Julian Dowdeswell: “El factor humano es el mayor responsable del cambio climático”
La penúltima charla de nuestro Mes Geográfico dedicado al Ártico contó con la presencia de Julian Dowdeswell, director del Scott Polar Research Institute (SPRI), institución dependiente del departamento de Geografía de la Universidad de Cambridge. Desde su creación en 1920, el SPRI se ha esforzado en la investigación multidisciplinar de las regiones polares y la divulgación de la importancia de estas zonas tanto a nivel histórico, social y medioambiental. De hecho, el Instituto alberga la primera biblioteca polar del mundo y un museo abierto al público con una colección única de artefactos, revistas, pinturas, fotografías, equipos de vestir, mapas y otros materiales que ilustran la exploración, la historia y la ciencia en esta parte de la Tierra.
Geógrafo físico, Dowdeswell es experto en zonas polares y ha estudiado durante décadas el flujo del hielo y el registro geológico marino. Su trayectoria profesional le ha convertido en todo un referente a la hora de hablar del evidente cambio climático que estamos viviendo y sus efectos en la zona antártica y ártica, la más sensible, sin duda, del planeta. Dowdeswell desarrolló su intervención alrededor de qué son las regiones polares, por qué son importantes, cómo se investiga allí y cuáles son los resultados, para dar paso finalmente a las preguntas de los asistentes.
Explicó qué son los glaciares, las lenguas de hielo que se van formando por acumulación de nieve y van modelando el relieve, y el permafrost, la tierra congelada cuyo deshielo (un 25% en 2050) contribuye a la emisión de metano a la atmósfera y al deterioro de las poblaciones construidas sobre él. Habló también de los factores naturales que afectan el cambio climático como en otros períodos de la historia del planeta, como la radiación del sol o la propia actividad volcánica. Sin embargo, hizo especial énfasis en los factores antropogénicos, como las emisiones de gases de efecto invernadero que se han disparado desde los años 70 del siglo pasado. En el gráfico se aprecia la evolución de las temperaturas de acuerdo a los dos factores que le afectan:
Julian Dowdeswell subrayó su visión conservadora, realista pero sin exageraciones, ante los efectos del cambio climático con algún ejemplo de glaciares que no retroceden y respaldan las teorías negacionistas, y datos que pueden confirmar que los cambios no serán inmediatos, aunque ya empiezan a ser evidentes, como que los glaciares están adelgazando y se están retrayendo. Se calcula que, por esta causa, el nivel del mar habrá subido alrededor de un metro para el año 2100, lo que tendrá consecuencias para las poblaciones costeras del mundo entero y en especial para los habitantes de las zonas árticas; las temperaturas habrán subido de 2 a 4 grados centígrados para la misma fecha, con el correspondiente deshielo del permafrost; no habrá hielo al final del verano en el océano Ártico para el año 2040, lo cual favorecerá claramente el tráfico marítimo, la apertura de nuevas rutas comerciales y será más accesible para la investigación, aunque tendrá consecuencias para la fauna de la zona.