#EXPLORANDODESDECASA
GRANDES EXPEDICIONES CIENTÍFICAS
En estos momentos volvemos la mirada hacia la Ciencia y los profesionales que con su trabajo y recomendaciones hacen posible solventar situaciones como la creada por el Covid19. Ahora mismo el mejor viaje y la mejor expedición es seguir las indicaciones de los profesionales de la sanidad y quedarse en casa; por eso en la SGE nos quedamos en casa #yomequedoencasa #explorandodesdecasa
Es un buen momento para recordar algunas de las grandes expediciones científicas que a lo largo de la Historia recorrieron todos los confines del mundo descubriendo nuevas tierras y renovando la botánica, la ingeniería, la medicina o las técnicas de navegación, haciendo posible la evolución de la Ciencia.
REAL EXPEDICIÓN FILANTRÓPICA DE LA VACUNA
LA PRIMERA CAMPAÑA MUNDIAL CONTRA LA VIRUELA
Esta original expedición partió del puerto de La Coruña en 1803 dirigida por el médico militar español Francisco Javier Balmis y con un objetivo absolutamente filantrópico: propagar en América y Filipinas la vacuna contra la viruela que acababa de descubrir en 1796 Jenner. Para ello, Balmis no dudó en dar la vuelta el mundo llevando consigo a ventidós huérfanos de La Coruña que fueron inoculados sucesivamente a lo largo del viaje para mantener vivo el virus vacuna.
JOSÉ CELESTINO MUTIS, NUEVA GRANADA.
LAS EXPEDICIONES BOTÁNICAS DE LA CORONA
Nada del mundo natural fue ajeno a la observación de Mutis; desde la medicina popular a los venenos animales, desde las propiedades medicinales de las plantas a la utilización de las aguas, desde la explotación minera a la descripción de la flora. Pues fue esta tarea, la descripción del mundo natural, por la que autojustificó su presencia en las tierras americanas.
CIENCIA Y NACIÓN: LA COMISIÓN CIENTÍFICA DEL PACÍFICO
CRÓNICA DE LA ORGANIZACIÓN DE UNA EXPEDICIÓN ROMÁNTICA
El 10 de agosto de 1862 zarparon desde Cádiz los buques que conducían a América a los miembros de la Comisión Científica del Pacífico, héroes románticos de la nueva ciencia que, aunque asombrados ante el esplendor de la naturaleza americana, se consideraban portadores de la cultura y la civilización que el Viejo Mundo aún podía aportar al Nuevo.
LA GRAN EXPEDICIÓN MALASPINA
1789-95
Más de un millón de hojas escritas y dibujadas por los excelentes pintores que viajaron en la expedición, como el genial Brambila o el valenciano Suria; centenares de cartas marinas y terrestres que sirvieron, hasta hace bien pocas décadas para la navegación marítima por América; miles de plantas, animales y muestras geológicas recogidas pacientemente por los importantes científicos que le acompañaron; multitud de anotaciones y mediciones astronómicas sobre gran parte de los lugares por los que pasaron; apuntes sumamente interesantes sobre la etnología de las zonas visitadas, estudios concluyentes sobre el origen del escorbuto y sobre como combatir los tremendos males derivados de la prolongada estancia de los hombres en el mar , entre otros significados logros, conformaron un vasto “botín” que confirmó el éxito científico de la expedición y representó una verdadera Crónica de Indias como las que nos acostumbraron los escritores del siglo XVI .
LAS EXPEDICIONES BOTÁNICAS DE LA CORONA
PERH LÖFLING EN EL ORINOCO. LA AVENTURA ANDINA. JOSÉ CELESTINO MUTIS Y LA FLORA DEL NUEVO REINO DE GRANADA. UNA COMISIÓN CIENTÍFICA EN ORIENTE. TRAS LOS PASOS DE FRANCISCO HERNÁNDEZ. EL VIAJE DE MALASPINA Y BUSTAMANTE. EL TRAZADO DEL CANAL DE GÜINES.
La necesidad de conocer y sacar provecho de las nuevas especies botánicas descubiertas en el Nuevo Mundo fue una de las razones que impulsaron las grandes expediciones científicas del siglo XVIII.
España pugnaba entonces por integrarse en el contexto científico europeo y entró así a participar de la idea de que el saber genera bienestar y progreso; con este motivo la Corona inició una serie de reformas con vistas a potenciar el progreso de la ciencia. Resurgió, de este modo, el interés por ampliar el conocimiento sobre las riquezas naturales de los territorios ultramarinos con un objetivo claro: el de solucionar los problemas concretos que la sociedad tenía planteados, pues un aprovechamiento de esos recursos había de redundar en beneficio de la sociedad a través de una mejora de la sanidad, del comercio o de la agricultura.
VIAJES, CIENCIA E ILUSTRACIÓN
LAS EXPEDICIONES CIENTÍFICAS ESPAÑOLAS EN EL SIGLO XVIII
En el siglo XVIII las grandes expediciones científicas españolas recorrieron todos los confines del Imperio renovando la botánica, la ingeniería, la medicina o las técnicas de navegación. Viajes como los de Jorge Juan, Malaspina, Mutis, Cuéllar y muchos otros, fueron auténticas aventuras que dieron lugar a interesantes tratados científicos, pero también a apasionantes relatos de exploración.
Cuando el joven alicantino Jorge Juan y Santacilia, con apenas veintiún años, y el sevillano Antonio de Ulloa y de la Torre-Guiral, de tan sólo diecinueve, partieron en 1736 de Cádiz hacia Cartagena de Indias no podían imaginar que su viaje duraría una década y que al regreso se convertirían en los renovadores de la Ciencia española. Así eran las expediciones en el siglo XVIII: largas, intensas y trascendentes.
CIENCIA, TÉCNICA E INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN EN LAS EXPEDICIONES ILUSTRADAS
El siglo de las luces, el XVIII, fue definitivamente el del descubrimiento el nacimiento de la ciencia. Los viajeros que emprendieron las grandes expediciones científicas del siglo XVIII tenían como misión inventariar todo lo que encontraban (plantas, animales, accidentes topográficos, pueblos…) pero también cartografiar el punto exacto de cada descubrimiento. Para ello, llevaban siempre consigo los últimos avances científicos en materia de navegación, topografía, geodesia, observación astronómica y medida del tiempo.
SAHARA. UN MUNDO DESCONOCIDO
LAS ÚLTIMAS EXPEDICIONES CIENTÍFICAS ESPAÑOLAS
A finales del XIX las expediciones de reconocimiento se convierten, movidas por los intereses comerciales y coloniales, en exploraciones científicas. Es muy significativo en el caso español, movido más por asegurar posesiones históricas que por iniciar un proceso de expansión, que uno delos principales puntos de interés colonial decimonónico estuviera en el occidente norteafricano y que entre 1886 y 1949 el Sáhara occidental acogiera importantes exploraciones de carácter científico.