ya que hablan
su propio dialecto y el castellano como segunda lengua.
• El redescubrimiento del mundo maya es una de las aventuras más apasionantes de la historia de la arqueología: en el siglo XIX, intrépidos aventureros como el conde Waldeck, John L. Stephens o el artista Frederic Catherwood descubrieron las ciudades mayas ocultas bajo la densa selva de la región y escribieron acerca de ella. Durante muchos años, los intelectuales especularon sobre las fabulosas ruinas como un legado de lastribus perdidas de Israel o de sobrevivientes de la Atlántida. Estos primeros exploradores fueron los pioneros de la arqueología maya. A partir de sus escritos sobre la región se han llevado a cabo innumerables excavaciones en sitios tales como Uxmal, Palenque, Tulum y Chichén Itzá en México, la magnífica y antigua Tikal en Guatemala y Copán en Honduras, un lejano sitio del imperio.
• La civilización maya se desarrolló en medio de un paisaje de selva alta, montañas, bosques nublados y de pinos, tranquilos lagos y caudalosos ríos. En el territorio conviven varios ecosistemas. De las 8.000 especies de plantas identificadas en el Mundo Maya, al menos 1.500 poseen propiedades medicinales. El Mundo Maya es la tierra que dio origen al cacao (chocolate), a la vainilla, al chicle y al henequén. El extenso inventario de recursos culturales y naturales del Mundo Maya incluye 17 sitios declarados Monumentos del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
• Los cinco países que comprenden el Mundo Maya se han unido para proteger sus recursos naturales. En la zona existen numerosas Reservas de la Biosfera: En Chiapas, la Reserva de la Biosfera de los Montes Azules y la de El Triunfo. En Tabasco la Reserva de Centla, en Campeche la Reserva de Calakmul. En Yucatán la reserva de Río Lagartos, y en Quintana Roo, la Reserva de Sian Ka’an. En Belice hay cuatro espacios protegidos: la Bermudian Landing Community Baboon, la Reserva del Jaguar Cockscomb Basin, el Santuario de Vida Silvestre Crooked Treey la Reserva Marina Hol Chan En Guatemala hay tres reservas: la Reserva de la Biosfera maya (dentro de la cual se encuentra el Parque Nacional de Tikal), la Reserva Biotopo del Quetzal y la del Chocon Machacas. En Honduras destaca la Reserva de la Biosfera Río Platano y la reserva submarina de las islas de la Bahía. Por último, en El Salvador, se encuentra el parque nacional El Trifino y la reserva de Cerro Verde.
Juan Gabriel Pallarés