Diego Cortijo descubre las ruinas de una posible ciudadela inca en Perú
Madrid, septiembre de 2017.
Diego Cortijo, explorador vallisoletano y miembro de la Sociedad Geográfica Española, lleva siete años explorando el corazón de la selva peruana y toda una vida buscando respuestas sobre los mitos de la antigüedad, como la existencia de este mítico enclave. Después de numerosos esfuerzos y acompañado de la arqueóloga peruana Geanette Guzmán y de un grupo de nativos amarakaeri, ha dado con los restos de un complejo en la Reserva Comunal Amarakaeri, en la frontera con Brasil y Bolivia en su más reciente expedición. Según la arqueóloga, que ya ha hecho público el informe, se trata de las ruinas de una plataforma en forma de pirámide trunca de uso ceremonial construida en la época pre-inca y reutilizada hasta el periodo inca.
El descubrimiento de estos restos arqueológicos en esta zona de la selva amazónica determina la presencia de este pueblo precolombino en esta área y abre la puerta a un nuevo paradigma sobre esta cultura y una nueva zona de exploración.
En el año 2012, Cortijo y los nativos amarakaeri descubrieron un rostro en piedra, conocido en la tradición nativa como “Amana”, lo que empujó al equipo a seguir buscando en esa selva algunos lugares arqueológicos a los que se seguían refiriendo las comunidades nativas de la zona. Se trataba de un lugar que quedaba en la tradición local y al que tuvieron acceso desde antiguo los pobladores de la selva, pero que las nuevas generaciones desconocían y cuya ubicación exacta ya nadie conseguía localizar.
Año tras año, Cortijo abrió nuevas rutas de exploración de la mano de los nativos, e incentivó entre las familias amarakaeri la recuperación del patrimonio y la puesta en valor de unos lugares que se habían perdido en la memoria. En el año 2014, apoyó y financió una expedición local de unas pocas familias amarakaeri que informaron al español de haber encontrado algo, lo que sirvió como primer paso para el proyecto realizado durante el verano de 2016.
Tras el hallazgo, Cortijo y las comunidades locales de Perú han pedido a la administración peruana que cree un área de protección especial alrededor de lugares sagrados como el encontrado y que otorgue a la Reserva Amarakaeri la categoría de bien cultural a proteger. “La investigación indica que quizá los mitos de las ciudades perdidas no sean tan mito”, dice Cortijo. “Buscar en estas culturas antiguas respuestas a nuestras preguntas del presente. Eso es lo que me mueve”.
El viaje contó con el aval del Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Perú y la colaboración de las comunidades nativas de la zona que acompañaron al equipo de Cortijo en su expedición. El suyo fue el primer proyecto de investigación arqueológica en la Reserva Amarakaeri, una zona de especial protección por su diversidad biológica que hasta ahora se había mantenido inaccesible para la investigación científica. La Reserva es un lugar constantemente amenazado por los intentos de explotación de sus recursos naturales, con actividades como la extracción de petróleo o la minería del oro, que han arrasado ya gran parte de la región de Madre de Dios.
La última expedición de Diego Cortijo a la Reserva Amarakaeri ha sido grabada para el programa “La búsqueda”, una producción de Movistar+ en colaboración con 93 Metros y 7 y Acción, que se estrenó en #0 el pasado 11 de septiembre.
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