William H. Hudson. La Línea del Horizonte Ediciones

A medio camino entre el relato de viajes, el ensayo y el diario de un naturalista, Días de ocio en la Patagonia  es un testimonio único sobre la vida de los colonos y  gauchos a finales del XIX, el libro de un naturalista que describía aquellos parajes como “el espacio sereno y luminoso donde cantaban las aves”. William H. Hudson, conocido como el Thoreau argentino y como el Príncipe de los pájaros,  escribió este relato en 1871, cuando debido a una serie de circunstancias e imprevistos se adentra  en la provincia de Río Negro donde permanece varios meses en los que debe permanecer ciertos períodos de tiempo convaleciente. Su viaje se convierte en una excusa para reflexionar sobre la experiencia de la contemplación como vía para explorar las regiones sensibles del alma y lleva a cabo una  profunda reflexión sobre aspectos de la vida tan variados como el ocio, muchas veces representado por los pobladores locales, la sensación de infinitud que manifiesta el ilimitado paisaje patagónico, la soledad, y la pacífica sensación humana de la detención del tiempo. Pero lo que atrajo al escritor a estas remotas tierras del sur argentino, fue su pasión por la ornitología. De ahí las minuciosas descripciones de la fauna y de las aves que aparecen en el libro: su canto, sus costumbres, su aleteo… son tan vívidos que la música de trigueros, ruiseñores patagónicos, pinzones y petirrojos arropan la lectura como en una sinfonía. Su origen anglosajón, la condición de colonos de la propia familia que siempre preservó su propia cultura respecto a la de otros colonos, así como su interés por las poblaciones originarias, le sitúa entre dos mundos culturalmente diferentes y junto a la calidad artística y literaria de su narración, nos transmite un gran amor a la vida silvestre y lo natural, convirtiéndose este relato en un clásico de la literatura naturalista.