Texto: Marga Martínez

Boletín 72 – Sociedad Geográfica Española

Rusia: una aproximación

Las relaciones Rusia/USA vistas a través de una película reveladora, Red Army, en la que se enfrentan no sólo los equipos de hockey de cada uno de estos dos países, sino una forma de entender la vida, el compromiso, la lealtad sin límites a su nación.

“En el argumento de casi todas las películas, los malos salen derrotados y el final es feliz. En la película que vais a ver, no os lo aseguro. La historia no ha terminado. Tú y el público sois parte del conflicto. Lo que ha sucedido hasta ahora no es nada alentador. Cómo abordemos el desafío comunista depende de todos vosotros”. Ronald Reagan

Con esta proclama belicosa y anticomunista pronunciada por un jovencísimo, y en blanco y negro, Ronald Reagan, comienza “Red Army”, un fascinante documental que hace un retrato extraordinario de la Guerra Fría a través de los jugadores del equipo soviético de hockey sobre hielo conocido así, Ejército Rojo. Dirigido por Gabe Polsky, jugador de hockey estadounidense descendiente de emigrantes rusos, y producido por Werner Herzog y Jerry Weintraub, recorre la trayectoria del capitán del equipo, Slava Fetisov.

Pero este documental no es nuevo, es de 2013, entonces ¿por qué “Red Army”, aquí, y por qué, ahora? Pues sencillamente porque es una gran y acertada metáfora. No una cualquiera, sino una importante de entre los distintos ejemplos citados por grandes expertos en Rusia como Daniel Utrilla, Sara Gutiérrez y Rafael Poch. El momento fue en la fantástica tertulia viajera de la SGE de mayo de 2021; y el motivo, el aniversario de los 30 años de la caída de la URSS.

Un viaje de la URSS… a Rusia. 30 años del fin de la Unión Soviética, así titulábamos un encuentro que ese, permítanme, sí me gustaría recomendárselo yo misma desde estas líneas. Gracias a lo allí hablado, discutido o comentado, pudimos acercarnos a una realidad que, quién nos iba a decir entonces, iba a estar tan de plena y triste actualidad un año después. La tertulia fue una hora de encuentro tan interesante que, como suele pasar en estos casos, pasa demasiado rápido, y está plagado de recomendaciones para entender mejor este país, sus gentes, su multiculturalidad, sus peculiaridades y su actualidad. No se preocupen, si lo que allí se dijo os interesa, no os lo habéis perdido. Al final de este texto encontrarán el código QR que os llevará hasta ella.

AUGE Y CAÍDA DE LA URSS A TRAVÉS DE LA CARRERA DE SLAVA FETISOV

Volvamos pues a Red Army y a su héroe Slava Fetisov. Antes, un aviso importante: por si parece que estemos hablando de un documental deportivo, no se trata de una película sobre hockey, y casi podríamos decir que tampoco sea un documental. Parece más bien que estemos ante un auténtico thriller.

Comienza con la construcción del héroe en una época gris y dura para los habitantes de un territorio, tremendamente castigado por la guerra y las políticas soviéticas. Red Army nos muestra un régimen comunista férreo, rígido y sin libertades, en el que crece el que será doble medallista olímpico, Fetisov. Con él haremos un viaje desde sus más que humildes orígenes, en una familia que ha vivido las consecuencias de la guerra, y a la que le toca sobrevivir en un diminuto piso, de 35 metros cuadrados, compartido con dos familias más y sin agua corriente ni baño. Fetisov, con 9 años, sin embargo, era feliz jugando al hockey emulando a sus héroes, los jugadores del Red Army. Todo en la época de Stalin.

Sus padres tuvieron que ahorrar durante dos años para poder comprarle el equipo de hockey, apenas unos guantes, patines y un casco. Unos 250 rublos en el mercado negro: mucho dinero para una familia soviética.

Se muestra cómo el equipo de hockey era un valor político, una representación viva de la URSS, la culminación de sus logros y una muestra de que el sistema soviético era, en definitiva, el mejor. Una auténtica herramienta de propaganda. “Únete al equipo rojo y sirve a tu patria”, rezaban los anuncios que reclutaban jóvenes para el equipo. Y lo de reclutar era literal, porque eran los militares quienes dirigían el equipo, y los que hacían las pruebas de selección a las que se presentaban los niños. El sistema era un auténtico despliegue de medios donde se elegía a los mejores, desde pequeños y a nivel nacional.

Partido de EE.UU contra la Unión Soviética. 1980.

Tácticas.

El interior del Herb Brooks Arena, anteriormente conocido como el Centro Olímpico hasta 2005, en Lake Placid , Nueva York, EE. UU.

LOS JUGADORES, HÉROES NACIONALES

La enorme maquinaria de propaganda soviética presentaba a los jugadores como auténticos héroes nacionales. Los coros de niños entonaban ante Stalin, orgulloso fundador del club de hockey del Ejército Rojo, canciones que enardecían el espíritu soviético y expulsaba a los cobardes “Se escucha el son de la música del ataque… los hermanos del hielo juegan duro, y confiamos en el valor de unos muchachos desesperados. Los hombres de verdad juegan al hockey. Los cobardes no juegan al hockey. Los cobardes no juegan al hockey.” Un estribillo con una terrible carga moral y ética final.

El padre del hockey ruso era Anatoli Tarásov, un visionario que estudiaba y utilizaba los movimientos y principios del ballet, el ajedrez, e incluso la literatura, para conseguir unos jugadores completos, y con un sentido global de equipo. Sus pases, su juego y sus movimientos eran una combinación de zigzag, baile y coordinación que maravilló al mundo. Para conseguir éxito, la enseñanza tenía que ser estricta, ¡y vaya que sí lo era!: once meses al año de concentración agrupados, sin ver a sus propias familias, haciendo de los compañeros y equipo su verdadero entorno. No obstante, rigidez y disciplina no impedían que jugaran con la libertad y espontaneidad de la que carecían los equipos de Canadá o Estados Unidos.

Red Army.

Carteles de Red Army.

TODO POR EL HOCKEY… ¡Y POR LA PATRIA!. EL RODILLO SOVIÉTICO

Pero, como en un giro de guión de cualquier película de suspense, aparece un personaje siniestro y una sonada derrota: Viktor Tikhonov, nuevo entrenador y agente del KGB, y los Juegos Olímpicos de Invierno de1980, en Lake Placid, Nueva York. Era la gran final y se enfrentaban dos equipos que representaban el enfrentamiento político del momento: Oriente contra Occidente, el comunismo frente al capitalismo, Estados Unidos frente a la URSS. La derrota fue estrepitosa: perdieron los que estaban destinados a ganar, y la política no dudó ni un momento en utilizarlo para fines propagandísticos: “Lo que ha pasado demuestra la superioridad de nuestro estilo de vida” no tardó en sentenciar Jimmy Carter.

A partir de ahí conocemos al verdadero Tikhonov, la auténtica figura del régimen comunista. Sucesor de Tarasov, fue el odiado instrumento político que trasladó la guerra fría al hielo de las pistas de juego. Sus métodos eran despiadados con los jugadores, y su objetivo lo que a la postre fue una auténtica leyenda viva, el rodillo soviético. Eran los mejores, y durante tres años los rusos no perdieron ni un solo partido. Sin embargo, el método Tikhonov consiguió destruir a sus estrellas, los cinco jugadores superdotados: Makarov, Lorionov, Krutov, Kasatonov y Fetisov.

LA DESTRUCCIÓN DE FETISOV Y SU PASO AL BANDO CONTRARIO

Aquí comenzaría el drama de Fetisov, sus desavenencias con el entrenador, su complicada salida para acabar jugando en Estados Unidos, y el rechazo de todo un país del que había sido héroe nacional. Su búsqueda del sueño americano, sin embargo, no fue fácil. El que a priori era uno de los mejores jugadores de hockey del mundo no encontraba encaje en la forma de juego individualista americana. No cuajaba, y el futuro de Fetisov no se veía claro en los equipos americanos. Las peleas llegaron a ser constantes, tiñendo incluso de sangre el hielo de las pistas.

Al mismo tiempo que la URSS se iba descomponiendo con la llegada de los nuevos tiempos de Gorvachov y su perestroika reformadora, fueron desertando más jugadores del Red Army hacia los equipos americanos, y el ballet ruso comenzó a funcionar en el territorio del antiguo enemigo: volvió el baile, el Bolshoi sobre hielo, la estrategia y la recuperación del juego de equipo.

Vemos en esta parte de la cinta cómo Red Army retrata perfectamente la derrota moral del comunismo, a la vez que nos recuerda la grandeza de alguno de sus principios teóricos, el modo de vida de unos y de otros reflejado en un deporte heroico, forjado con claves universales de disciplinas como el ballet o el ajedrez. La película, en definitiva, consigue mostrar, a través de la historia de Fetisov y el hockey, cómo el capitalismo fagocitó al comunismo. Decía Fetisov que “nosotros, los rusos, nos olvidamos del patriotismo cuando cayó la Unión Soviética. Y todo por una falsa idea de lo que significa el sueño americano. Nos creíamos que éste consistía en ganar dinero y cambiamos el patriotismo por dinero”.

EL ANTIGUO HÉROE ES RECLAMADO POR PUTIN

Pero la historia de Fetisov no termina en Estados Unidos. El país que ahora dirige Vladímir Putin parece entender mejor que nadie que hay que recuperar y rescatar a sus héroes, y así ha sucedido con el jugador más laureado de la historia del hockey sobre hielo. Reclamado por el propio Putin, desde 2002 a 2008 ha sido Ministro de Deportes, para pasar a ser después senador. Pero qué le hizo volver: “sinceramente, el patriotismo. Putin ha devuelto al pueblo ruso el orgullo y el deseo de trabajar en equipo. Si el deporte consigue algo es ofrecer héroes a la gente, referencias. Todo país necesita héroes.” Sentencia uno de los pocos hombres que ha conseguido ser un héroe en la URRS y en los Estados Unidos en mitad de la Guerra Fría.

Y habrá que volver ahora a donde empezamos, a la tertulia protagonizada por Sara Gutiérrez, Daniel Utrilla y Rafael Poch. Estos tertulianos de excepción, amén de hacer una crítica nada velada a la forma en la que el periodismo de hoy en día cuenta la actualidad y, por ende, también la rusa, pusieron muchas tareas a los asistentes por si querían profundizar un poco más en el conocimiento de esta gran región del mundo y de esa época de cambio de la URSS a Rusia.

Poster de los Red Army.

Y UNA ÚLTIMA REFLEXIÓN

“Occidente no acepta una Rusia que levante la cabeza, quiere una Rusia débil. Lo que ahora importa (y preocupa) es que la Rusia de Putin es grande y autónoma” decía Rafael Poch, y añadía el periodista y escritor que era más cómoda la Rusia de república bananera de la era de Yeltsin, sometida, débil y caótica. También llamó la atención sobre la visión y narrativa que vende el cine americano a la hora de retratar a los rusos con brocha gorda, como seres sin sentimientos, Reafirmaba estas apreciaciones Daniel Utilla, comparando el cine de la Guerra Fría, que presenta a unos protagonistas robóticos y sin alma, con una realidad completamente distinta. Quien conoce el país sabe que sus gentes son pasionales, sentimentales, melancólicos y con un punto en su tendencia a los milagros.

Y así, Red Army no es la única buena recomendación que podemos obtener de la tertulia viajera de mayo del 2021. Como avanzaba al principio de este texto, las hubo abundantes y sustanciosas. Recuerdan los tertulianos la cita de Álvaro Cunqueiro:

“Toda la literatura rusa está recorrida por un pitido de tren en la noche” para reivindicar la literatura rusa del XIX, pero también parece definir “El último verano de la URSS. Del mar Báltico al mar Negro en tren”, de Sara Gutiérrez, en el que cuenta su propia experiencia cuando dejó su Oviedo natal para irse a Ucrania, dos años antes de que la perestroika de Gorbachov cambiara ese país, y cruzar después la Rusia Soviética desde el mar Báltico al Negro en trenes nocturnos. https://sge.org/tertulias-viajeras-de-la-sge/

 

Para saber más

“La gran transición: Rusia, 1985-2002” Rafael Poch (Ed. Crítica) “Entender la Rusia de Putin. De la humillación al restablecimiento” Rafael Poch (Ed. Akal)“A Moscú sin Kaláshnikov (Crónica sentimental de la Rusia de Putin envuelta en papel de periódico)”. Daniel Utrilla (Lbros del K.O.)“Mi ovni de la Perestroika. Un viaje al corazón de Rusia tras la noticia más extraterrestre de la Historia” Daniel Utrilla (Libros del K.O.)“Rusia en la encrucijada” (Ed. Espasa). Sara Gutiérrez y Eva Orúe“El último verano de la URSS. Del mar Báltico al mar Negro en tren” Sara Gutiérrez. (Ed. Reino de Cordelia)“El siglo soviético. ¿Qué sucedió realmente en la Unión Soviética?” Lewin, Moshe. (Ed. Crítica) 2017. “La tumba de Lenin” Remnick, David. (Ed. Debate). 2020“Historia de la Unión Soviética”. Taibo, Carlos. (Ed. Alianza). 2019“Red Army. La guerra fría sobre el hielo”. Documental. 2014. ”El gran concierto”. Película. Francia. 2009. *Marga Martínez es periodista.